En las últimas horas el partido Dignidad, que avaló la aspiración de Jorge Enrique Robledo a la presidencia, decidió dejar a sus militantes en libertad ante las distintas posiciones de apoyar a uno u otro candidato. El senador dice que votará en blanco porque ningún candidato lo convence, y hace una defensa de esa posición.
SEMANA: ¿Cómo tomaron esta decisión como colectividad?
JORGE ROBLEDO: La decisión de ayer (lunes) fue tomada por unanimidad en unos términos muy cordiales y va a haber distintas opciones, unos votarán por un candidato, otros por otro, y otros vamos a votar en blanco. Todo en un espíritu muy tranquilo y de mucha cordialidad.
Llegamos a esa decisión porque los desacuerdos son profundos, hay una gran confusión política, no es fácil unificar puntos de vista y consideramos que lo mejor para Dignidad como proyecto político a futuro fue esa decisión tranquila que tomamos ayer.
SEMANA: ¿Usted va a votar en blanco?
J.R.: Yo voy a votar en blanco, sí. Es una decisión que está tomada, porque no llenan mis aspiraciones las dos candidaturas presidenciales que hay. La Constitución y la lógica política permite votar en blanco, ya he tomado la decisión.
SEMANA: ¿Cómo defiende esa posición cuando se dice que votar en blanco no tiene ningún efecto real?
J.R.: Lo mínimo en un voto respetable es que sea un voto a consciencia. Yo el único voto que repudio es el voto producto de la corrupción o de la coacción, pero a consciencia, me parecen respetables todos los votos así yo no los comparta.
En este momento no comparto votar por Petro o por Rodolfo Hernández, pero me parece que quienes decidan así, honradamente, tienen el derecho a hacerlo. Lo mismo sucede con el voto en blanco, es una opción política y quienes no quieren escoger entre dos opciones, que no las consideran suficientes para sus puntos de vista.
Está establecido en la Constitución, no es cierto que se les sume a alguien, esa es una mentira que se repite mucho. No es fácil de tomar. Algunos la llaman tibia porque no hay voto más difícil que el voto en blanco, porque usted recibe fuego de todas las candidaturas, pero bueno, son mis convicciones, ustedes saben que así actúo y eso es lo que me indica mi análisis.
SEMANA: En 2018 Fajardo dijo que votaba en blanco y lo graduaron de “tibio”, un calificativo que hoy no se ha podido quitar, ¿no teme esas críticas a futuro para sus proyectos políticos?
J.R.: No, yo en el 2018 voté en blanco y me masacraron y todavía me masacran a punta de mentiras y canalladas. La gran mentira que se monta sobre el voto en blanco es que uno lo dice y hay unos que faltan a la verdad y otros que dicen que ese voto es por alguno, esos son cuentos, el voto en blanco es voto en blanco, es difícil, es una decisión dura de tomar, pero bueno, es lo que me indican mis convicciones y mis análisis.
SEMANA: ¿Existe alguna posibilidad de volver a conversar con el ingeniero?
J.R.: No, eso ya es una decisión tomada. Se ensayó y no se pudo. Él no aceptó nuestros puntos de vista, entonces, bueno se desbarata la cosa. Aclarar que nunca le intentamos imponer nada a la brava. El documento que le presentamos fue que él nos dijo que le presentáramos. Eso avanzó muy positivamente, pero en algún momento él consideró que no podía seguir con ese proyecto de alguna manera.
SEMANA: ¿Por qué no Petro?
J.R.: Él fue mi candidato a la Presidencia en el 2010 y tan vigorosa campaña le hicimos que hay un trino de él donde dice que fui yo y mis amigos los que le hicimos mejor campaña, inclusive más que los del M-19.
Ganó Santos y el Polo tomó la decisión por unanimidad en su comité ejecutivo de declararle oposición a Santos, cosa que era obvia, porque venía de ser el de Uribe. Y para nuestra sorpresa, el martes, al otro día de nosotros haber tomado esa decisión, Petro le anunció al país que él no acogía esa decisión y que él iba a ser un acuerdo con Santos. Hizo la foto y salió abrasado con Santos.
No solo hizo eso, sino que nos exigió que lo nombráramos presidente del partido, para desarrollar ese acuerdo. Votamos y decidimos que no lo queríamos ni de presidente ni hacer acuerdos con Santos. Se paró nos metió una vaciada y se salió del Polo, se dedicó a destruir al Polo. Es mentira que él se haya salido del Polo por los líos de los Moreno, ahí se rompió toda confianza y la política es eso, uno confía en alguien o pierde eso. A lo largo de los años lo que ha hecho es agravarla.
SEMANA: Hablando de Petro, usted ha dicho que tiene la cédula que verifica que él habría nacido en Zipaquirá y no Ciénaga de Oro, ¿cómo es eso?
J.R.: Él siempre ha dicho que es de Ciénaga de Oro y yo le creía, como todos, pero resulta que la semana pasada se publicó un video donde en una diligencia legal sale y dice que es de Zipaquirá. Le he preguntado y no ha querido responder, las barras bravas petristas me han matoneado desvergonzadamente.
Tengo en las manos la fe de bautismo de Petro que dice que nació en Zipaquirá, la cédula de ciudadanía que dice lo mismo, y el registro civil que dice que nació en Zipaquirá. Todo esto lo voy a publicar en un rato. Los petristas dicen que no importa dónde haya nacido, estoy de acuerdo, es respetable, lo que no lo es, es mentir sobre el sitio donde nació para engatusar y conseguirse unos votos disfrazado de costeño.
SEMANA: ¿Hay militantes en Dignidad que votarán por Petro y otros por Rodolfo Hernández?
J.R.: Sí así es. Pues no sé, estamos en libertad, entonces dejemos que cada uno anuncie lo que quiera anunciar. Hay libertad y vamos a respetar cualquier decisión. Hay esas 3 opciones.
SEMANA: ¿Qué viene para su camino político? Porque no vuelve al Congreso
J.R.: Ya veremos, pero cuenten con que muchas cosas seguiré haciendo. Seguiré luchando hasta el último día de mi vida. Tengo muchas cosas que hacer y oigo ofertas (risas). Pongámonos de acuerdo a ver qué hacemos para el desarrollo nacional, respaldando a los más débiles, defendiendo la soberanía nacional y todas mis convicciones. Seguiré escribiendo columnas, puede que retome un par de libros. Siempre habrá mucho que hacer.