La vía Panamericana, una de las principales arterias de transporte entre el departamento del Cauca y Nariño, se encuentra cerrada en su tramo que atraviesa el suroccidente colombiano, debido a la instalación de dos cilindros de gas -aparentemente cargados con explosivos- sobre la carretera. Los artefactos están pintados con emblemas que hacen referencia a las disidencias de las Farc, específicamente al frente criminal Carlos Patiño, que opera en la zona bajo el mando de alias Iván Mordisco.
El hallazgo de estos cilindros ha generado preocupación entre las autoridades locales y los habitantes de la región, quienes temen por la seguridad en un contexto de creciente violencia en el departamento del Cauca. Hasta el momento, las autoridades nacionales no se han pronunciado oficialmente sobre el incidente, aunque se espera que en las próximas horas se realicen las labores de desactivación y limpieza de la vía, mientras se evalúa el riesgo de nuevos ataques.
La situación en el Cauca ha empeorado en los últimos años, con un recrudecimiento de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales que luchan por el control del territorio. Además de las disidencias de las Farc, en la región también operan el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos criminales, lo que ha incrementado los ataques contra la infraestructura vial, las fuerzas de seguridad y las comunidades locales.
El departamento del Cauca se ha convertido en uno de los epicentros de la violencia en Colombia, debido a su ubicación estratégica en el suroccidente del país, y a la presencia de cultivos ilícitos que alimentan el narcotráfico. La violencia sistemática ha desplazado a miles de personas y ha afectado gravemente el bienestar de las comunidades, que a menudo quedan atrapadas entre los enfrentamientos armados.
La situación en el suroccidente del país se agrava por la dificultad de las autoridades para garantizar el control de estas zonas, que permanecen bajo la influencia de grupos armados ilegales. En este contexto, el cierre de la vía Panamericana, uno de los principales corredores comerciales y de transporte del país, se suma a la larga lista de bloqueos y alteraciones del orden público que afectan a la región.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación por la creciente violencia y la falta de una respuesta contundente por parte del gobierno para restablecer el orden en esta región crucial para el país. La población local exige una intervención urgente para garantizar la seguridad y evitar que la violencia continúe socavando la convivencia y el desarrollo en el Cauca y sus alrededores.
Hasta que las autoridades se pronuncien, se mantienen las alertas en el suroccidente colombiano, mientras los habitantes de la región esperan que la situación se resuelva sin mayores complicaciones para la vida de las personas y la economía de la zona.