La primera condena por matoneo en la historia de Colombia se emitió hace ya cerca de dos años, en octubre del 2014, contra el joven Nicolás Hernández, quien le hizo una pesada broma a su compañera de clase Yadira Perdomo, que le causó graves lesiones que la marcaron de por vida.El hecho ocurrió el 25 de agosto del 2009 en el colegio Gimnasio Campestre Los Alpes, en Bogotá. Ese día, varios compañeros de Yadira –que en ese entonces tenía 16 años- la presionaron para que se subiera a un techo para coger una cartuchera. Luego, para bajar, ella buscó apoyarse en el marco de una ventana, pero Nicolás la cerró y ella no tuvo dónde posar sus pies. Inmediatamente cayó sobre un pupitre y se golpeó la columna. Yadira quedó en silla de ruedas.Para lograr la condena contra Nicolás, que tuvo que pagar un año de servicio comunitario por el delito de lesiones personales, la joven tuvo que enfrentar un largo proceso penal que después de cinco años, rindió sus frutos.Pero su lucha no termina. En un proceso civil que se adelanta contra el colegio, Yadira y su familia esperan que la institución educativa asuma la responsabilidad. También aspiran a ser reparados.Sin embargo, esto no ha sido tarea fácil. El colegio ha manifestado en diferentes ocasiones que se trató de un accidente y no de un caso de matoneo, como lo denunció la joven. Además, en los últimos cuatro años ella y su abogada, Ana Isabel Rubiano, han intentado hacer una audiencia de conciliación con la institución educativa, pero no lo han logrado.Precisamente para este martes, estaba programada esa diligencia en los juzgados de Paloquemao, pero a última hora fue aplazada por un recurso que tenía que revisar el juzgado, según le explicó Rubiano a Semana.com.La noticia indignó a Yadira y a su abogada, no sólo por todo el tiempo en que han intentado conciliar, sino porque la joven viajó el pasado fin de semana desde Estados Unidos –donde vive actualmente- para asistir a la audiencia.“Estábamos esperanzados en que se pudiera resolver. En que pudiéramos llegar a un acuerdo con el colegio”, manifestó la abogada a este portal. Por ahora, Yadira cuenta con que la diligencia sea reprogramada y seguirá a la espera de recibir la reparación y de que la institución educativa reconozca que su caso sí fue un episodio de matoneo y no sólo un accidente.