Han trascurrido más de 30 horas desde que inició una fuerte conflagración en la zona portuaria de Barranquilla, exactamente en las instalaciones de la Compañía Bravo Petroleum, dedicada al almacenamiento y transporte fluvial de combustible.

El alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, confirmó que una de las hipótesis está relacionada con un presunto corto circuito que desencadenó en la explosión de un tanque con gasolina para aviones.

Desde entonces, las autoridades y organismos de socorro instalaron un Puesto de Mando Unificado para monitorear el comportamiento del fuego y definir las acciones a implementar.

El capitán Charles Benavides, director Nacional de Bomberos, dialogó con SEMANA y explicó que la emergencia se está atendiendo con dos maniobras: una defensiva y otra ofensiva. La primera consiste en la protección de los tanques y de las zonas que no se han visto afectadas por el incendio. Para ello, se han determinado algunas directrices como, por ejemplo, evacuar un kilómetro a la redonda.

“Y la ofensiva son las acciones que estamos desarrollando para llegar al foco, es decir, al tanque. Solo hay un tanque que está bajo el efecto de las llamas. Estamos tratando de llegar con agua y espuma”, indicó el capitán.

En ese sentido, el director reiteró que los riesgos de una futura emergencia son mínimos. Resaltó el trabajo articulado que han desarrollado las instituciones y entidades competentes, al tiempo que advirtió sobre la complejidad de las mismas intervenciones.

“Los vehículos que hemos tenido y los remolcadores no les da el alcance para llegar al centro del foco. La brisa tampoco colabora porque nos desvía los chorros que se están usando.”, precisó Benavides.

El director nacional del cuerpo de Bomberos emitió un parte de tranquilidad y espera que las llamas puedan estar controladas en las próximas horas.

Cabe recodar que en total son cuatro tanques con combustible que se encuentran en esa compañía, ubicada en la vía 40 con calle 85. Dos de ellos resultaron afectados por las llamas, y en uno se logró controlar el fuego.

“Existe un 10% o un 15% de probabilidad de que explote el otro tanque , pero eso lo que también nos dice es que existe un porcentaje muy alto de que no suceda. Esta situación es muy compleja y requiere del apoyo de varias entidades”, anotó Benavides.

También precisó en los riesgos mínimos que podrían acontecer como un nuevo incendio, el derramamiento de hidrocarburos en el río Magdalena o las afecciones en la salud por la inhalación del humo y la radiación. No obstante, en palabras propias del capitán, son eventos que “los tenemos controlados por las maniobras”.

Alcalde de Barranquilla habló en SEMANA

Jaime Pumarejo le explicó a SEMANA detalles de la conflagración en zona portuaria de la ciudad. Confirmó que la causa probable sería un corto circuito y descartó que se haya pedido ayuda internacional para controlar las llamas.

SEMANA (S.): ¿En qué va la emergencia por el incendio en Barranquilla?

JAIME PUMAREJO (J.P.): En este momento y después de más de 24 horas hemos logrado reducir drásticamente el riesgo que se tenía cuando comenzó la conflagración o la emergencia. De cuatro tanques, uno ya logró extinguirse y reducir el incendio. Hay un segundo que se sigue consumiendo de manera controlada, y dos tanques adicionales, uno lleno de combustible de avión y otro vacío, pero que guarda remanentes y, por lo tanto, gases que llenan el recipiente y podrían estallar si no se le diera manejo.

S.: ¿Qué labores han hecho los bomberos para atender la emergencia?

J.P.: Los bomberos se ha dedicado a bajar la temperatura de los tanques dirigiéndole agua con remolcadores que nos ha facilitado la Armada y la empresa privada y desde tierra con máquinas de bomberos. Eso ha sido lo que ha controlado hasta el momento la emergencia. Y se ha intentado -infructuosamente por cuenta de las previsiones que se deben tener- sofocar la totalidad del incendio. Lo que se está esperando ahora es que se siga, de manera controlada, quemando el combustible para luego volver a atacar el incendio sin que esto presente un riesgo.

S.: ¿Cuál sería el riesgo en este caso?

J.P.: Que si se hace de una manera, por decirlo de alguna forma, agresiva, puede terminar haciendo que la débil estructura del tanque actual colapse y ese combustible que se está incinerando se vierta hacia el río o sobrepase el dique de contención. También podría causar que haya una volatilidad mayor y, por eso, estamos protegiendo los tanques. Es una situación muy delicada, pero hoy -o en este momento- la emergencia parece estar mucho más controlada. En todo caso hasta que no se sofoque ese incendio no podemos decir que no hay riesgo.

S.: Mucha gente se pregunta, ¿por qué no se han utilizado helicópteros para intentar controlar el incendio?

J.P.: Parte de la ciudadanía se pregunta eso y es por la misma previsión que hay que tener frente a la delicadeza de la situación. Si uno suelta una columna de agua o de material hacia un tanque de los que está incendiándose podría hacer colapsar el tanque y haría que la situación fuera peor o podría causar que se rebozara el tanque y lo que se haría es crear una piscina de fuego y sería mucho más grave. Por eso se ha manejado más con acciones defensa, que de ataque.

S.: ¿Cómo se han protegido los alrededores de esta zona portuaria para controlar la emergencia?

J.P.: Lo que hicimos fue evacuar a la población en la que, aunque no es residencial, hay muchos trabajadores, porque es una zona industrial. Las empresas aledañas desde ayer miércoles están evacuando, hay un cordón de seguridad y se han lanzado labores de prevención para la gente y esperamos que poco a poco, en la medida en que vayamos sofocando el incendio, podamos restablecer las labores industriales de las empresas. También se cortó la energía en el sector industrial para que no hubiera afectaciones por cuenta del incendio de las redes de alta y media tensión que pasan por ahí. Lo que se ha hecho es una labor preventiva. Y a la población que le podría llegar el humo se les ha recomendado que utilicen máscaras y gafas en el caso en que sientan que hay humo ingresando a sus casas.

S.: ¿Qué tan probable es que esto suceda?

J.P.: Gracias a Dios ahora mismo la alta velocidad de los vientos ha dispersado y elevado ese material particulado que se emite del incendio.

S.: ¿Cómo ha sido la afectación para la vía 40, que está donde está el incendio?

J.P.: La vía 40 es una vía con vocación industrial y también un importante corredor que conecta o cierra el anillo de la circunvalar. Está cerrada entre dos sectores importantes y la actividad industrial también se está viendo afectada. Esperamos que en el día de hoy se pueda controlar o terminar de quemar de manera controlada ese combustible y volver a abrir, si no hay novedades. Esto es lo que se llama una situación fluida, en la que las cosas pueden cambiar de un momento a otro.

S.: Aparte del bombero fallecido, ¿hay otras víctimas o heridos?

J.P.: Tenemos dos bomberos más que sufrieron lesiones, pero están fuera de peligro. Siguen siendo monitoreados. Nuestro fallecido está empezando a ser velado en este momento y esperamos mañana poderle rendir un homenaje.

S.: Se ha hablado de apoyo de Estados Unidos para controlar la emergencia. ¿Es cierto?

J.P.: En este momento, de parte nuestra, estamos trabajando con los expertos que solicitamos al Gobierno nacional. Son personas de Ecopetrol, de la Dirección Nacional de Bomberos y de diferentes empresas locales y nuestro cuerpo de bomberos. No hemos necesitado ni solicitado expertos de afuera, porque con la experticia y el manejo que hay ha sido suficiente.

S.: ¿Qué ocasionó esta conflagración?

J.P.: Se especula que puede haber sido un corto circuito, pero todavía es muy temprano para saberlo, al mismo tiempo para saber qué salió mal y qué puede haberse evitado.

S.: ¿Cuándo esperan controlar la emergencia?

J.P.: Esperamos que hoy se pueda consumir el combustible en un nivel suficiente para poder atacar el incendio de una manera más decidida, ya cuando sepamos que no hay riesgo de que este sobrepase el dique de contención o fuera a colapsar el tanque. Esperamos que hoy antes de que acabe la noche podamos darle un parte de tranquilidad a la ciudad de que esto se superó, pero no podemos garantizar nada, porque esto es una situación que va cambiando de acuerdo al viento y otras condiciones atmosféricas.

S.: ¿Cuándo y cómo sería la normalización de la actividad portuaria después de que se supere la emergencia?

J.P.: Cuando podamos extinguir el fuego del segundo tanque y podamos bajar la temperatura, prácticamente podríamos volver a conectar las líneas de alta y media tensión, volveríamos a conectar los servicios públicos que hacen falta en el sector y se abriría nuevamente la vía.

S.: ¿Se ha tasado la pérdida económica por este incendio?

J.P.: En este momento no tenemos números a ciencia cierta. Claramente, hay una pérdida de activos, no solamente el combustible, sino los tanques como tal. La evaluación la tendrán que hacer el Puerto Compas, que es privado, y las empresas aledañas de qué afectación tuvieron en sus equipos, que son muy costosos. Hasta ahora creemos que se ha podido mitigar y solo se ha concentrado en el sector de tanques y tuberías del sector aledaño.