Camilo Enciso, abogado penalista y director del Instituto Anticorrupción, afirmó que el polémico episodio del uso de un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), por parte de la primera dama, María Juliana Ruiz, para llevar invitados ajenos a la familia presidencial a la celebración del cumpleaños de su hija en el parque Panaca, se constituye en abuso de poder.Enciso, exsecretario de Transparencia, sostuvo en diálogo con el programa Vicky en Semana que se configuraría una violación a los principios de la ética en la esfera pública.
“El uso indebido de bienes del Estado es un delito conocido como peculado por uso. Para verificar si se configuró, tendría que revisarse si quien tenía la función de administración del avión autorizó su uso indebido, es decir, con violación de las normas aplicables. Pero más allá de eso, y aún si se llegase a la conclusión de que el uso no fue “indebido” en los términos de la ley penal, irse de paseo a Panaca con hijos, amiguitos de los hijos y papás a bordo es un evidentísimo abuso de poder y una violación a los más elementales principios de la ética en la esfera pública”, sostuvo Enciso.“La norma busca que la vida e integridad de la familia del presidente no corra riesgos, en especial riesgos que puedan tener como efecto restarle independencia al presidente para cumplir su función”. señaló Enciso. “En ningún momento las medidas de protección fueron diseñadas pensando en que la familia presidencial pudiera andar de paseo celebrando cumpleaños de sus miembros por media Colombia”, aseveró. “¿Es demasiado pedir un poco de sentido común de la familia presidencial en esto? En esta ocasión el destino fue Panaca, la siguiente será Cartagena, Cali o el Cabo de la Vela. ¿O qué tal Cancún? ¿No es eso turismo presidencial subsidiado por todos los colombianos?”.Entretanto, el procurador, Fernando Carrillo, argumentó que por los antecedentes registrados no hay lugar para abrir investigación disciplinaria, pues no hubo hecho ilícito. Agregó que hay un bien mayor: la seguridad de la familia presidencial.SEMANA habló con la Casa de Nariño para conocer la explicación del caso. Fuentes en Palacio relataron que Duque viajó el pasado sábado 8 de febrero a Ibagué y se trasladó desde Bogotá en el avión presidencial con su equipo de trabajo, a cumplir con una agenda pactada. “Se puso la primera piedra de los próximos escenarios deportivos en esa ciudad. Luego entregó el viaducto Gualanday; acto seguido, estuvo en el túnel de la Línea, y el día terminó con la entrega de la doble calzada en Armenia, vía aeropuerto, tipo 5:30pm. Luego se fue en carro a encontrarse con su familia para celebrar el cumpleaños de su hija (Eloisa) el día domingo”, explicaron.Sobre las críticas por el vuelo de la primera dama con sus invitados, las mismas fuentes anotaron: “En el avión nunca viajaron personas solas. Tampoco se les prestó el avión a particulares”.
También señalaron que la primera dama no incumplió ninguna norma y, en ese sentido, citaron el Manual de Doctrina Básica Aérea y Espacial (Madba), publicado en el 2013 por la Fuerza Aérea, que en el parágrafo 8.8.2.1 habla del transporte especial de personalidades en dichas aeronaves oficiales: “corresponde al transporte de dignatarios o personalidades de alta relevancia para los intereses de la Nación, como los ministros, personal diplomático, presidentes de otros países, la familia del Presidente de la República, entre otros”.“El avión presidencial es el 001 que solo usa el presidente, fue el que usó en su viaje a Ibague el sábado. La familia presidencial con los 3 niños invitados viajó en el Focker, otro avión, el día viernes”, anotaron las fuentes de la Casa de Nariño.