Popularmente, se dice que del dicho al hecho hay muy trecho. Y esta expresión en la política viene tomando fuerza.
Así lo demuestran los resultados de la más reciente Encuesta de Cultura Política, elaborada por el Dane, en la que se midieron las posiciones ideológicas que predominan en el país y los ciudadanos se clasificaron de derecha, centro o izquierda.
El estudio consultó la opinión de 71.986 personas y arrojó como resultado que la mayoría de los colombianos se considera de centro. El dato es muy distinto a lo que ocurre en las urnas, donde los candidatos con tesis más claras hacia la derecha y la izquierda resultan favorecidos electoralmente. Según la medición del Dane, el 44,3 por ciento se declaró de centro, el 17,9 por ciento de derecha y el 14 por ciento de izquierda. El 23,8 por ciento no tomó ninguna posición.
Hoy, vale la pena contrastar esta información con los resultados de las consultas interpartidistas del 13 de marzo. El Equipo por Colombia, de centroderecha y derecha, logró 4,14 millones de votos; el Pacto Histórico, en la izquierda, recibió 5,8 millones de votos y la Coalición Centro Esperanza, autodenominada de centro, obtuvo apenas 2,28 millones, es decir, menos de la mitad de los votos de las otras dos alianzas.
Adicionalmente, el Congreso elegido evidencia que, de las cinco principales fuerzas que dominarán el Senado a partir del 20 de julio, cuatro son partidos de derecha o de izquierda y apenas uno de centro, representado en la Coalición Centro Esperanza
.A la luz de las encuestas presidenciales, el panorama es muy similar. Según la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría revelada por SEMANA, los dos candidatos que lideran son Gustavo Petro, quien pertenece a una coalición de fuerzas de izquierda, y Federico Gutiérrez, apoyado por partidos con posturas de centroderecha y derecha. La opción de centro, representada en Sergio Fajardo, aparece de cuarta en la intención de voto.
A partir de los resultados del estudio del Dane y la votación, surgen preguntas: ¿los colombianos sienten algún temor de expresar su verdadera posición política? ¿Hay un voto vergonzante, aquel fenómeno en el que el elector prefiere no revelar su verdadera intención de voto?
Yann Basset, docente de la Universidad del Rosario, dijo recientemente que esta tendencia viene dada por razones históricas y asociadas al conflicto armado, porque la izquierda se ha asociado a la guerrilla y la derecha al paramilitarismo. Dichas estigmatizaciones causan un inmenso daño y deterioran el debate público en Colombia.
Según el docente, la noción de estas posiciones políticas en Colombia se construyó a partir del conflicto armado y por eso sigue existiendo un recelo en la gente para calificarse en una orilla u otra. Esta situación ha llevado a que los propios candidatos y las organizaciones políticas eviten a toda costa ser etiquetados.
Gustavo Petro, el candidato que lidera las encuestas a la presidencia, a pesar de pertenecer a una coalición de partidos de izquierda, ha insistido en que no es de izquierda.“Es que yo ya no divido la política entre izquierdas y derechas, como se hacía en el siglo XX (...) La política en el siglo XXI está atravesada por otra inquietud diferente y dos grandes campos que son la política de la vida y la de la muerte”, afirmó Petro, quien dijo que él se definía “de la política de la vida”.
Por su parte, Federico Gutiérrez, quien se disputaría con Petro la presidencia en una segunda vuelta presidencial, según todas las encuestas, se inscribió a la presidencia por firmas y ha insistido en que no es de derecha ni de izquierda. Fico tiene el apoyo de partidos ideológicamente volcados hacia la derecha y la centroderecha, como La U, el Partido Conservador, Mira y, además, cuenta con el respaldo de militantes del Centro Democrático.
En la campaña de 2018, el entonces candidato Iván Duque dijo que él pertenecía al “extremo centro”. De hecho, su partido, el Centro Democrático, a pesar de defender posturas de derecha, se bautizó con la palabra “centro”.
Abstencionistas
Estas posturas de los dirigentes, candidatos y partidos terminan por convertirse en otro factor para que los ciudadanos prefieran denominarse de centro, pues se desdibuja la frontera entre una u otra posición.
El politólogo de la Universidad Nacional Rodrigo Sánchez sostiene que generalmente se asocia a la derecha con el libre mercado y con el rechazo al aborto, al matrimonio LGBTI y al contenido de algunos puntos del acuerdo de La Habana con las Farc. “Pero si un ciudadano está de acuerdo con el libre mercado, rechaza el aborto y a su vez está a favor del acuerdo de La Habana, pues se clasifica de centro, porque no cumple con todas las dimensiones de la derecha”, dijo Sánchez.
La politóloga Natalia Hernández explica que, más allá de los tratados de ciencia política y lo que digan las definiciones teóricas, en la práctica, el centro es “muchas veces una ausencia de representación en las otras posturas políticas”.
“Los que se consideran de centro son, según el Dane, la mitad de los colombianos, y el abstencionismo en Colombia bordea el 50 por ciento, es decir, que puede haber una correlación entre la ausencia de representación, el autodenominarse de centro y la abstención”, explicó Hernández y agregó que los que van a las urnas son los que tienen clara su posición, que generalmente es “hacia los extremos políticos”.
De acuerdo con la encuesta de Cultura Política del Dane, a las personas que manifestaron no haber votado en las pasadas elecciones locales se les preguntó las razones por las cuales no lo hicieron. El 37,2 por ciento dijo que no votó por desinterés, el 32 por ciento porque los “candidatos prometen, pero no cumplen” y el 27 por ciento alegó falta de credibilidad en el proceso electoral.
Frente a la pregunta sobre si se identifican con alguna organización política, el 90,5 por ciento manifestó no sentir identificación con ninguna.
De hecho, según la medición, apenas el 8,5 por ciento siente confianza por los partidos y solo el 10,6 por ciento confía en el Congreso. Asimismo, únicamente el 12,4 por ciento manifiesta estar satisfecho con la manera en que la democracia funciona en Colombia. En 2019, dicha satisfacción era del 16,5 por ciento, es decir, que disminuyó cuatro puntos porcentuales.
En medio de la desconfianza en las instituciones y las fronteras entre izquierda y derecha, y si eso es realmente importante a la hora de que el Estado resuelva los principales problemas, algunos ciudadanos optan por el centro para definirse ideológicamente, según el estudio. Pero el comportamiento en las urnas refleja otra cosa.
De ahí que hoy Gustavo Petro y Federico Gutiérrez estén enfocados en conquistar ese voto de centro, el único espacio que tienen para crecer. ¿Quién logrará conquistar más estos votos claves para llegar a la presidencia?