En el área general de municipio de Tibú, en Norte de Santander, soldados del Ejército Nacional que se encontraban realizando trabajos de erradicación fueron rodeados de manera violenta por civiles que exigieron que el personal evacuara el lugar.
Los soldados fueron rodeados por personas que prendieron fuego a la maleza que había cerca del lugar donde se encontraban los soldados. Muchos de los civiles estaban encapuchados y acosaron a los militares hasta hacerlos salir de la zona.
En el video se pueden escuchar las voces de terror de los soldados buscando un camino para salir, pues aseguran que les cerraron todas las vías. Además, en conversación con sus compañeros se oye: “vamos rápido que esto es paja y se prende rápido”.
Según los videos que conoció SEMANA, cuando uno de los soldados pregunta a los campesinos por qué prenden fuego si ellos cumplieron su palabra de salir, el campesino responde que ellos “dieron una hora de salida”.
Por lo que se puede ver, los soldados fueron rodeados por el fuego y tuvieron que apresurarse. “Fueron cerca de 300 personas, muchas de estas encapuchadas y mediante asonada, empleando fuego, buscaron afectar a nuestros hombres e impedir el cumplimiento de las funciones legítimas”, señaló el general Ómar Esteban Sepúlveda Carvajal, comandante de la Segunda División del Ejército Nacional.
Así mismo, realizaron un llamado a las autoridades municipales y gubernamentales para que se adelanten acciones legales frente a los sucesos.
“Se hace un llamado a las autoridades municipales y gubernamentales para que desde sus roles y funciones adelanten las acciones legales frente a estos sucesos por parte de la población civil, en cumplimiento del principio constitucional de colaboración armónica entre las instituciones”.
Finalmente, se pidió a la comunidad no obstruir las operaciones militares: “De igual forma, se insta a la comunidad a no obstruir las operaciones militares, ya que esto puede ser constitutivo de tipos penales, como los consagrados en los artículos 226, 429 y 469 del Código Penal Colombiano”.
Así mismo, la entidad concluyó asegurando que “somos garantes de los derechos humanos y continuaremos firmes en nuestras operaciones, encaminadas a garantizar la seguridad de la población civil”.
Una situación similar se produjo en Cauca. “Fuera, fuera, no los queremos aquí”, se escuchan los gritos de un grupo de indígenas y campesinos encapuchados que, literalmente, echan en medio de intimidaciones a los militares que llegaron a Suárez, Cauca, para realizar operaciones contra el narcotráfico y las disidencias de las Farc, especialmente la columna Jaime Martínez.
En varios videos conocidos por SEMANA quedaron registradas todas las humillaciones. Una imagen muestra cómo alguien hasta le toca la cola con un palo a uno de los soldados. Este, sin chistar, solo sigue su marcha sobre el polvoriento camino, con el pesado equipamiento que lleva en la espalda. “No le miento, pero llora uno viendo nuestros soldados humillados y nosotros sin poder hacer nada”, dijo uno de los comandantes de la zona que no tiene autorización de hablar.
Luego, otro video muestra a dos de los militares completamente rodeados por los habitantes. “No estamos metidos en las casas ni metidos en las escuelas, estamos es garantizando la seguridad de ustedes”, dice uno de ellos. La turba responde “fuera, fuera” y la voz del uniformado queda sepultada. Cada vez llegaban más personas a acorralar a los militares. Ellos eran 50 y los de la zona, muchos más.
Un video más registra cómo un civil, con la cara tapada, se va encima de un soldado armado. Aunque su compañero trata de cogerlo para que no se lo lleven, en segundos los encapuchados lo levantan y lo suben a una chiva. El militar solo se abraza a su arma. Él tiene fusil, los otros tienen palos, machetes y cuchillos. Él tiene su cara descubierta y ellos la llevan tapada. Él no puede defenderse, esa es la orden de sus superiores y, además, no quiere terminar preso. Tiene que dejarse hacer lo que quieran hacer con él.
Cabe señalar que también se conoció que en horas de la mañana, cuando las tropas realizaban labores de erradicación en la vereda Chiquinquirá, área rural del municipio de Tibú, fue activado un campo minado con artefactos explosivos.