El Gobierno está empeñado en vender la más importante empresa generadora y comercializadora de energía del país, Isagén. Este miércoles el presidente Juan Manuel Santos explicó algunos de sus argumentos. En diversos escenarios, el tema está en boca de ministros y otros altos funcionarios que resaltan las bondades de la venta. Como se sabe, los recursos serían empleados en el plan de vías de cuarta generación (4G). El Ministerio de Hacienda informó que el próximo 13 de enero se realizará la subasta para vender Isagén y se sabe que dos consorcios extranjeros serán los oferentes: BRE Colombia Investments LP y Consorcio del Pacífico. Ello a pesar de la férrea oposición de Centro Democrático, en cabeza del expresidente Álvaro Uribe, y de las advertencias de sectores aliados al Gobierno: sectores del Partido Liberal amenazaron con salirse de la Unidad Nacional si la subasta se realiza. No obstante las críticas, este miércoles Juan Manuel Santos le dio otro impulso al proceso. En Santa Marta, el presidente aseguró que los recursos van a impulsar la capacidad del Gobierno para hacer inversiones mucho más rentables en obras de infraestructura, transporte, vías, puentes y túneles. Incluso señaló que esa venta era “un buen negocio para los colombianos”. “Isagén es un activo que produce un dividendo, una rentabilidad, pero esa rentabilidad es muy baja comparada con lo que puede producir ese mismo dinero de los colombianos, por ejemplo, apalancando la financiación de las grandes carreteras, las grandes obras que necesita el país”, aseguró. Para el gobierno Santos la ecuación es simple. No vender la empresa significa obtener un rendimiento del 5 %. Mientras un eventual negocio podría significar que ese mismo retorno se multiplicaría tres o cuatro veces si se destina a inversiones como la modernización de infraestructura. Los sectores que se oponen a la venta argumentan que este es un bien estratégico para el país. La razón, la temporada de sequía que atraviesa Colombia por cuenta del fenómeno de El Niño mostraría la necesidad de que el Estado pueda contar con la mayor generadora de energía eléctrica del país. “Nada tiene Isagén de estratégico. La energía la puede suministrar el sector público o el sector privado sin afectar a ninguno de los usuarios, porque la energía es una industria altamente regulada. Lo que afecta a los colombianos es la regulación y no quien suministra la energía”, expresó Santos. La venta de esta empresa mixta de la cual el Estado posee el 57 % y que tiene una capacidad instalada total de 3.032 megavatios, tiene otra arista, su valor. Los opositores señalan que la devaluación de pesos podría generar más pérdidas que ganancias en el largo plazo.