La rutina de Viviana Muñoz, la sicóloga que asesinaron en la tarde de este miércoles en San Vicente del Caguán, no era complicada. Solía hacer ejercicio en la mañana, y luego partía a su trabajo en la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN). Allí ayudaba a excombatientes de las Farc en su proceso de volver a la vida civil en el departamento del Caquetá. Luego de su trabajo de campo regresaba a casa a registrar lo que había hecho en el día con los excombatientes. El miércoles todo transcurrió con normalidad, hasta que su hermano se empezó a preocupar porque no llegaba a la hora que siempre lo hacía. A las nueve de la noche la angustia creció. Su esposo Mauricio Quiroga se intentó comunicar con la Policía, habló con sus compañeros y el jefe de su esposa. Cada minuto le pareció eterno en esa larga noche. Quiroga, enfermero de profesión, dijo que el compromiso social que tenía Viviana afectaba un poco su relación, pues tenía que pasar largas temporadas sin ella a su lado. Puede leer: Asesinado comunicador Víctor Diago en Riohacha Viajó a Florencia y aterrizó a las 2 de la tarde, pero apenas prendió su celular recibió la mala noticia. Un mensaje que anunció la muerte de Viviana. El 21 de enero iban a cumplir 7 años de estar casados, tenía 33 años. “Siempre fue una profesional íntegra, prudente y su vocación de servicio la impulsaba a participar en procesos de reconciliación y diálogo. Estuvimos distantes mucho tiempo”, dijo su esposo. Precisamente en Florencia fue donde se enamoraron y se casaron. Junto con la sicóloga fue encontrado también el cuerpo de Jesús Ignacio Gómez Ávila, un comerciante y líder de la zona. Ambos estaban muy cerca el uno del otro, con varios disparos en la vereda Minas Blancas. La ARN lamentó lo sucedido y expresó sus condolencias. “Estos hechos deben ser objeto de investigación de las autoridades competentes para establecer las posibles causas e identificar los responsables de la muerte de Viviana Muñoz”, escribieron en las redes sociales de la organización. Le recomendamos: El viaje de la Defensoría del Pueblo a la zona donde se perpetró la masacre del Naya Mauricio Quiroga, su esposo, no ha dejado de publicar en redes mensajes de cariño a su amor. “La serenidad de tu voz, ese hablar pausado, siempre lo voy a recordar”, dijo en un poema que le dedicó. Aunque también ha expresado su rabia en una foto a blanco y negro donde sale la pareja Quiroga escribió “país de hijueputas”. No se sabe si el homicidio tuvo que ver con el trabajo que Muñoz desempeñaba con excombatientes. El padre Francisco de Roux, miembro de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, mostró su indignación y condolencias. “El asesinato de Viviana Muñoz es un crimen horrible contra las mujeres entregadas a la paz. La matan en su trabajo, sicóloga de ARN  en San Vicente de Caguán. ¿Hasta cuándo vamos a destruirnos entre nosotros?”. En un emotivo e íntimo video, grabado en octubre de este año, cuando Viviana todavía estaba en este mundo, Mauricio Quiroga le habla a la cámara desde la distancia y le habla a su esposa. “Pienso en ti todo el tiempo mi cielo. Me encantas desde la primera vez que te besé en las calles de Florencia, ¿sabes qué es lo más triste? Que estoy sin ti”.