El orden público en el municipio de Soledad, en el área metropolitana de Barranquilla, es muy complejo pese a los controles que han adelantado desde la Policía Nacional. Este jueves, 5 de septiembre, el conductor de un bus de servicio público urbano de la empresa Cooasoatlan, fue asesinado por un supuesto pasajero.
La víctima de esta nueva acción de sicarios fue identificada por las autoridades judiciales como José Luis Chávez Ardila, de 51 años de edad, quien recibió dos impactos de bala: uno en su cabeza y otro más en una de sus manos.
Por el crimen de este hombre, la Policía Metropolitana anunció una recompensa de hasta 40 millones de pesos por los responsables, quienes serían integrantes del Clan del Golfo.
¿Cómo fue el asesinato del conductor?
SEMANA conoció, de manera preliminar, que el conductor había salido de la nevada, pasados los minutos, se subió un hombre que se hizo pasar como pasajero, cuando de repente sacó una arma de fuego y le disparó en varias oportunidades.
El hombre recibió dos impactos de bala, por lo que lo trasladaron en una ambulancia hasta la Clínica AgrupaSalud, donde pese al esfuerzo de los médicos, se registró su deceso.
Tras este atentado, se conoció que desde la Policía Metropolitana de Barranquilla desplegaron a investigadores del Gaula con el fin de poder esclarecer este nuevo hecho de sangre que tiene en pánico al gremio de buses urbanos y a la comunidad en general.
Finalmente, el cuerpo sin vida fue trasladado hasta las dependencias de Medicina Legal en el sur de Barranquilla para respectiva necropsia.
Y es que esta empresa a la que estaba vinculado el conductor había estado bajo amenazas del Clan de Golfo, pues este grupo armado ilegal les estaba pidiendo una extorsión.
En uno de los panfletos que se conocieron en su momento, se pudo leer: “Por orden del Estado Mayor del Ejército Gaitanista de Colombia se le informa al gerente de la empresa de transporte Cooasoatlan que tiene 24 horas a partir de hoy para que se comunique con nosotros y poder dialogar de forma pacífica para llegar a unos buenos acuerdos que se vienen tocando con todo el gremio de transporte terrestre público aquí en el departamento del Atlántico”.
En el escrito aseguraban: “Estamos retomando el control absoluto del Atlántico y nos hacemos responsables del atentado del bus de la empresa Lolaya, el día 18 de agosto del año en curso, en el barrio Ciudadela Metropolitana, decisión tomada por culpa de sus dirigentes que hacen caso omiso a nuestro llamado buscando protección con el Gaula. No siempre van a estar cuidándolos”.
Entre tanto, la empresa Transportes Lolaya también fue blanco de los criminales que les lanzaron panfletos e incluso les realizaron dos atentados a los buses: el primero, fue con objeto contundente sobre la Avenida Circunvalar y el segundo ocurrió en el barrio Soledad 2.000, cuando sicarios en motocicleta le dispararon al vehículo que por fortuna no llevaba pasajeros.
La situación de orden público en el municipio de Soledad se le salió de control a las autoridades y la comunidad está pidiendo a gritos medidas más contundentes.