El pasado 19 de junio, Colombia eligió al que será su presidente por los próximos cuatro años: Gustavo Petro. El candidato del Pacto Histórico se quedó con el puesto ejecutivo más importante del país luego de derrotar en las urnas al exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, con un resultado de 11,2 millones y 10,5 millones de votos, respectivamente.

De acuerdo con la Registraduría, el total de la votación fue de 22′658.694 personas, de las cuales, 21′861.425 votaron por alguno de los candidatos, mientras que el resto votó en blanco o simplemente no marcó su voto o este fue anulado.

Así, fue 58,09 % del censo electoral total el que se acercó hasta las urnas el domingo en todo el territorio nacional.

Sin embargo, en medio de todos estos datos sorprendió el hecho de que el voto en blanco, una de las figuras electorales más importantes del país, no tuvo el protagonismo que se reportó en elecciones anteriores; de hecho, no alcanzó el porcentaje que se vislumbró en casi todas las encuestas realizadas, el cual era igual o superior al 5 %.

Para esta segunda vuelta, el voto en blanco tuvo un apoyo de solo el 2,24 % de la votación total, es decir, 501.987 votos.

Cabe recordar que esta votación es la menor en los últimos 20 años, teniendo en cuenta que, al menos en segunda vuelta, el voto en blanco no había bajado del 3 %.

En 2002, el 3,3 % de los sufragantes eligió esta opción, con un total de 196.116 votos. Para dicha elección solo se puede hablar de la primera vuelta presidencial, pues a Álvaro Uribe solo le fue necesaria esta instancia para hacerse con la Presidencia con 5′862.655 (54,51 % de la votación).

Cuatro años después, Uribe volvió a repetir su “hazaña”, al ganar nuevamente en primera vuelta con 7‘397.835 votos. El voto en blanco tuvo el apoyo de 226.297 colombianos, es decir, el 3 %.

En 2010 se volvió a vivir una segunda vuelta presidencial en Colombia, esta vez con Juan Manuel Santos y Antanas Mockus como protagonistas. Para entonces, entre ambos candidatos obtuvieron un total de 13´337.658 votos, mientras que el voto en blanco, con el 3,3 % de la votación, alcanzó 445.330 votos.

Para la reelección de Santos (2014) la situación de inconformismo entre la población fue mayor, alcanzando porcentajes elevados en relación con comicios presidenciales anteriores: 6 % en primera vuelta y 4 % en la segunda vuelta, que enfrentó a Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga.

Por último, en 2018, los colombianos se sintieron mucho mejor representados en primera vuelta, tal como lo demuestra el 0,31 % que simbolizó el voto en blanco en dicha instancia; sin embargo, para la segunda vuelta entre Iván Duque y Gustavo Petro, la polarización aumentó de tal forma que impulsó a 4,2 % de los colombianos a optar por el voto en blanco.

¿Qué tanta importancia tenía el voto en blanco en esta segunda vuelta?

De acuerdo con la Registraduría Nacional, cuando el voto en blanco gana en una elección, es decir, obtiene el 50 % + 1 de los votos totales, el proceso electoral cambiará sustancialmente, ya que “deberá repetirse por una sola vez la votación para elegir miembros de una corporación pública, gobernador, alcalde o la primera vuelta en las elecciones presidenciales”.

Ahora bien, en el caso de elecciones presidenciales, esta figura adquiere este poder solo en la primera vuelta; para la segunda vuelta, aunque aparecerá en el tarjetón, en caso de ganar no será tenida en cuenta para el cambio de candidatos. En esta instancia, debería sí o sí haber un candidato ganador.