Bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) quedó una niña de 12 años luego de ser atendida en un hospital del departamento del Atlántico, tras conocerse que fue víctima de violencia sexual presuntamente por su padre y otras personas cercanas a su entorno familiar.
Según conoció SEMANA, las autoridades no quisieron entregar la ubicación exacta del caso, es decir, el municipio donde ocurrieron los hechos para proteger la integridad de la menor.
“Una vez el ICBF fue informado de los hechos, designó un equipo interdisciplinario que inició el acompañamiento técnico a la Comisaría de Familia, que por competencia territorial tiene el caso, para garantizarle a la menor de edad la atención necesaria requerida”, indicaron desde el Instituto de Bienestar Familiar Regional a SEMANA.
La niña fue ubicada en un Hogar Sustituto, luego de ser dada de alta por parte del sector salud.
“En este momento se llevan a cabo las acciones principales de la ruta de atención integral a víctimas de violencia sexual, para garantizar que la niña sea atendida por el sector salud y que se interpongan las denuncias pertinentes ante la Fiscalía. El ICBF confía en que las autoridades esclarezcan prontamente los hechos para determinar los responsables”, precisó el director regional Benjamín Collante.
Desde el Instituto rechazaron todas las formas de violencia en contra de los niños, niñas y adolescentes, y reiteraron a los padres de familia sobre la corresponsabilidad que tienen en la garantía de derechos de sus hijos.
Abusada en la noche de Halloween
En la capital del país también se conoció de un abuso sexual contra una joven, quien aseguró que había sido durante la celebración de Halloween este 31 de octubre.
“Quiero hacer una denuncia pública, porque el día 31 de octubre fui abusada en una estación de TransMilenio”, arranca diciendo con voz entrecortada la joven de 17 años que grabó un video y lo difundió en sus redes sociales contando a detalle lo sucedido, pretendiendo que las autoridades actúen y eviten más casos como este.
Ella, según describe, había tomado la ruta B13 que conduce al norte de Bogotá, se bajó en la estación de La Castellana, en esa misma descendió un hombre que miraba para lado y lado mientras sacaba algo de la maleta, describe la joven. En el lugar estaban solo los dos, así que la adolescente empezó a agilizar el paso con angustia.
“Era una estación en la que no había un solo policía ni un solo celador. Este hombre llega detrás mío y me amenaza con un cuchillo”, relata. Inicialmente, todo parecía un atraco, porque el hombre, que según describe la niña, tenía aspecto de habitante de calle, le pidió que le entregara todo lo que llevaba. Así que ella se quitó un canguro –bolso pequeño– que tenía terciado sobre su pecho. Él la empieza a requisar de arriba abajo sin encontrar su celular.
Mientras la amenazaba con el cuchillo se acerca a su cuello y “empieza a decirme muchas cosas obscenas, dice que quiere coger y no sé qué. Y entro totalmente en shock y no puedo responder absolutamente nada”, indica que trataba de reaccionar frente a todo lo que estaba pasando y no podía del mismo susto.
El hombre la tomó de la mano para obligarla a salir de la estación de TransMilenio. Una vez lo logró valiéndose de amenazas, el celular que ella escondía en su busto se asomó y sin dudarlo él se lo arrebató. La llevó atrás de la estación y allí todo empeoró.
“Se bajó los pantalones mientras me seguía teniendo amenazada y me obligó a practicarle sexo oral. Intentó tocarme por debajo del short (yo llevaba un short puesto) y acá –señala los senos–. Yo intentaba correrlo con las pocas fuerzas que tenía porque por el miedo no podía hacer absolutamente nada”, describe entre lágrimas.
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