Durante este fin de semana con puente festivo en el municipio de Baranoa, Atlántico, se desarrollará el Festival del Chicharrón que son catalogados como los mejores del departamento. Los propios y turistas podrán encontrar el chicharrón en las diferentes presentaciones y de diversos precios.
Dentro de las innovaciones están: desgranado de chicharrón, tartar de chicharrón, canelones de chicharrón, Atlántico crunch, chicharrones primavera, lasagna de chicharrón de cerdo, canoa de chicharrón, chicharrón en salsa agridulce, chuleta explosiva, pork chop suey y arroz el imperio del chicharrón, entre otros.
Dicho evento es organizado por la Asociación de Hacedores de Chicharrón de Baranoa, y cuenta con el respaldo de la alcaldía municipal, liderada por el mandatario Edinson Palma, quien ha dispuesto toda la logística y planes de contingencia para garantizar la seguridad de los asistentes y la circulación de vehículos con el apoyo del Instituto de Tránsito del Atlántico, policía y organismos de socorro.
Palma Jiménez resaltó la importancia de este festival como un pilar fundamental para el desarrollo económico y turístico de la región. Por ello, desde la alcaldía se ha implementado una estrategia promocional para que esta versión sea una de las más exitosas de los últimos años.
“Para esta versión junto con la gestora social, Julia Durán y la Asociación de Hacedores del Festival, hemos organizado un concurso para premiar el plato innovador elaborados con chicharrón y hay 11 negocios inscritos, se premiará los dos primeros puestos”, informó el mandatario.
Por otro lado, el mandatario explicó que, junto a la Gobernación del Atlántico, se trabaja en un proyecto para convertir este corredor en uno de los más atractivos del departamento en materia gastronómica, con áreas verdes, espacios para la familia y demás condiciones adecuadas para brindar mejor atención a los visitantes.
Así nació el Festival del Chicharrón
Detrás de todo festival hay una historia y un pionero; en este caso, se trata del señor Marcos García García (QEPD), un cartagenero que llegó a esta tierra aproximadamente en 1965. Su nombre resuena como símbolo de esfuerzo, adaptación y emprendimiento.
Durante mucho tiempo se desempeñó como conductor de bus en Barranquilla hasta quedarse desempleado. Ante la pérdida de su empleo, Marcos decidió incursionar en el mundo de los negocios, encontrando su camino a través de la comercialización de carne de cerdo.
Con visión y determinación, Marcos se convirtió en el primer dueño de un puesto de venta a la entrada de Pital de Megua, sobre la vía La Cordialidad, donde permaneció por unos 50 años. Su enfoque inicial fue artesanal, como su hijo Walberto describe con el término “enramada”, ya que en aquellos años no existía un control estricto de salubridad; la carne era adquirida y llevada directamente a su punto de venta.
Una anécdota significativa de su trayectoria es la recomendación que hizo a su amigo Feliciano Barriosnuevo, quien luego se sumó a esta incipiente gastronomía al abrir un puesto en el sector 20 de Julio, junto a su hermano Victorino. Juntos se convirtieron en otro de los pioneros de esta deliciosa tradición en la región. Así, más personas interesadas en el negocio del cerdo se fueron sumando, hasta llegar a ser hoy uno de los más afamados en la culinaria costeña.
Hoy, Walberto García continúa con orgullo este legado que le dejó su padre, con su negocio ubicado en el corredor gastronómico, con el que logró educar a sus hijos, hoy todos profesionales.
El chicharrón de Baranoa se ha convertido en una fuente de economía y empleo para muchas familias que laboran en 26 negocios a lo largo de la vía La Cordialidad que atienden desde tempranas horas hasta entrada la madrugada a los comensales que llegan en carros y camiones provenientes de distintos lugares del país, ansiosos por degustar este apetecido plato que hoy hace parte de la tradición y el disfrute en cada bocado.