El bajo calado en la zona de acceso al puerto de Barranquilla en el río Magdalena ha causado el desvío de varias embarcaciones hacia puertos vecinos, como el de la ciudad de Santa Marta y el ubicado en Cartagena.

La situación ha generado pérdidas y bajo flujo en la carga del puerto de la capital del Atlántico y al menos 80 toneladas han sido desviadas.

Desde hace unos meses, el aumento progresivo de la sedimentación en el río ha dificultado la operación en la zona portuaria, a tal punto que el pasado miércoles 4 de enero declararon la calamidad pública, con el fin de llamar la atención del Gobierno nacional.

La actual draga china que realiza labores de dragado en el canal del acceso al Puerto de Barranquilla | Foto: DIMAR

La decisión de declarar calamidad publica fue tomada por las autoridades locales, durante el Consejo Distrital de Gestión de Riesgo, junto con el resto de autoridades competentes. Según indicaron, tras el último estudio, el calado operativo se encuentra en 7,5 metros.

“Esta figura jurídica facilita al Gobierno nacional gestionar alternativas para atender la situación en la inmediatez y garantizar la prestación del servicio público esencial de transporte marítimo y fluvial en la ciudad”, dijeron desde la Alcaldía en un comunicado conocido por SEMANA.

Lo anterior, teniendo en cuenta que, aunque actualmente está abierta la licitación de contratación de dragado, los tiempos que se deben cumplir legalmente afectarían la economía de la ciudad.

Adicionalmente, de acuerdo con las autoridades, la medida tiene como finalidad impedir que se ponga en riesgo el abastecimiento de combustibles e insumos para alimentos, además de evitar el cierre de la zona portuaria.

La problemática ha sacado a flote la necesidad de contar con una draga permanente que permita la navegabilidad en el sector portuario de Barranquilla.

Autoridades reunidas en Consejo Distrital de Gestión de Riesgo, declararon la figura de calamidad pública. | Foto: Suministrada a SEMANA por alcaldía

El jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios de la Alcaldía de Barranquilla, José Curvelo, manifestó que la crisis portuaria se debe precisamente a la falta de la máquina de manera permanente haciendo sus labores.

“No tenemos draga en el canal navegable. En ese orden, nos hemos visto con la obligación de desviar embarcaciones a los puertos vecinos”, dijo Curvelo.

Indicó que las condiciones actuales afectan al sector portuario, porque “los itinerarios programados no se pueden cumplir en aproximadamente 15 embarcaciones. Se ha tomado la decisión con todos los actores de decretar una calamidad pública, invitando al Gobierno nacional a que tome medidas en la inmediatez para solucionar la urgencia que tiene el sector”.

Curvelo afirmó, además, que con la desviación de las embarcaciones que ya están programadas, se están generando pérdidas de aproximadamente tres millones de dólares.

“Sumado a la pérdida de confianza a un sector que ha hecho un esfuerzo muy grande en el desarrollo económico del Distrito de Barranquilla”, anotó el funcionario.

El Consejo Distrital de Gestión del Riesgo, además de contar con la participación del jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios, también convocó al alcalde (e), Alfredo Carbonell; el jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo, Edgardo Saucedo; la secretaria de Gobierno, Jennifer Villarreal; la secretaria de Planeación, Diana Mantilla; y delegados de la Secretaría de Salud, Secretaría de Obras Públicas, Secretaría Jurídica y el Establecimiento Público Ambiental Barranquilla Verde.

José Curvelo, jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios de la Alcaldía de Barranquilla, participó de la reunión. | Foto: alcaldía de Barranquilla

Asimismo, participó un delegado de Defensa Civil, miembros del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla y el director de Asoportuaria, Lucas Ariza.

Ariza preocupado por lo que ocurre dijo que las pérdidas podrían ser con grandes sobre costos.

“Pérdidas en eficiencia que superan los 3 millones de dólares, con la situación como está hoy, quiere decir que si hay mayores restricciones, incluso los buques que hoy pueden entrar van a correr el riesgo de no poder entrar o los buques que han “aligerado” y tienen que volver a entrar con un calado de 7,5, si se deteriora esto, van a tener que dejar más carga en otros puertos, o desviarse, y se pierde completamente esa carga”, dijo Ariza.