La Sala Penal de la Corte Suprema acusó a la exsenadora Zulema Jattin por el delito de concierto para delinquir agravado por sus presuntas alianzas con grupos paramilitares. La excongresista se pondrá a disposición del alto tribunal para volver a la detención domiciliaria en las próximas horas, medida que le fue concedida por ser madre cabeza de familia.La decisión se toma en medio de un escándalo que toca varios procesos de parapolitica, en los que el abogado defensor fue precisamente Gustavo Moreno, exfiscal que espera en La Picota su extradición a Estados Unidos por corrupción. Además acaba de ser denunciado por extorsión, por quien dice haberse visto forzado a ser su cliente: el senador Musa Besaile. Jattin fue mencionada por Salvatore Mancuso en el 2007, al lado de otros parlamentarios. El extraditado paramilitar aseguró que en la época de elección de gobernadores del 2003, seis congresistas conformaron "el sindicato" un grupo de seis congresistas que lo buscaron con el fin de que apoyara a un candidato que acabara con el dominio tradicional de la familia López Cabrales, cuyo candidato era Libardo López.Puede leer: Musa Besaile, el terrateniente detrás del senadorLos seis congresistas eran Zulema Jattin, Julio Manzur, Miguel de la Espriella (condenado), Eleonora Pineda (condenada), Reginaldo Montes (condenado) y Musa Besaile. Precisamente, los tres congresistas de este grupo que no han sido condenados son protagonistas del escándalo que puso a temblar a la cúpula de la justicia; en el caso de Manzur y de Jattin, su caso ya pasó de la etapa de acusación. Sin embargo, en el caso de Besaile el proceso aún continúa en preliminares y, según su abogado Julián Quintana, va rumbo a la prescripción en pocos meses. Fuentes consultadas en la Corte lo ven poco probable ya que el delito base de la parapolitica, concierto para delinquir, tiene una pena superior de 15 años para quienes fueron funcionarios públicos. Así las cuentas, desde la supuesta comisión del delito, 2003, quedarían casi dos años para que prescriba. El abogado indica que están pensado renunciar a la prescripción con el fin de darle transparencia al proceso. Asegura que a diferencia de los otros casos, el exjefe paramilitar se retractó más de cinco veces de sus señalamientos. Quintana precisa que en el caso particular de su defendido, durante más de una década el caso se ha mantenido estancado sin que aparezcan nuevas evidencias.Le recomendamos: La "extorsión" que denuncian Manzur y Besaile de abogados en nombre de magistrados de la CorteSin embargo, el manto de duda sobre las razones por las cuales nunca se expidió una orden de captura en su contra es parte del escándalo por las grabaciones de Estados Unidos y el mismo Besaile lo puso sobre la mesa. Admitió haber pagado 2.000 millones de pesos para frenar una orden de captura en su contra ante la misma Corte Suprema de Justicia. La supuesta amenaza de Moreno para el desembolso del dinero era que en el despacho de Gustavo Malo estaban avanzando dos órdenes de captura, contra Manzur y contra Besaile. Manzur no pagó y fue detenido. En el caso de Jattin, la exparlamentaria fue una de las clientas consentidas de Moreno que también aparece mencionada en las grabaciones de la DEA. Aunque se especula que existió una ruptura entre Jattin y Moreno por una orden de captura en contra Francisco José Jattin -exalcalde de Lorica, hermano de la excongresista- este sigue siendo uno de los temas que la Fiscalía revisa con lupa porque al igual que en otros casos, el implicado se entregó antes de que las autoridades fueran a buscarlo. Esta jugada abonó terreno para que le fuera concedida la casa por carcel. En el caso de Musa Besaile, extorsión o no, solo uno de los seis señalados en aquella declaración de Mancuso no ha pasado de preliminares en la Corte y ese es el que pagó.