El acoso escolar, comúnmente conocido como bullying, sigue siendo un problema alarmante en los colegios en Colombia. Uno de los incidentes más recientes que ha dejado a la comunidad consternada ocurrió en un colegio en el municipio de Ciénaga, Magdalena.
En este caso, un estudiante que había sido víctima de acoso escolar decidió enfrentar a su presunto agresor de una manera extremadamente intimidante: usando un bisturí.
El violento enfrentamiento fue captado en video y muestra cómo la presunta víctima confronta valientemente a su agresor, llegando incluso a ahorcarlo y empujarlo repetidamente. La presencia del bisturí en manos del estudiante generó pánico en la comunidad escolar, que se quedó atónita ante la escalada de violencia.
Según testigos, el conflicto entre los dos estudiantes se desarrolló en el interior de la institución educativa local. El estudiante agresor acusó a su compañero de ser su acosador constante, lo que indica la tensión subyacente tras la situación.
Las palabras pronunciadas por el estudiante con el bisturí durante el enfrentamiento reflejan la gravedad de la situación: “Creen que soy idiota, los he aguantado un tiempo y me he quedado quieto para evitar problemas, dejen la maricada; una vez más y recordarán a (...) toda su hijueputa vida, ¿oíste?”, dijo.
Lo alarmante es que el compañero de clases no intentó calmar la situación, sino que alentó al agresor a cumplir su amenaza. Otros estudiantes que presenciaron la discusión no intervinieron, pero sí gritaban que parara todo.
Ante la gritería, un profesor intervino para separar a los dos estudiantes en disputa, pero la paz fue efímera. En cuestión de segundos, el estudiante agresor lanzó un violento ataque con el bisturí, causando una grave herida en el rostro de su compañero.
La víctima, visiblemente conmocionada y sangrando, fue auxiliada por una compañera. Hasta el momento, las autoridades escolares y municipales no han emitido declaraciones sobre este grave incidente.
La comunidad espera que se esclarezca lo ocurrido y se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes en las instituciones educativas de Ciénaga. La violencia escolar es un problema que debe abordarse de manera urgente para evitar tragedias futuras.
Profesoras obligaron a estudiante a comerse su propio vómito
Por otro lado, se conoció un impactante caso aislado que ocurrió en Estados Unidos. Una profesora titular y su asistente enfrentan cargos criminales después de obligar, al parecer, a un menor de siete años con necesidades especiales a consumir su propio vómito.
Los incidentes ocurrieron en el estado de Indiana y son investigados por el Departamento de Policía de Brownsburg, que recientemente dio a conocer el caso, pero aclaró que ocurrió en febrero de este año en la cafetería escolar.
Según las autoridades, la maestra Sara Seymour, de 27 años, le dijo al menor que, si vomitaba, tendría que comer lo que había regurgitado. Cuando el niño comenzó a sentir náuseas, la profesora Julie Taylor, de 48 años, le entregó un recipiente para que vomitara. Posteriormente, la profesora auxiliar Debra Kanipe, de 63 años, le dio una cucharada de los residuos vomitados para que los consumiera.
La Policía contó que Seymour y Kanipe se posicionaron a ambos lados del menor para asegurarse de que cumpliera con la acción. También se está investigando a otros profesores, como Kristen Mitchell, de 38 años, y Megan King, que estaba contratada por una tercera parte.
Según la investigación, después de que el niño consumió el vómito, se le pidió que limpiara lo que quedaba con toallas de papel. Según las autoridades, existe un video que respalda esta versión y ha permitido avanzar en la investigación.
Las autoridades del distrito escolar informaron a la cadena de televisión Fox59 que las personas involucradas están en proceso de terminación de sus contratos. Seymour y Kanipe enfrentan cargos de negligencia de un dependiente de nivel 6, mientras que Taylor, King y Mitchell enfrentan acusaciones por no informar el incidente, que es considerado un delito menor de clase B.