El 26 de enero de este año Bogotá amaneció con una impactante noticia. En la vía Siberia-Funza un grupo de indígenas había linchado a Hildebrando Rivera, conductor de un carro compactador de basuras de Ecosiecha, empresa de acueducto y alcantarillado de Guasca, Cundinamarca, quien de regreso a su casa arrolló a Ermilda Tunay Sintua, de 36 años, quien estaba embarazada, y a su hija Sara Camila García Tunay, lo que desencadenó la ira de los indígenas y posterior muerte del hombre de 60 años.
Este lamentable suceso es tan solo uno de los diferentes accidentes de tránsito que ocurren a diario en esta importante vía de Cundinamarca por la falta de puentes peatonales, iluminación y ciclorutas, dejando a la intemperie a peatones y habitantes del sector, pero en la que irónicamente está instalado uno de los peajes más caros de toda Colombia.
Se trata del peaje La Tebaida, donde la tarifa mínima para automóviles es de $13.500 y que también tiene una tarifa máxima de $53.400 para camiones de 6 ejes o más. Este es el cuarto peaje más caro del país, detrás de los peajes Túnel de Oriente, que conecta Medellín con el oriente antioqueño; Pipiral, en la vía Bogotá - Villavicencio, y Circacia, en el Eje Cafetero.
El peaje La Tebaida hace parte de la concesión de la vía Chía - Girardot que la Gobernación de Cundinamarca firmó desde 1996 con el Consorcio Devisab, con el objeto de realizar estudios, diseños definitivos, reconstrucción, rehabilitación vial y construcción de cuatro puentes peatonales en los pasos urbanos, mantenimiento y operación.
Sin embargo, en el tramo de Siberia a Funza, donde está ubicado el peaje La Tebaida y cuyo recaudo promedio mensual es de $6.000 millones, el abandono institucional ha ocasionado centenares de accidentes y decenas de muertos.
“En esta vía no hay iluminación, señalización, ciclorutas, ni puentes peatonales. Esta es la zona industrial de Funza, en donde hoy hay albergadas más de 2.500 empresas que le dan trabajo a más de 70.000 personas, quienes a diario transitan esta vía, pero que han sido víctimas de fuertes siniestros viales”, denunció el concejal de Funza, John Baquero.
En diálogo con SEMANA, el cabildante Baquero aseguró que por la falta de puentes peatonales, los trabajadores y habitantes del sector se ven en la obligación de cruzar la vía de un lado al otro, “jugando a la muerte”, lo que ha ocasionado accidentes fatales.
En lo corrido de 2022, con corte al 25 de julio, de acuerdo con Baquero, han fallecido 44 personas por siniestros de tránsito en esta vía y se han presentado 900 accidentes, lo que deja un alarmante promedio de cuatro accidentes por día.
“Varios ciclistas también han muerto por la falta de una cicloruta, lo que los obliga a usar la carretera y a exponer su vida, pues en este corredor vial transita mucho transporte de carga y esos camiones fácilmente succionan a los ciclistas ocasionándoles la muerte”, señaló Baquero.
Así mismo, el concejal denunció que la falta de iluminación ha ocasionado graves accidentes como el recordado con Hildebrando Rivera y la mujer indígena, pues la vía está en completa oscuridad. “Como esto es zona industrial, desde antes de las 5:00 de la mañana se ve a personas transitando por la vía y la falta de iluminación hacen que corran grave peligro”, dijo.
Ante esta problemática, Baquero ha urgido al concesionario Devisab y a la Gobernación de Cundinamarca a buscar soluciones inmediatas, pero ambas partes al parecer se niegan a responder.
“Hemos requerido al concesionario para que adelante la construcción de cinco puentes peatonales, una cicloruta e instale buena iluminación y señalización. Eso no debe costar más de $10.000 millones, mientras que ellos recaudan más de $6.000 millones al mes. No obstante, la respuesta del concesionario es que este se trata de un contrato de primera generación y el objeto tan solo es mantenimiento, rehabilitación y estudio de la vía, y no podemos hacer más”, aseveró el concejal Baquero.
Sin embargo, al revisar detalladamente el contrato, Baquero argumenta que en la cláusula 19 se establece que si durante el desarrollo del contrato se identifican, por cualquiera de las partes contratantes, obras no incluidas dentro del alcance físico contratado, pero necesarias para la buena operación del proyecto, el departamento y el concesionario podrán acordar la ejecución de esta obra complementaria mediante la suscripción de un contrato adicional en el que consten los ítems, las cantidades y los precios unitarios relacionados con dichas obras, por lo que Baquero no se explica por qué la Gobernación ni Devisab se ponen de acuerdo para solucionar estos problemas en la vía Siberia-Funza.
De la misma manera, el concejal ha requerido al Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) y a su gerente Nancy Valbuena Ramos, “pero lleva dos años de haberse posesionado y no ha querido responderle al municipio”, añadió.
En síntesis, Baquero subrayó que no hay quién le responda a Funza y los habitantes que a diario ponen los muertos y los accidentados. “La concesión dice que son un privado y no les interesa nada de lo que necesitamos en la comunidad; y el ICCU tampoco da la cara”, dijo.
Producto de este inconformismo, 11 de los 15 concejales de Funza adelantaron un plantón el pasado lunes 25 de julio en el peaje La Tebaida, para lograr que la comunidad firme una acción popular y exigir así soluciones inmediatas, pues ni la Gobernación, ni el concesionario los quieren escuchar, mientras tanto a diario continúan los accidente e irónicamente se recaudan millonarios recursos en el peaje.