Dos callejones que antes estaban colmados de cocinas artesanales se convirtieron en nuevos espacios libres para el paso peatonal y el goce de visitantes del Centro de Barranquilla. Enmarcado en el plan modelo de la transformación de este sector histórico de la ciudad, fueron puestos al servicio de la comunidad más de 530 metros cuadrados entre el callejón Robertico y el conocido callejón del ‘meao’.
Ambos espacios ahora con caras nuevas parecen ser un atractivo turístico más de la capital del Atlántico y ahora mejorarán la experiencia de los barranquilleros, al tiempo que promoverán distintas muestras artísticas, recreativas y culturales.
“Ponemos al servicio dos callejones muy importantes: el callejón del ‘meao’ y Robertico, que esperamos dinamicen ese centro comercial –la galería recuperada–, y que además nos permitan hacer eventos culturales. Por qué no, aquí, un bautizo, un matrimonio, un quinceañero; que poco a poco se vuelva un dinamizador de la cultura y la gastronomía en el Centro de Barranquilla. Estos son iconos que nos demuestran que sí es posible, además de la belleza natural que tiene nuestro Centro, nuestra belleza arquitectónica, nuestra riqueza, que hay que saber aprovechar”, expresó el alcalde Pumarejo.
El mandatario agregó que el objetivo es que se sigan recuperando espacios como estos, al tiempo que manifestó que dentro de poco se entregarán el mercado del Río, Gran Bazar, Sredni, Barlovento, entre otras nuevas plazas de mercado que se encuentran en ejecución.
“Lo que significa que vamos a poder sacar de las calles a 1.200 vendedores estacionarios de los más de 4.000 que hay censados en Barranquillita y en el Centro. Eso nos dará la posibilidad de despejar, de mejorar la movilidad, pero también de mejorar la calidad de vida de las personas”, dijo el alcalde.
En ese sentido, detalló que el trabajo que continúa es que las personas lleguen al Centro, lleguen a los mercados, para que así renazca, “que se llenen de vivienda, oficina y de trabajo para que de esa manera el Centro sea dinámico nuevamente. Poco a poco vamos enamorando a la gente; íconos como este van a hacer que la gente quiera venir a conocer las cosas que se están haciendo, que vean cómo el Centro puede renacer. La idea es irle cambiando la cara al Centro y trabajar con la gente para que puedan mejorar su oferta gastronómica y cultural”, enfatizó.
Detalles de la intervención
Ubicado en la carrera 42B entre calles 30 y 31, el callejón Robertico fue el primero que el alcalde Pumarejo recorrió con el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Ángelo Cianci, y con Noraldis Contreras, una de las 10 cocineras que fueron reubicadas dentro de la galería comercial Robertico.
En este punto, que también es conocido como el callejón de las cocineras, se recuperaron 350 metros en los que se arregló el sistema de alcantarillado, se hizo dotación de plantas, iluminación y arreglo de las paredes.
“Ahora me siento bien en la galería Robertico. Esta reubicación es lo mejor que me ha podido pasar porque antes en la calle me maltrataba el carretillero, la lluvia, el sol, ahora estoy maravillosa. Me siento excelente y feliz porque ahora me llegan más clientes a los que les doy un mejor servicio”, expresó
Por su parte el secretario Ángelo Cianci señaló que este proyecto es un nuevo paso hacia el renacer del Centro de la ciudad, tal como está enmarcado en el plan de gobierno.
“Hoy ponemos en funcionamiento estos callejones, pero también vemos cómo es la historia total de este proceso, cómo aquí había unas cocineras y cómo dignificamos la labor porque las llevamos a espacios donde tienen todas las condiciones para poder seguir llevando el sustento a sus casas, y transformamos estos callejones en lo que queremos nosotros que sea: las miras al futuro de lo que es el Centro de Barranquilla. Esto es un abrebocas de en qué se pueden convertir los callejones del Centro de la ciudad”, explicó Cianci.