Exceso de confianza y desobedecer órdenes de sus superiores, fue al parecer el gran error que cometió la unidad militar Buitre 2, que fue atacada con explosivos el pasado 21 de noviembre en Anorí, Antioquia, que dejó cinco militares asesinados y otros tres heridos.
El ataque terrorista con cilindros cargados con explosivos lo ejecutó la guerrilla del ELN. Sin embargo, para el Ejército y la Justicia Penal Militar, las tropas en terreno cometieron graves errores tácticos, en lo que fue denominado como indisciplina militar.
La investigación determinó que los responsables en el terreno de la unidad Buitre 2, olvidaron los conceptos de lo que significa ser una unidad móvil, entre los que se destaca que no puede estar por más de 24 horas en un mismo punto y la Buitre 2 estuvo en un mismo lugar durante cinco días, lo que la convirtió en un blanco fácil de la guerrilla.
Incluso el general Fabio Caro Cancelado, comandante de la Séptima División, se trasladó al sitio donde fueron masacrados los militares e hizo una fuerte reflexión a sus hombres cuando olvidan los conceptos militares. “Cambiaron comodidad por seguridad”, fueron las palabras del alto mando militar.
Imputación de cargos
Por estos hechos y al considerarse que las tropas quedaron en un punto vulnerable, la Fiscalía Penal Militar, responsabilizó a un subteniente y dos suboficiales por fallas tácticas al no cumplir con los requisitos que demanda ser una unidad móvil.
Dijo la Fiscalía Penal Militar que: “El subteniente (Juan Daniel Hernández) tenía posición de garante material, en razón de su competencia funcional como comandante del pelotón Buitre 2; él asumía el control efectivo de sus hombres, ostentaba el mando operacional, tenía el deber jurídico de evitar la muerte y lesiones de su personal bajo su mando”.
“Sabía de la existencia de una situación de peligro, la presencia inminente del enemigo y de sus intenciones de ataque contra la tropa, por los avisos dados por el Batallón Bomboná, siendo previsible el resultado: muerte y lesiones, y no lo hizo. Incumpliendo con el deber de seguridad, omitió las técnicas y tácticas ordenadas contra amenazas híbridas del manual EJC 3-24.2 de desubicar su unidad diariamente. No desplegó una acción oportuna, operacional o funcional, creando un riesgo jurídicamente desaprobado, causa eficiente que ocasionó el deceso y lesiones del personal militar”, agregó la Fiscalía Militar.
Así mismo, indicó que la falta de disciplina militar de la unidad fue grave. “Disponía de los recursos y medios, puesto que recibió abastecimiento para 15 días, contaba con medios de comunicación, armamento y, adicional a ello, tenía la posibilidad real de mover sus hombres diariamente para evitar el resultado o aminorar el riesgo, omitiendo su deber de garante, donde el resultado (muerte y lesiones) tiene relación causal con la conducta del indiciado”, dijo.
“A pesar de saber que debía realizar movimientos nocturnos de desubicación, el pelotón permanece en el mismo lugar durante cuatro días, lo que resulta en un ataque por el ELN y la muerte de cinco soldados, así como lesiones a otros”, indicó la Fiscalía Penal Militar.