El colapso de una vivienda en la que hace algún tiempo funcionó la Casa de la Cultura en el municipio de La Palma, Cundinamarca, ha provocado el pánico en la comunidad que ha visto serias afectaciones en las áreas urbana y rural como consecuencia del fuerte invierno que azota en estos momentos a la región.

El alcalde de la localidad, John Jairo Pulido Pulgarín, dio un parte de tranquilidad a la comunidad e informó la manera en la cual se atendió la emergencia. “Las fuertes lluvias que se están presentando en esta época de invierno ocasionaron la caída de un predio privado que ya tenía un deterioro importante en su fachada. Ya se hicieron las labores de remoción de los escombros para rehabilitar la vía”, afirmó.

Pidió a la ciudadanía que realice un mantenimiento periódico de sus viviendas para evitar esta clase de situaciones, a la vez que aclaró que la Defensa Civil y el Comité de Gestión del Riesgo hacen un monitoreo constante en toda el área del municipio para conocer en detalle la evolución de todas las zonas de riesgo.

Afortunadamente este hecho no dejó personas lesionadas, aunque sí impactó varios vehículos que se encontraban parqueados al frente, entre los que estaba una patrulla de la Policía Nacional, que se encargó de acordonar el lugar para restringir el tránsito de automotores o personas.

En el municipio de La Palma se llevan a cabo en la actualidad obras para el mejoramiento vial, con la construcción de 570 metros de placas huella de 4,5 metros de ancho en el corredor La Hoya de Tudela-Alto de Izacar-Hinche. También se construyen estos elementos estructurales en un sector conocido como El Bosque, lo cual facilita la movilización de las personas y sus productos en las veredas La Enfadosa, El Egido y La Laguna.

Ante este panorama que deja el invierno y los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), acerca de la continuidad en las lluvias durante los próximos meses, se anunció por parte de la administración departamental la asignación de recursos por 8.000 millones de pesos para atender la grave situación que se vive actualmente, contratando maquinaria amarilla para rehabilitar las 280 vías terciarias que se han visto perjudicadas. Igualmente, para ejecutar otras obras como el dragado de los ríos y la entrega de ayudas humanitarias de manera directa mediante la coordinación con los comités locales de emergencia.

La Gobernación de Cundinamarca en cabeza de Nicolás García Bustos declaró recientemente la calamidad pública, debido a las afectaciones por la temporada invernal que dejan ya 942 familias damnificadas en 67 municipios del departamento. También hay al menos 23 localidades que hicieron ese mismo anuncio para dar atención rápida a sus comunidades y llevar a cabo las obras de mitigación.

Una de esas emergencias se registró recientemente en Facatativá, donde el desbordamiento de la quebrada Mancilla y el río Botello causaron inundaciones en cuatro veredas y siete barrios de la zona urbana. También hubo varios deslizamientos que dejaron tapada la vía entre esta localidad y Albán.

Así mismo, se presentaron cerca de 100 familias con distintas clases de averías en sus viviendas, de las cuales 15 tuvieron que ser reubicadas en casas de parientes o albergues provisionales en el municipio de Suesca, como consecuencia de la creciente de la quebrada Las Silecias, localizada muy cerca del río Bogotá.

Los organismos de socorro reportaron que más de 1.400 personas se vieron afectadas y que se bloqueó la vía departamental entre La Playa y Suesca. También se registraron inundaciones en viviendas y zonas de cultivo en varias fincas de las veredas San Vicente, Tenería y Cacicazgo.