Ante la Comisión Primera de la Cámara de Representantes fue radicado un proyecto de ley que tiene como objetivo instalar el voto obligatorio en Colombia, con el fin de disminuir la abstención en los procesos electivos.
El proyecto fue radicado por el representante Jorge Enrique Benedetti del partido Cambio Radical y, en caso de ser aprobado, modifica el artículo 258 de la Constitución Política de Colombia.
De acuerdo con Benedetti, si se aprueba esta iniciativa podría aplicarse por un periodo de 12 años y así se aseguraría que no hayan más “baches electorales” por las personas que no participan de las elecciones democráticas. Hay que recordar que en 2022 hay elecciones legislativas y presidenciales en Colombia.
“Buscamos lograr la reglamentación legal del deber de votar, como un deber obligatorio durante un periodo de 12 años. Con esto, queremos combatir la abstención electoral, proteger los recursos públicos destinados a las elecciones y buscar mayor gobernabilidad”, dijo Benedetti a El Nuevo Siglo.
Según el legislador, este proyecto de ley cuenta con el respaldo de todos los partidos políticos, por lo que cree que no es posible de que se hunda como lo hizo su predecesor.
“Con la ayuda de distintos académicos, sectores sociales y otros congresistas logramos nutrirlo y hacerle algunas modificaciones. Justificamos por qué la ley sí puede reglamentar la obligatoriedad del deber de votar, y ya no será la Registraduría quien reglamente este acto legislativo, sino el Consejo Nacional Electoral”, dijo el congresista.
El propio Benedetti espera que la iniciativa vea el visto bueno por parte de los congresistas lo más pronto posible con el fin de que entre a regir a partir de las elecciones legislativas que se llevarán a cabo en marzo del 2022.
Y es que el abstencionismo en los procesos de votación es un fenómeno que se ha presentado con frecuencia en Colombia desde hace varios años atrás. Según cifras oficiales, en las elecciones presidenciales de los últimos años se registra que el abstencionismo fue del 55,3 % en 2006; en 2010 del 56,1 %; en 2014 del 52,6 % y en 2018 del 47 %, uno de los pocos años en que no superó la mitad. Históricamente, el abstencionismo no ha sido menor al 40 %.
El mismo Benedetti ya había presentado un proyecto similar en 2018 que fue rechazado por los congresistas.
Así va la intención de voto en Colombia
Gustavo Petro, líder de la Colombia Humana, sigue punteando en la intención de voto en Colombia. Según la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA, obtiene el 19,7 por ciento. Sus contrincantes, en cambio, se ubican a una distancia abismal, y las cifras realmente demuestran que el voto antipetrista está atomizado para las elecciones presidenciales de 2022. El exalcalde de Bogotá no tiene todavía cómo ganar solo en primera vuelta la Casa de Nariño. Sin embargo, ha empezado a recuperarse de su caída en medio del paro nacional.
Entre mayo y septiembre, Petro perdió ocho puntos porcentuales, de los cuales ya recuperó casi tres. Por el contrario, sus competidores bajaron o se estancaron, y todos se encuentran por debajo del 6 por ciento, en un hecho inédito en la historia reciente del país a estas alturas de la contienda.
¿Por qué Petro luce hoy como un Goliat y los demás como unos enanitos políticos? La respuesta reúne varias explicaciones. Él sí está haciendo campaña, es disciplinado y, a pesar de la controversia por sus concentraciones masivas, estas demuestran que sabe que un presidente se gana los votos en las calles y al lado de la gente. Es muy fuerte en redes sociales, pero no ha caído en el error de creer que se puede ganar una elección solo a punta de Twitter.
Petro está presente los siete días de la semana en el debate público. Dice lo que la gente quiere oír, y, aunque es tildado de populista, sus posturas generan conversación y obligan a los medios de comunicación a registrarlo y a mantenerlo vigente. Es un político en campaña permanente, como lo anunció el día en que perdió frente a Iván Duque en la segunda vuelta de 2018.