En un impactante episodio que salió a la luz recientemente, se conocieron casos de presuntos abusos en la Casa de las Siervas del Plan de Dios, ubicada en El Carmen de Viboral, Antioquia. Los pecados cometidos en este lugar, que irían desde el abuso psicológico hasta situaciones de índole sexual, han conmocionado a la comunidad religiosa.
La congregación, conocida por formar el grupo musical Siervas en 2014 -conocidas como las monjas rockeras-, se volvió internacionalmente reconocida por sus presentaciones en diversos países, incluyendo Ecuador, Chile, Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos, México, Costa Rica y Colombia. Sin embargo, tras el escándalo que estalló en 2022 en Perú, país de origen de la congregación, y en Chile, se reveló ahora un escabroso capítulo en Colombia.
Las monjas de esta comunidad, cuya selección de aspirantes se basaría en la solvencia económica de las familias, se destacaron por su grupo musical y llenaron grandes escenarios alrededor del mundo. Sin embargo, detrás de la fama, al parecer, se esconde una serie de actos ocurridos en el Hogar Santamaría, propiedad de una universidad regional, donde acogían a jóvenes de poblaciones vulnerables.
De acuerdo con El Tiempo, una joven que ingresó a las Siervas a los 17 años, aseguró haber sufrido múltiples agresiones en este hogar. Según su testimonio, fue sometida a torturas psicológicas, trabajos domésticos extenuantes y a obedecer sin tener derecho a expresar sus sentimientos. Además, denunció abusos sexuales de las mismas monjas que debían guiarla espiritualmente: “Según testifica, le aniquilaron la razón y el espíritu, la torturaron psicológicamente, la sometieron a duros oficios domésticos y a obedecer sin derecho a abrir la boca, como un borreguito que sigue ciegamente a su pastor sin saber que va directo al matadero. Una oveja mutilada”.
Según la denuncia recogida por el diario, uno de los primeros actos de abuso contra ella ocurrió por parte de una “consejera”, quien debía acompañarla “vocacional y espiritualmente”. “Ella ‒afirma‒ le empezó a escribir cartas y a regalarle dulces y chocolates, y le decía que quería ser su mejor amiga. Y cuenta que la obligaba a ir a su habitación, a la vista de sus compañeras, algo prohibido en una congregación religiosa cuya disciplina era digna de una cárcel”.
“Ahora entiendo que estaba intentando seducirme”, le dijo la exsierva al medio.
La víctima, ahora de 37 años, según el medio, ha buscado justicia y ha interpuesto denuncias en la Arquidiócesis de Lima, en Perú, donde también ocurrieron los abusos, y en la Diócesis de Sonsón-Rionegro, en Colombia. A pesar de los esfuerzos, lamenta sentirse perdida en un mundo desconocido, habiendo salido de la comunidad hace cinco años.
“Yo no quería, pero me obligaba a entrar a su habitación. Entonces, se tiró encima de mí en un mueble; me sentía incómoda al sentir su cuerpo encima del mío, pero no me atreví a decirle nada. Solo hice el ademán de que no había pasado nada. Ella se reía y no se salía de encima de mí; fue horrible sentir sus pechos encima. Traté de pararme y nuevamente me cogió los brazos y empezó a saltar, y se volvió a tirar encima. Y hacía que se reía y que por eso no se podía parar. Ahora que estoy afuera de la comunidad, me doy cuenta de que eso no pasa en la vida real: eso pasa en las películas románticas”, dice la denuncia que interpuso en 2022 ante la Arquidiócesis de Lima, donde está la sede de las Siervas del Plan de Dios; además, fue la que habría enviado a la Diócesis de Sonsón-Rionegro, “porque fue allí donde, según ella, ocurrieron esos abusos”.
El escándalo, que involucraría a monjas destacadas, pone de manifiesto la gravedad de los abusos dentro de conventos y monasterios, un tema que ha estado en la sombra en comparación con los casos de abusos clericales más conocidos, como la pederastia de los sacerdotes.
Hasta el momento, no se conoce pronunciamiento oficial de la Casa de las Siervas del Plan de Dios.