Hasta quienes se movilizan a bordo de los SITP no se salvan de mojarse en Bogotá, teniendo en cuenta los fuertes aguaceros que han caído en los últimos días en la capital del país.
De hecho, en las redes sociales se volvió viral un video en el que se aprecia al conductor de un bus del SITP siendo cubierto con la sombrilla de una pasajera mientras él conducía, debido a que por el mal estado del automotor estaba ingresando agua en su interior.
“Así está la cosa, los buses ya no funcionan, tocó prestarle una sombrilla al conductor”, se le escuchaba decir a un hombre, mientras grababa al conductor en su puesto de trabajo con un paraguas.
El SITP cubría la ruta zonal T31 Germania - Gran Granada. Luego de que se volviera viral ese video, las críticas no se hicieron esperar.
“Definitivamente es el colmo (...). Y con esas pasajes tan caros, descarados (...). Mínimo ahora lo despiden del trabajo por publicar este video (...). Esto solo pasa en Colombia más exacto en Bogotá”, comentaron algunos cibernautas.
El desolador panorama financiero de TransMilenio
Más allá de la inseguridad que a diario viven los usuarios de TransMilenio por los innumerables robos por cosquilleo, atracaos y hasta lesiones con arma blanca de parte de los delincuentes, el panorama de TransMilenio es desolador y requiere con urgencia una intervención y cambio de estrategia o, de lo contrario, con el pasar de los años el desangre al Distrito por cuenta del sistema de transporte masivo será alarmante.
Desde que inició la pandemia de la covid-19, la demanda de pasajeros en TransMilenio se cayó estrepitosamente y aún sigue sin recuperarse en su totalidad, lo que está generando un hueco financiero insostenible en tiempos en los que la propia Alcaldía, en vez de garantizar la movilidad masiva, lo que ha generado es que más personas se bajen del TransMilenio e incrementen el parque automotor de la ciudad.
De acuerdo con TransMilenio, en 2019, las validaciones de pasajeros en el sistema troncal ascendieron a 705,7 millones y en el zonal lo hicieron en 432,3 millones para un total en todo el sistema de 1,13 billones de validaciones.
Para 2020, en medio de los confinamientos y restricciones por la pandemia de la covid-19, las validaciones en el sistema troncal se desplomaron 52,2 % a 337,2 millones, en el sistema zonal cayeron 45 %, y en todo el sistema bajaron 49,5 %.
En 2021, Bogotá empezó un proceso para regresar a la normalidad, levantando paulatinamente las restricciones de la pandemia, por lo que se esperaba que la demanda se pasajeros se recuperara en igual medida, pero no fue así, dando un signo de alerta de la crónica enfermedad que puede estar afectando a TransMilenio.
El año anterior, las validaciones en el sistema troncal tan solo ascendieron 8,6 % a 366,5 millones, pero retrocedieron 48 % frente al nivel de 2019. Lo que llama poderosamente la atención es que para 2021 las validaciones en el sistema zonal por primera vez superaron las del troncal, en una clara evidencia que las personas se bajaron de TransMilenio. En 2021 hubo 366,6 millones validaciones en el sistema zonal, subieron 55 % anual, pero caen 15 % frente a 2019. En el sistema en general, en 2021 las validaciones bajaron 35,5 %.
En el primer trimestre de 2022, las validaciones en el sistema zonal llegaron a 128,7 millones y, aunque ya representan el 35 % del total alcanzando en 2021, equivale mucho menos de la cuarta parte (18,2 %) del total alcanzado en todo 2019. Las validaciones zonales, por su parte, siguen mostrando su repunte frente a las troncales. Al 31 de marzo llegaron 141,7 millones, lo que equivale al 38,6 % del total de 2021 y 32 % de 2019.
En el sistema TransMilenio, en general, al primer trimestre de este año las validaciones van en 270,5 millones y equivale también a menos de la cuarta parte del total de 2019 (23,7 %).
Esta drástica caída en las validaciones de pasajeros se traduce en menos ingresos para el sistema, una situación alarmante si se tiene en cuenta que gran parte del funcionamiento de TransMilenio depende de los ingresos (valor del pasaje), pero la otra parte la tiene que poner en Distrito.
“Antes de la pandemia, la tarifa representaba el 71 % de los costos del sistema, después de la pandemia se invirtió la torta y la tarifa tan solo representa el 29 % a la tasa de costos. Esto quiere decir que por cada tarifa que paga un ciudadano, cada vez el Distrito está poniendo más plata, eso es insostenible”, aseguró el concejal de Bogotá, Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático.