El Ministerio de Defensa confirmó que el titular de la cartera Iván Velásquez, se reunirá con su homólogo de Venezuela, Vladimir Padrino, para hablar de temas de seguridad en la frontera y para hacer la devolución de las lanchas artilladas de la Armada que fueron retenidas en el 2020 por autoridades del vecino país, luego de que resultaran al otro lado de la frontera, al dejarlas mal amarradas.
Como lo anunció el Ministerio de Defensa en su cuenta de Twitter, luego de la reunión entre los dos altos funcionario, se hará la entrega oficial de las tres lanchas que están en poder de Venezuela desde 2020, justo en el momento de máxima tensión entre los gobiernos.
Es de anotar que en la zona de frontera hacen presencia estructuras criminales como las disidencias de las Farc, el ELN y la Segunda Marquetalia, que buscan subirse al bus de la ‘paz total’ con el gobierno.
La historia de las lanchas y su devolución
En el 2020 la Armada colombiana fue sacudida por un escándalo mayúsculo, tres lanchas artilladas, que quedaron mal sujetadas en su puerto de anclaje, fueron arrastradas por la corriente del río Orinoco, en Vichada, terminado en poder de la guardia venezolana. El mal procedimiento militar terminó con la salida del comandante del batallón que custodiaba las embarcaciones y 13 de sus hombres.
SEMANA conoció, en exclusiva, que este jueves 11 de mayo, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, las lanchas serán entregadas de nuevo al gobierno colombiano.
Sobre la logística que se tendría prevista para este situación, se ha contemplado que el Ministro de la Defensa, Iván Velásquez, se reúna en territorio venezolano con su par, Vladimir Padrino, para hacer la entrega oficial de las embarcaciones.
El caso, que parecía olvidado, generó en su momento gran molestia en el gobierno del presidente Iván Duque, teniendo en cuenta que no había relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos, y las cooperaciones entre fuerza pública eran nulas.
Para el momento en que las lanchas resultaron al otro lado del río Meta, Duque reconocía como presidente de Venezuela a Juan Guaidó, y de forma irónica el presidente Nicolás Maduro dijo que estaba dispuesto a devolverlas, eso sí, si era Duque quien directamente lo solicitaba. De fondo, una solicitud de este tipo significaba el reconocimiento de su mandato.
Lo que sí conoció SEMANA es que aunque las lanchas militares van a ser devueltas a Colombia, sí fueron usadas por la Guardia Venezolana que prácticamente de adueñó de ellas, pero ahora, tras el restablecimiento de relaciones, serán entregadas, en un acto de gobierno a gobierno.
Tras el escándalo, el comandante de la Armada de la época, el almirante Evelio Ramírez anunció que fueron retirados de la institución el teniente coronel que comandaba el batallón de Infantería número 51, un capitán de Infantería de Marina, quien era el comandante de las unidades fluviales que se terminaron en territorio venezolano, tres suboficiales y nueve infantes.
Además, informó que el Mando Naval adoptó las decisiones administrativas de retiro de los tres suboficiales y los nueve infantes de Marina profesionales, responsables directos de la integridad de las unidades en el momento de los hechos.
Las decisiones fueron adoptadas según Ramírez “ante la grave afectación del servicio como consecuencia de los hechos ocurridos”, y adicionalmente aseguró que con esto se pretender determinar la responsabilidad disciplinaria.
De igual manera, indicó que con las investigaciones se busca esclarecer si los hechos ocurridos se dieron por dolo o culpa. De las primeras averiguaciones realizadas se ha logrado determinar que “el lugar en el que fueron asegurados los botes no cumplían con las condiciones de estabilidad del terreno ni amarre seguro”, dijo Ramírez luego de viajar a la zona.
“La Armada de Colombia continuará adelantando las acciones que a este nivel correspondan para lograr la devolución del material”, señaló y además recalcó que las investigaciones continuarán.
Dentro de las averiguaciones preliminares no se ha encontrado indicios de que algunos de los tripulantes estuvieran involucrados en actos que buscaran directamente soltar las embarcaciones, que están avaluadas en más 625 millones de pesos.
Los botes que se fueron por el río Orinoco y terminaron en aguas del país vecino, el pasado fin de semana, tenían alrededor de 20 años de servicio para la Armada Nacional. Entre las embarcaciones hay material de guerra de las Fuerzas Militares y chalecos salvavidas.
Uno de los puntos que más cuestionó el almirante Ramírez es la demora en la reacción a la hora en que los botes fueron arrastrados por la corriente, “así el personal estuviera descansando, tenía que reaccionar”.
Otras de las fallas radicaron en el amarre de los botes, debido a que está prohibido dejarlos juntos, ya que eso facilita los ataques del enemigo. “Con una sola piedra escalabran a toda la gente”. La capacidad de reacción y supervivencia está reducida al mínimo con los protocolos que estos uniformados tuvieron.
Entre las variables que rodean los hechos tampoco descartan “el tema que hubiese negligencia, alguna omisión, que no hubieran cumplido con la doctrina operacional respecto a cómo deberían estar asegurados los botes en tierra, la seguridad que requería ese puesto de control fluvial, entre otros”, hipótesis que están planteadas desde el mismo sábado, día en que se conocieron los hechos.
Ramírez aseguró que siguen en contacto con las autoridades de Venezuela, independientemente las decisiones políticas que rodean los hechos. “Insistiremos hasta la saciedad para que nos devuelvan los botes”.