La posibilidad de regular el consumo recreativo de la marihuana entre los adultos vuelve al centro del debate. El senador del Pacto Histórico Gustavo Bolívar anunció que radicará nuevamente el proyecto que versa sobre esta materia.

“El 20 de julio presento de nuevo el proyecto de ley que regula la marihuana de uso adulto. Con nuestras mayorías vamos a aprobarlo. Dejaremos de matarnos por una planta que en USA produce 25.000 millones de dólares al año y mejora la salud del consumidor”, indicó Bolívar. a través de su cuenta de Twitter, generando una serie de comentarios a favor y en contra de su propuesta.

En esencia, la iniciativa plantea la regularización del cannabis y sus derivados para uso adulto solo en espacios permitidos. Según su impulsor, la iniciativa pretende arrebatarle el negocio al narcotráfico y darle un viraje a la guerra contra las drogas, pues sostiene que está perdida desde hace muchos años.

Aunque ese es el objetivo, alcanzarlo no es tan sencillo porque, por ejemplo, en Uruguay, que cumple casi ocho años con la marihuana legalizada, los opositores a la medida aseguran que la violencia asociada al narcotráfico se ha disparado y el país se ha convertido en un puerto para el envío de droga a Europa.

El senador Bolívar, quien ya ha luchado en otra oportunidades por regular la marihuana sin éxito en legislaturas pasadas, calcula que en la guerra contra las drogas, Colombia ha invertido más de 140.000 millones de dólares y ha perdido 31.000 vidas.

“El proyecto ganaría tres cosas: bajaría la delincuencia, mejoraría la salud del consumidor y reduciría la posibilidad de que los menores puedan acceder a ella”, asegura.

Aprobar una iniciativa de este tipo en el país tiene implicaciones, ya que la droga está relacionada con violencia, narcotráfico, adicción e inseguridad. Para un amplio sector de la sociedad es sinónimo de muerte y dolor. Por ello, en anteriores oportunidades este tipo de proyectos han fracasado de manera estruendosa.

Sin embargo, ahora hay dos factores que podrían hacer que la iniciativa tenga una suerte distinta: los sectores alternativos, que son los que apoyan este tipo de proyectos, pasaron de menos de 25 curules en el Senado a tener al menos 40 escaños, y la coalición de gobierno ahora girará alrededor del presidente electo Gustavo Petro, quien durante su etapa como congresista apoyó este proyecto.

Esta iniciativa también puede resultar una prueba de fuego para la naciente coalición de Gustavo Petro. Está por verse si este tipo de propuestas resultan en una fractura dentro de la coalición con los sectores más conservadores, que históricamente se han opuesto a la legalización de la marihuana. En todo caso, el hecho de que un partido se declare de gobierno no lo obliga a apoyar a ‘ojo cerrado’ todos los proyectos que tengan apoyo del Ejecutivo.

Hasta ahora, en Colombia solo se ha legislado en esta materia a través de un proyecto del entonces senador Juan Manuel Galán, quien en 2015 tramitó una iniciativa para legalizar el uso de la marihuana con fines medicinales. En esa oportunidad, con base en argumentos científicos, Galán logró convencer incluso a los políticos más conservadores que se oponían a esa decisión.

Siete años después, Galán dice que el proyecto “aún está en deuda con algunos puntos esenciales, especialmente con los pacientes, a los cuales se les debe brindar un acceso oportuno y ágil, precios justos, productos seguros y de calidad certificada”.