Desde hace unos días, el subgerente de RTVC, Hollman Morris, quedó en el centro de la polémica después de que se conociera una queja en su contra por supuesto maltrato laboral.
En ese sentido, SEMANA conoció el documento completo en el que la directora de Señal Colombia, Silvana Orlandelli, se queja con la gerente de RTVC, Nórida Rodríguez, quien a su vez interpuso la queja ante la Procuraduría. Asegura que se siente perseguida y que se le estarían vulnerando sus derechos como trabajadora.
Ahora, el portal Volcánicas reveló que luego de hacer la denuncia, en 2019, Natalia, una de las denunciantes, la llevaron a un potrero en un municipio cercano en Bogotá, donde la amenazaron con un arma, y la obligaron a cavar un hoyo, donde posteriormente pusieron su cara.
“Nunca me quitaron el celular, ni me esculcaron la maleta, solo me dijeron que eso me pasaba si seguía hablando de Hollman, que me quedara callada. Que callada era mucho mejor para mí, mi mamá y mi hermana”, contó Natalia, cuyo nombre ha sido modificado para su protección.
Ahora, casi cuatro años después, y tras posesionarse en el cargo de subgerente de televisión de RTVC, en julio de 2023, con el apoyo del presidente Gustavo Petro, salieron a la luz una nueva serie de denuncias en su contra.
El portal habló con algunas denunciantes, por medio de entrevistas directas, que cuentan, según explican, con el respaldo de fechas precisas y chats de soporte fechados.
“Cuando salgo a hacer la denuncia pública empieza la oleada de amenazas. Pusimos denuncias porque ocurrieron tres hechos de amenazas graves. El primero fue el de las redes. Llamaban a mi número, me trataban supermal y me decían que me callara, que si no, me iban a matar”, relató Natalia, una de las denunciantes.
Del mismo modo, recibió varios panfletos con sangre donde la “obligaba” a que se callara. En 2019, se cambió de vivienda, y en el lugar donde trabajaba fue extorsionada por una mujer, quien decía que contaría dónde estaba si no le daba dinero.
“Varias veces llegó a donde yo estaba viviendo, me tiraba piedras, me dejaba mensajes debajo de la puerta. Llegaba a mi lugar de trabajo y pedía cosas y cuando iba a pagar, decía ‘ella lo va a pagar’ y se iba”, aseguró.
Ante los hechos, la Policía le entregó un radio con el que podría reportarse todos los días a las 6 a. m. y 6 p. m., y dijo que pese a que reportó la amenaza ante la Unidad Nacional de Protección, nunca le respondieron.
También contó que ha visto afectada su salud mental, mismo caso de Carolina Valencia, quien explicó que luego de ser secretaria de Morris, tuvo un intento de suicidio.
Fue diagnosticada con depresión y, hasta el momento, continúa en terapia psicológica, psiquiátrica y bajo medicación.
Así las cosas, el pasado 21 de junio, cuando estaba en su casa viendo televisión, una piedra rompió una de las ventanas de la sala en la que se encontraba. Todavía no hay claridad sobre el responsable de este suceso ni los motivos.
Y María Antonia García, una de las denunciantes que ha ganado mayor visibilidad, contó haber padecido revictimización por parte de las autoridades.
Luego de acusarlo de acto sexual violento, la Fiscalía la citó a declarar y, Dos años más tarde, en 2022, recibió una notificación por correo electrónico indicándole que su caso se había archivado. La razón esgrimida fue que la jurisdicción no recaía en Colombia, sino en España, el país donde sucedieron los hechos denunciados.
Tras pedir que se desarchivara el caso, en agosto de ese año las autoridades admitieron que sí había jurisdicción del caso y en octubre de 2022 nuevamente lo archivaron.
En abril de 2023 pidió otra vez que desarchivaran el caso, a lo que la Fiscalía se negó a hacerlo, sumado a que cambió el delito y lo pasó de acto sexual violento a injuria por vía de hecho, en el que cambian las motivaciones del agresor, según informa María Antonia.
“El acto sexual violento está enfocado hacia el propio placer sexual del agresor, que era claramente lo que buscaba Morris al besarme a la fuerza y manosearme y no dañar mi honra y buen nombre, como lo contempla la injuria”, explicó María Antonia a Volcánicas.
Según Morris, sí besó a María Antonia, aunque su argumento es que fue un acto consentido, cuando ambos estaban en estado de embriaguez, y pese a que esa noche hubo cuatro personas, cercanas al exconcejal, testigos del hecho, ninguna ha declarado o testificado a favor ni en contra.
Luego de esto, el mismo funcionario reveló los chats que sostuvo con María Antonia. “Ha tratado de desprestigiarme a mí para que mi testimonio no sea válido”, explica.