El sistema de transporte articulado de Barranquilla, Transmetro, nuevamente figura entre la opinión mediática. Las quejas por el servicio son una constante, a tal punto que el pasado lunes 12 de septiembre el gerente de la compañía, Fernando Isaza, fue citado en el Concejo Distrital para que rindiera cuenta.

Los usuarios denuncian demoras en la frecuencia, inconvenientes con la infraestructura y congestión de pasajeros. Además de las inconformidades manifestadas, la empresa reiteró que se encuentran en un déficit financiero que, si bien se viene registrando desde años anteriores, la pandemia agravó la situación. Ese diferencial, a corte de agosto, supera los $21 mil millones de pesos.

Esto quiere decir que entre la tarifa técnica y la que se le aplica al usuario, hay una diferencia de $21,4 mil millones de pesos, según las cifras entregadas por la compañía.

“Este diferencial viene disminuyendo por el aumento de la demanda en lo que va corrido del año, a causa de la reactivación económica, de la nueva normalidad, la presencialidad en la educación y el ajuste tarifario realizado por la autoridad de transporte en agosto del presente año, pasando de un diferencial de 3,3 mil millones de pesos en enero de 2022 a 1,8 mil millones de pesos en agosto de 2022, o sea una reducción de 44.3%”, informó la empresa a SEMANA.

La tarifa al usuario es el costo del pasaje, es decir, los $2.700 que cancela la persona.

Por su parte, la tarifa técnica es lo que le cuesta al sistema movilizar a un usuario. Está determinada por varios aspectos, entre ellos el costo de los kilómetros recorridos por los buses, el costo de la plataforma tecnológica de recaudo y el costo del ente gestor administrativo.

Las flotas de Transmetro operan a través de dos concesionarios: Unión Temporal Sistur Transurbanos S.A y el Grupo Empresarial Metrocaribe S.A.

Aterrizando las cifras al mes de septiembre, los datos indican que el déficit sigue en aumento. SEMANA pudo establecer que desde pandemia hasta el 11 de septiembre Sistur registra un déficit de $14.786 millones de pesos y Metrocaribe de $10.039 millones, para un total de 24.826 millones de pesos entre los dos concesionarios.

“Los operadores concesionarios de flota, en resumen, presentan una situación financiera delicada, por la forma en que se financiaron, presentando una estructura de deuda desde el inicio de las operaciones (...) esto se agravó con la pandemia debido a la reducción de la demanda, los niveles de ocupación permitidos y además la falta de aporte por parte de las empresas del TPC (Transporte Público Colectivo) del 100% del FET (Fondo de Estabilización Tarifaria, destinado a la sostenibilidad del Sistema), que hoy se estima un cumplimiento solo del 36%”, señaló Transmetro S.A.

Cabe recordar que gran parte del funcionamiento del sistema se financia gracias a un mecanismo conocido como el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET). Todas las empresas de transporte público colectivo (los buses distintos a Transmetro) deben aportar $200 de cada pasaje a ese fondo para contribuir a la sostenibilidad de los articulados.

Sin embargo, durante las restricciones ocasionadas por el covid-19 fueron exoneradas de ese pago entendiendo las circunstancias económicas. Pero hasta la fecha, esa medida ya fue derogada. No obstante, Transmetro dice que hasta la fecha, varias empresas no cumplen con el 100% de su aporte.

“Para dar solución a esta problemática, se requiere que las empresas del TPC aporten el 100% de los recursos provenientes de FET que recaudan, y cuya destinación corresponde a la sostenibilidad del Sistema Integrado de Transporte Masivo”.