Pasaron solo unas horas luego de que un juez declaró ilegal la captura de Carolina Galván y fue necesario que se acercara a una Comisaría de Familia para denunciar que fue víctima de amenazas de parte de su excompañero sentimental, Nilson Díaz, con el objetivo de cambiar su versión ante la Fiscalía sobre lo que pasó con la pequeña Sara Sofia. Así quedó registrado en varias constancias que dejó en la oficina a la que acudió la mujer.

En una declaración que fue rendida por un funcionario de la comisaría se explicó de qué manera llegó Carolina a advertir su denuncia. Dijo el funcionario que ella le informó que estuvo detenida en la cárcel El Buen Pastor, acababa de recobrar su libertad y que no tenía dónde quedarse; por eso llegó a la comisaría, no solo a denunciar las amenazas, sino buscar una solución a su situación.

El funcionario le tomó los datos, el relato de los hechos y le advirtió que debía acercarse a una Unidad de Reacción Inmediata (URI) para formalizar la denuncia por amenazas que dejaron como victimario a su excompañero sentimental y también procesado en este caso, Nilson Díaz.

“Le sugerí que se acercara hasta la URI de Usaquén e instaurara una denuncia por el delito de amenazas personales. No fue más. Ella se demoró unos 15 o 20 minutos acá en la comisaría y se fue. Andaba con una cobija de niña, posteriormente pasaron unos 10 minutos y llegó un policía a averiguar qué era lo que necesitaba la señora que acababa de salir de la comisaría y le conté lo mismo”, dijo el funcionario.

Advirtió el funcionario que ella no entregó más detalles ni números de contacto o direcciones, pues aseguró que no tenía dónde pasar la noche, así que salió con destino –intuye– a la unidad de reacción inmediata de la localidad de Usaquén.

“Ella no entregó información relacionada con direcciones o teléfonos, señaló que no tenía dirección de residencia ni teléfono de contacto y, sobre el señor Nilson, dijo que solo sabía que estaba residiendo donde un hermano en el municipio de Soacha”, señaló el funcionario.

En el relato que hace el funcionario asegura que Carolina le insistió sobre el motivo de la amenaza: cambiar su declaración por orden de Nilson Díaz en las actuaciones que siguen pendientes en la Fiscalía, que para el caso sería la imputación de cargos.

SEMANA conoció algunos documentos y constancias que quedaron luego de las advertencias que hizo Carolina Galván ante la comisaría de familia y posteriormente ante la URI, todas señalando que fue víctima de amenazas de Díaz, una vez quedaron en libertad por orden del juez que declaró ilegal la segunda captura que efectuaron autoridades.

“Hace un promedio de cuatro meses nos dejamos y no tenemos hijos; él me metió en el problema de la niña Sara Sofía y ambos estuvimos presos, él en La Picota y yo en El Buen Pastor, por espacio de tres meses; él me está amenazando de que debo cambiar la versión del caso de lo de la niña Sara Sofía o si no que algo me puede pasar, y yo no quiero cambiar nada porque no deseo meterme en más problemas”, dicen las constancias.

La defensa de Galván seguramente advertirá al juez de control de garantías que escucha la imputación de cargos sobre las amenazas de las cuales sería víctima su cliente, esto de cara a evitar una medida de aseguramiento en centro carcelario.

Una fundación advirtió a la Judicatura que sería la encargada de asumir la defensa de Galván, tras considerar que fue víctima de violencia intrafamiliar por parte de Nilson Díaz. Actualmente, Carolina se encuentra en la ciudad de Ibagué.