SEMANA: ¿Cuántos venezolanos hay en Colombia?FELIPE MUÑOZ: Hay 517.989 con intención de permanencia, es decir, que viven acá y, por el momento, se quieren quedar. Pero en el caso colombiano hay tres tipos de migrantes venezolanos y en total suman 762.000. El registro que estamos haciendo es solo para los que entraron o están de manera irregular en Colombia. .SEMANA: ¿Cuáles son esos tipos de migrantes y cómo están distribuidos?F.M.: Están los migrantes de tránsito, que llegan a Colombia solo para movilizarse a otros países, generalmente a Ecuador, Chile y Perú (en lo que va corrido del año ya van 221.000); los pendulares: personas (no necesariamente todas venezolanas) que todos los días cruzan la frontera para trabajar, comer o estudiar en Colombia, y que regresan esa misma noche –o al otro día– a Venezuela (esos son cerca de 90.000 diarios y el 80 por ciento se concentra en Norte de Santander); y los que tienen vocación de permanencia, divididos en regulares –314.000 venezolanos cuyo estatus migratorio está legalizado a través del pasaporte, del permiso especial de permanencia (PEP) o de la visa de extranjería– e irregulares –que entraron y se quedaron ilegalmente acá–. De estos últimos, había cálculos aproximados, no cifras concretas.Puede leer: Más de 203.000 personas se inscribieron en primer mes de registro de venezolanos en ColombiaSEMANA: ¿Cuántos irregulares encontró el registro?F.M.: Hasta el momento, en el primer mes de operación, 203.989 personas distribuidas en 106.476 familias.SEMANA: ¿Por qué decidieron hacerlo?F.M.: Desde 2015 –cuando Maduro expulsó 22.000 colombianos por la frontera con Norte de Santander– el gobierno nacional ha tomado decisiones migratorias para aliviar la crisis humanitaria que puede generar; pero en febrero de este año, luego de que los alcaldes y gobernadores de la zona fronteriza acudieron al presidente para dar cuenta de la dimensión del problema, este decidió que era necesario saber cuántos venezolanos habían ingresado a Colombia de manera irregular y así diseñar una política pública humanitaria efectiva.SEMANA: ¿Y cómo funciona el registro?F.M.: Nos asesoró la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y la Acnur, las entidades que más saben de esto en el mundo; y con el apoyo de la Unidad de Gestión del Riesgo creamos un formulario con 19 preguntas sociodemográficas para que los migrantes irregulares respondan. Para hacerlo, deben acercarse hasta el 8 de junio, de manera voluntaria, a alguno de los 753 puntos de registro que dispusimos en las Personerías y Alcaldías de 188 municipios del país, o a alguno de los 8 puntos móviles que hay en las zonas donde creemos que los venezolanos están más dispersos. Pero ojo: registrarse no les cambia el estatus migratorio, no sirve para acceder a mercados, no tiene ningún fin electoral; solo que el gobierno tenga información pertinente para diseñar la política.Puede leer: Se redujo un 30% el ingreso diario de venezolanos a Colombia en el último mesSEMANA: ¿Los migrantes sí se han acercado?F.M.: Mucha gente decía que no lo iba a hacer por temor a ser deportada, pero para eso nos blindamos de dos maneras: 1) el decreto que crea el registro dice que esa información no puede usarse con carácter migratorio sancionatorio y 2) para reforzar la confianza, nos apoyamos en OIM, Acnur, Usaid y las Defensorías y Personerías que fungen como garantes de buena fe.SEMANA: ¿Hay lugares donde se estime que puede haber más venezolanos irregulares de los registrados hasta el momento?F.M.: Sí, en Bogotá y Antioquia. Allí, las cifras registradas son inferiores al número de migrantes que creemos que hay en esos territorios (20.584 en Bogotá y 5.643 en Antioquia). También tuvimos que expandir nuestra presencia de 151 a 188 municipios porque nos dimos cuenta de que en departamentos de los que, en principio, no teníamos indicios –como Cauca, Putumayo, Casanare, Caldas o Córdoba– podía haber venezolanos.SEMANA: ¿Qué datos interesantes arrojó el censo?F.M.: La primera gran reflexión es que este ya no es solo un fenómeno de frontera; los migrantes que vienen de Venezuela cada vez se internan más en Colombia. El 58,7 por ciento está en los 7 departamentos de frontera (de esos, el 54 por ciento en Norte de Santander, La Guajira y Arauca), pero el 46 por ciento restante está en el resto del territorio, mayoritariamente, en la costa y en Bogotá, con el 12 por ciento.SEMANA: ¿Y demográficamente?F.M.: Dos cosas fundamentales: 1) hay 72.112 hombres adultos y 67.708 mujeres adultas, lo que nos da casi 5.500 hombres que por ahora están solos, tanteando el terreno, y que, probablemente, de empeorar la situación en Venezuela, traerán al resto de su familia; 2) el nivel de escolaridad que los migrantes reportan no es tan bajo, lo cual es esperanzador. Por lo menos un 16 por ciento tiene algún nivel de capacitación, desde básica secundaria a posgrado.Puede leer: Así vive John Neira, el venezolano que conmovió a ColombiaSEMANA: ¿Todos quieren quedarse?F.M.: El 90 por ciento expresó que tiene intención de hacerlo. No dicen por cuánto tiempo, pero también les preguntamos si volverían a su país en caso de que la situación mejore, y el 70 por ciento dijo que sí.SEMANA: ¿Tienen alguna proyección de cuántos más pueden llegar?F.M.: Es muy difícil calcular eso porque todo depende de qué pase con el gobierno venezolano. Este es un tema que se soluciona en Venezuela; esto no lo creó el gobierno de Colombia, lo creó el gobierno de Nicolás Maduro. Acá estamos atendiendo el problema de la manera más coordinada posible con los gobiernos departamentales y locales, que han hecho una labor increíble.SEMANA: ¿Y ahora con las elecciones presidenciales del 20 de mayo?F.M.: Estamos monitoreando de cerca la situación para saber si a raíz de los resultados puede haber algún cambio en los patrones de migración, distinto a los que generalmente se presentan en una jornada electoral que implica el cierre de fronteras por ese día. Pero en este momento no tenemos nada que indique que vaya a haber una llegada masiva de venezolanos.SEMANA: ¿Qué tanta capacidad tiene Colombia para asumir este flujo de gente?F.M.: Estamos ante un reto inmenso. En números, para que tengamos una proporción, según la OIM, en 2017, 170.000 personas de África y de Medio Oriente entraron por el Mediterráneo a Europa. Acá, solo en un mes de registro ya hemos identificado 203.989 migrantes irregulares, aparte de los de tránsito, los pendulares y los colombianos retornados, que implican otro tipo de retos.SEMANA: ¿Como cuáles?F.M.: En el caso de los de tránsito, mientras que en 2015 por la frontera con Ecuador salían 14.000 personas, en 2016 salieron 32.000; en 2017, 230.000; y en estos cinco meses de 2018, 221.000. Eso demanda más personal en ese puesto de control migratorio y además puede tensionar las relaciones con Ecuador en el momento en que el paso de personas sea inmanejable.SEMANA: ¿Y los colombianos retornados? ¿Cuántos son?F.M.: Se estima que 230.000, pero ahí hay una tarea por hacer porque no los tenemos totalmente identificados y muchos regresaron con hijos, los cuales deben registrarse como colombianos lo más pronto posible para que tengan acceso al sistema de salud, a la educación, etcétera.SEMANA: En el proceso de hacer el registro, ¿qué tanta xenofobia encontraron en las regiones?F.M.: Las encuestas para medir la reacción de la gente frente a esta problemática muestran que hay un porcentaje importante de colombianos conmovidos con esta situación y solidarizados con los venezolanos. Por una razón especial: hace años el fenómeno era al revés. Miles de colombianos se beneficiaron del comercio binacional: aprovecharon la fortaleza del bolívar y fueron a comprar insumos y productos allá, vendieron sus productos allá, y en el caso más grave, huyeron del conflicto armado a Venezuela y este pueblo los acogió con generosidad. Por eso, como pueblo y como Estado, ahora nosotros tenemos la responsabilidad histórica de ayudarlos de vuelta.SEMANA: Pero muchos colombianos están inconformes, particularmente con el tema del trabajo. Dicen que los empleadores prefieren contratar venezolanos porque cobran menos.F.M.: Eso es cierto y por eso Migración visita a las empresas para sancionar a aquellas que empleen irregularmente extranjeros. Hasta el 26 de abril, esta entidad había hecho 61.381 verificaciones a personas naturales y 2.089 a personas jurídicas, de las cuales 101 ya han sido sancionadas con multas de entre 1 y 5.000 salarios mínimos.SEMANA: De todas estas dificultades que va a enfrentar el país, ¿cuál es el mayor reto?F.M.: Nuestra mayor preocupación está en el tema de salud, sobre todo, en el cerco epidemiológico porque aunque el Ministerio de Salud, y especialmente el Instituto Nacional de Salud, ha hecho una tarea increíble con los departamentos (47.140 urgencias de venezolanos atendidas, 152.000 dosis de vacunas; y 11 casos de sarampión y 1 de difteria controlados), la propagación de una epidemia se llevaría medio punto del PIB.SEMANA: ¿Ya pasó lo peor?F.M.: Colombia hasta ahora está aprendiendo del fenómeno migratorio, pues históricamente expulsaba gente, no la recibía, y lo que está pasando con Venezuela tiene varias etapas. Nuestra población va a crecer y el Estado tiene que responder. Por ahora, estamos en la etapa inicial, la de atención humanitaria. Faltan los retos a mediano plazo que trae la llegada de al menos más de 100.000 nuevos habitantes que en su mayoría –según el registro– se quedarán, a menos que la situación mejore en Venezuela.