En medio de la tristeza y el dolor por el brutal asesinato a sangre fría de su esposo, el fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, en una playa de Barú, en Cartagena, el 10 de mayo de 2022, la periodista Claudia Andrea Aguilera entregó su única declaración a la Fiscalía y regresó a su país. SEMANA presentó la primera parte de su relato y ahora entrega más detalles respecto a lo que la mujer le dijo al ente acusador.

“Nuestra relación como tal inició a finales de septiembre de 2021, pero él quería manejar la relación con discreción. Desde finales de noviembre él se quedaba en casa de mis padres conmigo, él se quedaba casi todas las noches, empezamos a hablar de matrimonio, nosotros venimos de familias muy conservadoras, surgió el tema de casarnos. El día 30 de diciembre fuimos a cenar al hotel La Misión, fue allí donde me propuso matrimonio y me entregó un anillo de compromiso, empezamos a organizar todo para el 27 de agosto de 2022, pero el día 12 de febrero de 2022 me hago una prueba de embarazo en casa, arrojando positivo, decidí realizar una prueba de laboratorio, la cual también salió positivo, fue allí donde decidimos casarnos antes, él decía que para que yo no tuviera la barriga muy grande, para no estar incómoda. Decidimos por disponibilidad del lugar y de la iglesia San José de Asunción, decidimos fijarlo para el 30 de abril a las 9 horas. En marzo empezamos a hablar al médico, para ver la posibilidad de viajar, ante la respuesta positiva del médico, él me decía que no fuéramos lejos por el viaje pesado y que fuera económico. Las propuestas eran, Bariloche (Argentina), norte de Brasil, Punta Cana (República Dominicana), Colombia. Yo miré en redes fotos de playa y me llamó la atención Barú, yo quería conocer Cartagena, decidimos Barú y la mamá del que vende paquetes turísticos nos armó un paquete de dos noches en Cartagena y cuatro en Barú. El costo del paquete fue cancelado en su totalidad por transferencia bancaria”, aseguró Aguilera.

Aguilera, en medio de la crisis, sacó fuerzas para detallar los hechos que rodearon el asesinato de Pecci. Este testimonio se conoce días antes de que empezara el juicio contra Francisco Luis Correa, señalado como uno de los cerebros del crimen, el único de los cinco capturados que no aceptó cargos. Sus compinches confesaron y fueron condenados a más de 25 años de prisión.

“Nosotros salimos de Asunción, Paraguay, el día miércoles 4 de mayo, en la madrugada, en la aerolínea Copa Airlines. El vuelo sale a las 1 horas desde Asunción, hace escala en Panamá a las 6.14 horas, llegando posteriormente a Cartagena, a las 9 horas, al llegar al aeropuerto de Cartagena, nos recoge un automóvil de color blanco conducido por un hombre joven, moreno, quien nos llevó al hotel NH Royal Urban, al llegar al hotel nos registramos, posteriormente fuimos a la habitación, nos tardamos aproximadamente una hora, nos cambiamos de ropa y salimos a caminar y fuimos a almorzar en un restaurante que queda en la plaza Santo Domingo, después de eso nos vamos al hotel a descansar, Marcelo pidió que nos cambiaran de habitación, nos pasaron para una con balcón, nos decoraron la cama, en la noche salimos a recorrer el barrio Getsemaní, yo tenía un vestido azul y amarillo, él tenía una camiseta azul y pantaloneta oscura y él zapatillas negras marca Nike”, agregó.

Marcelo Pecci, el asesinado fiscal antimafia de Paraguay

“Cenamos esa noche en el restaurante San Nicolás de Getsemaní, ese día estuvimos casi todo el tiempo a pie, luego regresamos al hotel a descansar. El día 5 de mayo nos levantamos a eso de las 8:30 horas, desayunamos en el hotel, subimos a la habitación y luego salimos a tomar un taxi hacia el Castillo de San Felipe, eran como las 10 am aproximadamente, ese día yo tenía un short blanco, camisa marrón, él tenía una camiseta azul de Bubba Gumb y zapatos negros, nos devolvimos en un taxi desde el Castillo San Felipe hasta el hotel, descansamos un rato y salimos al Subway que queda más cercano al hotel a eso de las 13 horas, de allí regresamos al hotel a descansar y posteriormente salimos a Café del Mar porque teníamos una reserva a las 17 horas, yo vestía un vestido blanco floreado, y él tenía una camiseta rosada o fucsia, allí estuvimos hasta las 18:30 horas, de allí salimos para el hotel a pie. De allí, ese día no volvimos a salir”, aseveró la mujer ante el ente acusador.

“El día 6 de mayo, nos levantamos a las 8 horas, desayunamos y fuimos caminando al Getsemaní a comprar souvenirs y los zapatos del bebé para una foto que le había propuesto del bebé anunciando mi embarazo. Yo tenía un vestido rojo y zapatillas, él tenía una camiseta oscura y bermuda negra y zapatos negros Nike, salimos como eso de las 9 horas, nos regresamos a pie y nos alistamos porque ese día nos recogían para ir a Barú. Antes de eso aprovechamos a buscar palenqueras para tomarnos una foto, a eso de las 13 horas nos recogen en el hotel, en una mini van blanca. De mi estadía en el hotel NH Royal Urban me causó curiosidad que había unos sujetos arreglando el cielo razo del techo, ellos estaban allí todo el día y veían a qué hora salíamos, uno de aproximadamente 45 y 55 años de edad, de contextura gruesa, de estatura baja, el otro era más joven, de contextura atlética, de aproximadamente 1.80 de estatura, tenía una especie de rastas cortas en el cabello, mi habitación era la 535″, agregó Aguilera.

Se trata de una declaración que entregó en Cartagena, en la seccional de la Fiscalía en Bolívar, en donde arrojó tal vez la principal pista para hallar a los sicarios. “Yo miré unos videos del hotel y miré al sujeto nuevamente. Es el mismo tipo que yo vi, son las características de esa persona. Luego miré también un video de donde embarcan las lanchas y los jet ski, y es el mismo sujeto. Lo reconozco porque es de contextura delgada, atlética, de buena constitución física, moreno y vestía con ropa oscura, una bermuda y sombrero de ala corta. Es el mismo que le disparó a mi esposo”, dijo con contundencia la periodista Claudia Aguilera.

El asesinado fiscal Marcelo Pecci y la periodista Claudia Aguilera | Foto: (Foto: captura/Instagram/aguileraclaudi).

Desde que se conoció el suceso, la misma Fiscalía General de la Nación de Colombia cuestionó el hecho de que una persona de semejante perfil, con las precauciones que debía tener, diera cuenta en redes sociales, a través de su esposa, de los movimientos que hacían. De hecho, en Vicky en Semana, el fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, dijo que le llamó la atención que un fiscal de estas características dejara huella en redes sociales de lo que hacía. “Llamo la atención de lo siguiente, la necesidad de que funcionarios de alto nivel sobre estos asuntos no deben exponerse a estos delincuentes a través de esas redes. Creo que eso es un mensaje que debemos mandar todos los ciudadanos y es la capacidad que pueden tener esas redes delincuenciales de saber cómo se está moviendo uno en diferentes lugares por cuenta de las ubicaciones que uno mismo pudiera estar dejando en su celular, en sus redes. Son temas que llaman la atención de la Fiscalía General”, aseguró.

Allí, en su declaración, ella dio cuenta del uso de las redes sociales con autorización de su esposo. “Yo siempre que iba a publicar algo le consultaba, porque él no tenía redes sociales, entonces le decía que si lo podíamos hacer o si se sentía expuesto. Él me decía que no”. Precisamente, las redes sociales se convirtieron en sus verdugos. Al momento de la captura de los criminales, tanto la Fiscalía como la Policía confirmaron que los delincuentes no solo los siguieron a cada sitio que visitaban, sino por sus redes sociales, en las que iban dejando pistas con cada publicación. Las cámaras de seguridad de la ciudad dan cuenta de cómo los sicarios los seguían a cada paso.

“Mi perfil de instagram es público y tenía, para esos días, 8.500 seguidores. Soy muy activa en redes sociales, yo soy figura pública y pues yo utilizo las redes como medio de mi trabajo, me gusta relacionar mis publicaciones con mi trabajo, publico cuando entreno, cuando hago ciertas actividades, cuando visito lugares. a gente me ve muy noble, independiente, segura, soy muy activa, muy responsable con mi trabajo. Yo en lo personal me veo como una persona fuerte, siento la necesidad de ser fuerte. Emprendedora que le gusta imponerse metas”, agregó.