La inseguridad y violencia en el país sigue creciendo, y no solo con hurtos que se podrían considerar por las autoridades como ‘menores’, sino por medio de tácticas de terror y muerte como el sicariato.

Así lo demuestra el más reciente caso de violencia en Barrancabermeja, en el departamento de Santander. En un video que ronda hoy en redes sociales se puede evidenciar el momento en el que, en medio de una reunión de amigos en una cancha de tejo, ingresaron dos hombres armados al establecimiento disparando contra dos personas que se encontraban allí.

Tal como se observa en la grabación, lograda gracias a las cámaras de seguridad del lugar, los hombres sin ninguna clase de compasión accionan sus armas contra las víctimas que cayeron al suelo heridas de consideración.

Según se sabe, gracias a las declaraciones de los testigos del establecimiento, así como de otras personas que rondaban el sitio, el acto sicarial se dio en la noche del pasado viernes 12 de noviembre en el barrio 20 de Enero, ubicado en la Comuna tres de Barrancabermeja.

Por el momento se desconoce el paradero de las personas que llegaron a disparar al sitio, aunque las autoridades de dicha ciudad ya iniciaron las respectivas investigaciones con el fin de reconocerlos y aclarar los sucesos.

Asimismo, se informó que aunque las personas que recibieron los impactos de bala resultaron gravemente heridas, afortunadamente ninguna de las dos falleció.

A continuación se presenta el video en el que se evidencia el preciso momento.

Sicariato en Bogotá

Cabe recordar que el pasado 5 de noviembre también se presentó una situación con sicarios como protagonistas en las cercanías del centro comercial Titán Plaza, ubicado en el noroccidente de Bogotá.

De acuerdo con las autoridades, una mujer identificada como Wendy Marcela Martínez Gil, de 41 años, falleció después de algunos minutos y luego de recibir la atención médica correspondiente en el hospital de Engativá.

Según información entregada a SEMANA por el comandante de seguridad ciudadana de la Policía Metropolitana, César Salgal Olivares, la víctima habría sido abordada por una persona que sin mediar palabra alguna activó su arma contra ella.

Por su parte, los testigos que se encontraban en el sector aseguraron que en medio del escándalo se alcanzaron a escuchar al menos cuatro disparos, antes de que el sujeto lograra escapar en una moto que lo esperaba sobre una de las vías principales que rodean el centro comercial.

La primera versión entregada por Salgal explica que lo más seguro es que los hechos estarían relacionados con un ajuste de cuentas. Ahora bien, días después se conoció que dicha hipótesis tendría mucha validez al saber que la mujer tenía antecedentes judiciales por delitos como concierto para delinquir, hurto, falsedad en documento privado y narcotráfico.

De hecho, recientemente las autoridades dieron a conocer una historia alterna a este acto sicarial, en la que se descubrió que la víctima antes de morir entregó un papel a los médicos que la atendían, en el que estaba escrito el nombre de Leydi Viviana Patarroyo Camino, asegurando una supuesta pérdida de los documentos de identidad.

No obstante, cuando las autoridades iniciaron el proceso de reconocimiento se encontraron que la mujer mencionada en la hoja de papel no era la misma que falleció. De hecho, para sorpresa de la Policía, Patarroyo es una mujer de 52 años esposa de un uniformado de esta institución.

Al investigar un poco más, las autoridades se dieron cuenta que Martínez Gil se habría apropiado del nombre de Leydi Patarroyo, al conocer que un juez le quitaría el beneficio de casa por cárcel que había recibido en 2017, después de ser condenada a 73 meses de prisión por el delito de narcotráfico.