Por estos días en los que la veintena de candidatos presidenciales empiezan a destapar sus cartas, todo apunta a que el debate electoral que se avecina se moverá entre la lucha contra la corrupción y la implementación de la paz con las Farc. Todos los aspirantes coinciden en tener la fórmula para acabar con la corrupción y no solo reducirla a sus justas proporciones, como diría el presidente Turbay. Pero frente a la paz las posiciones son encontradas, de un lado los que defienden el acuerdo, de otro los que pretenden modificarlo.Es obvio que no serán los únicos. La salud, la desigualdad, la pobreza, el desempleo, la educación, son asuntos que siempre estarán en la agenda de los presidenciables, y esta vez no será la excepción. Sin embargo, hay otro elemento que puede colarse dentro de las prioridades de la campaña, y aunque parezca ajeno, ante el miedo que produce ese escenario, podría cautivar a los electores. La pregunta es si permitirá inclinar la balanza.La crisis social y política por la que atraviesa Venezuela puede estar llamada a ser un factor a capitalizar en la próxima campaña. La entrada de venezolanos al país, huyendo de la pobreza, del hambre, y detrás de un mejor porvenir que el que ofrece una democracia debilitada, rota desde que el régimen de Nicolás Maduro atropelló las instituciones, cuando impuso una Constituyente a pesar de la resistencia de la oposición.En contexto: Lo que espera ganar Vargas Lleras al inscribirse por firmasEl vecino país pasó de tener la mayor reserva petrolera a ser el más endeudado del continente y el de inflación más alta en el mundo. La pobreza supera el 82% y la inseguridad se disparó, al igual que las muertes de pacientes en hospitales y de recién nacidos. Hoy escasean las divisas, las medicinas, los alimentos, y la gente se adelgaza por física hambre.Colombia es el país más afectado por la crisis, y es muy probable que cuando comience en firme la campaña presidencial, al otro lado de la frontera la situación se recrudezca.Puede leer: Vargas Lleras busca la presidencia, por el mismo camino que la alcanzó Álvaro UribeLas noticias que a diario se conocen del vecino país, son vistas en Colombia con preocupación, sobre todo por el temor que se ha sembrado en que el nuevo actor político, las Farc, quiera conducir a la nación hacia el rumbo adoptado por Venezuela. Lo que en la calle ya se conoce como el castrochavismo. Es el temor que quizás sienten y quieren capitalizar los seguidores de Vargas Lleras para mostrar que él es el hombre que no va a dejar que eso suceda. “El mejor antídoto que tenemos contra los mamertos que quieren implantar en Colombia el régimen de Venezuela es Vargas Lleras”: Eduardo Pacheco, presidente de Colpatria.Este martes dos de los promotores de su comité de recolección de firmas, el arquitecto Santiago Vélez y el empresario Eduardo Pacheco, presidente del grupo Colpatria, hayan coincidido en señalar que Vargas Lleras atajar al socialismo del siglo XXI."A las Farc hay que perdonarlas pero no olvidarlas, y no podemos olvidar lo que han hecho y lo que quieren hacer, que es convertir este país en un Venezuela”, dijo Vélez.“El mejor antídoto que tenemos contra los mamertos que quieren implantar en Colombia el régimen de Venezuela es Vargas Lleras”, aseguró Pacheco.Tampoco es casualidad que varios de los cercanos a Vargas Lleras recuerden que desde su época de senador fue el primero en advertir las consecuencias que tendría en Venezuela la revolución chavista.

Y puede que sea casualidad, pero desde que Vargas Lleras dejó la vicepresidencia no se pronunció sobre ninguno de los asuntos del país. Sus únicos trinos en este tiempo, fueron para referirse a la situación de Venezuela

Antes de salir del gobierno, el pasado mes de febrero, Vargas Lleras protagonizó un enfrentamiento verbal con Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del régimen venezolano, y se quejó de que la canciller María Ángela Holguín no lo hubiera respaldado.  Un episodio en el que, muy seguramente, muchos colombianos sacaron el fervor patrio y se pusieron de lado del expresidente. Otros, en cambio, lo cuestionaron por falta de prudencia.Le recomendamos: ¿A quién beneficia la pelea de Vargas Lleras con Venezuela?El ex vicepresidente es hasta ahora el candidato que más duro ha hablado contra el régimen de Maduro. El gobierno venezolano le ha contestado con el mismo tono. A comienzo de año, por ejemplo, Diosdado Cabello aseguró que él era un "hijo de puto". Si esa confrontación se traslada a la campaña, esto solo se traducirá en que la polarización crecerá aún más de los previsto y con efectos en otras latitudes.