La situación de las EPS en el Atlántico es un tema que tiene consternada a la Superintendencia Nacional de Salud y a los habitantes. Las quejas impuestas por parte de los usuarios han dado muestra del nivel de insatisfacción. Una jueza ordenó la privación de la libertad por tres días y el pago de una multa hacia el gerente de la EPS Cajacolpi por un fallo de tutela de noviembre del año pasado.

El Superintendente Nacional de Salud, Ulahy Beltrán López, ha solicitado a las EPS mejorar el servicio en la costa con base a las quejas recibidas de los usuarios. | Foto: Superintendencia de Salud

Daniel Enrique de Castro Chapman, quien figura como gerente de la Entidad Promotora de Salud Cajacolpi, estará arrestado tres días y pagará cinco salarios mínimos mensuales vigentes. La orden judicial se efectuó a partir de la suspensión de la atención médica especializada de un paciente. En el documento, se señala que la multa deberá ser cancelada durante los cinco días siguientes contados a partir de la ejecución de la orden.

La Notificación por Estado número 00019 de la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) informó que el estado del caso contra el gerente “se resuelven pruebas y se corre para traslado para alegar de conclusión”.

El extrabajador de la Personería Distrital de Barranquilla, Julio César Marenco, interpuso la tutela contra el gerente y la entidad el 9 de noviembre de 2021. En el documento, explica que tiene varias condiciones médicas que necesitan la atención especializada del servicio de enfermería por 24 horas en su domicilio. Marenco está diagnosticado con ‘Corea de Hungtinton’ y atrofia cerebral, las cuales afectan el rendimiento de algunos órganos y su salud psicológica.

“Fue un fallo dictado el nueve de noviembre del 2021 por el Juzgado Octavo de Pequeñas Causas y Competencias Múltiples de Barranquilla, que fue incumplido en su totalidad por la EPS Cajacopi al haber interrumpido el tratamiento médico especializado”, señaló la abogada Gloria Guzmán acorde a la información de Caracol Radio. La tutela indicó que el servicio de salud le privó al paciente el tratamiento.

Insatisfacción del servicio de salud

El mes pasado, el superintendente Nacional de Salud, Ulahy Beltrán López, le anunció a la opinión pública que hay un alto índice de insatisfacción por parte de los usuarios en el departamento del Atlántico, principalmente en Barranquilla, con respecto al servicio de las EPS.

“En los primeros 10 meses de este año en el departamento se han radicado 49.862 peticiones, quejas y súplicas de vida por parte de los pacientes en el departamento del Atlántico, a través de los diferentes canales de atención dispuestos por la SuperSalud”, sostuvo el superintendente. También señaló que el 35% de las quejas que reciben, corresponden a pacientes (similares a Marenco) que necesitan servicios de urgencia por la gravedad de sus enfermedades.

Por otro lado, dio el listado de las entidades administradoras que reciben mayor cantidad de reclamos: “Las entidades administradoras de recursos (EPS) que reciben el mayor número de quejas medidas en tasas son: en el régimen contributivo Nueva EPS, Mutual Ser y Famisanar; y en el régimen subsidiado están Nueva EPS, Cajacopi y Coosalud”.

Cabe resaltar que cada año se interponen 166 denuncias o tutelas correspondientes a inconformidades con la salud, según datos de Supersalud. También expuso que se han recibido 23.367 PQRS (peticiones, quejas, reclamos y denuncias).

En una jornada de especial intervención, Beltrán se volvió a referir frente a la situación de las EPS. Reiteró el llamado a mejorar el servicio y proporcionarle una prestación apta a los usuarios, para que se reduzcan las quejas y se garanticen sus derechos. Además, manifestó las cuentas en mora de las entidades en el departamento.

Conforme a sus números, las cuentas pendientes llegan a costar $348.378 millones de pesos. “La responsabilidad debe ser menos visual y más proactiva en defensa del derecho; ustedes son los responsables de que los habitantes del territorio disfruten de la atención en salud con calidad”, declaró el superintendente.