Jaime Pumarejo se siente satisfecho. Por primera vez en su vida tomó las riendas de la cuarta ciudad más importante de Colombia y, a su juicio, entrega una Barranquilla con mejores “indicadores sociales y económicos” y liderando iniciativas para el beneficio de la educación y el medio ambiente.
Pumarejo llegó al poder respaldado por la familia Char. A pesar de las críticas suscitadas por representar la continuidad del charismo, él saca pecho de su gestión y defiende sus más de tres años de gobierno.
“Frente a las circunstancias, logramos hacer la mayoría de nuestro plan de gobierno y logramos generar dos hechos que yo llamo saltos cuánticos que van a catapultar la manera como vive y como se ganan la vida los barranquilleros. El primero es lograr una revolución educativa con en el bilingüismo, es decir, nos convertimos en la primera ciudad latinoamericana donde todos los colegios públicos tienen garantizado el bilingüismo. Segundo, haber fortalecido la universalidad pública; estamos terminando la nueva sede de la Universidad de Barranquilla y sus sedes de postgrados. Y, por otro lado, haber generado la conciencia ambiental para utilizar nuestra biodiversidad y de esa manera generar turismo y calidad de vida”, señaló el alcalde.
A sus 43 años, Pumarejo se despide de la Administración Distrital, llevándose el premio a mejor gobernante del país y obteniendo varios galardones internacionales como el Penn IUR al Liderazgo Urbano 2024, entregado en la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) por impulsar a Barranquilla como una ciudad más justa, equitativa y sostenible.
Dice que del 1 al 10, se autocalifica con un 8. Reconoce que al final de su mandato, un 86% de la población logra consumir tres comidas al día, pero aún resta un porcentaje bastante importante: “Barranquilla va bien, pero le falta mucho”.
Para alcanzar una calificación de 10, considera que le quedaron faltando algunos proyectos que, posiblemente, fueron truncados durante el periodo de la pandemia ocasionada por el Covid-19, pues los recursos financieros se destinaron para atender a la población en materia sanitaria. Explica que no se pudo culminar con la construcción de varios colegios, pero asegura que para el primer semestre del próximo año serían entregados; hasta la fecha, según la Alcaldía, se realizaron 101 intervenciones en infraestructura educativa distrital, mayores ampliaciones y mejoramientos a los colegios gracias al Fondo de Financiamiento de la Infraestructura.
Lamentó no poder inaugurar la primera playa de Barranquilla, en el sector conocido como Puerto Mocho, en Bocas de Ceniza, donde el mar se encuentra con el río; y también hubiese deseado que el tren turístico, que recorre esa zona costera, hubiese operado bajo su alcaldía. Pero lanza un aire de optimismo y afirma que esos proyectos estarán andando el próximo año.
En cuanto al sector transporte, insistió en la necesidad de implementar una movilidad sostenible con el medio ambiente. Manifestó que el sistema de Transporte masivo Transmetro debe ser eliminado y reemplazado por buses modernos que se integren para mejorar los tiempos en el trayecto y ofrecer mayor cobertura. Para hacer eso, él explicó que se necesitan recursos de la Alcaldía y del gobierno. Dijo que durante su administración se destinaron 500 mil millones de pesos para el mejoramiento de vías y que ahora le toca al estado encargarse de los buses nuevos.
No obstante, su administración también fue cuestionada por la reconstrucción de tres corredores viales importantes en la ciudad, como la Cordialidad, la Circunvalar y la Calle 30. Las obras arrancaron en el 2018 y, a la fecha, no han culminado. Pumarejo reconoce que el proceso de reconstrucción tuvo que ser suspendido durante pandemia, pero al finalizar este año prevé que los proyectos queden ad portas de su finalización.
La energía y la inseguridad
La mayor apuesta de Pumarejo fue la energía; consolidar a Barranquilla como epicentro de la transición energética. Durante su periodo se trazaron algunas iniciativas. La administración distrital logró concertar con una firma de Singapur para instalar paneles solares, a largo plazo, en varias infraestructuras de la ciudad, como hospitales y sedes educativas. Un proyecto que permitiría adquirir energía hasta un 30 por ciento más barata que la comprada en bolsa.
También se refirió al ambicioso proyecto de instalar un parque eólico costa afuera, es decir, en el mar, para aprovechar el viento, el sol y producir energía renovable. Para lograr eso, afirmó que están a la espera del visto bueno por parte del estado.
Otro de los factores que desencadenó críticas en su gestión fueron los índices de inseguridad. Robo, extorsiones y homicidios tuvieron un aumento desde y posterior a la pandemia. De hecho, en este 2023 el Atlántico escaló al segundo lugar como el departamento con mayor cantidad de masacres después del Valle, y la mayoría de triple homicidios se concentraron en el área metropolitana.
El alcalde explicó que la seguridad es un tema competente del Gobierno Nacional y que desde su posición se ha esforzado por buscar salidas. Argumenta que la constitución no le da aval para tomar decisiones directamente sobre la Policía, pero sí permite coordinar acciones que mitiguen la situación.
“La organización del estado no ha sido capaz de responder a esta nueva manera de trabajar de los criminales. En donde ya no hay una división entre los grandes capos del narcotráfico y las bandas delincuenciales que hurtan y extorsionan. Esas dos estructuras migraron. Desafortunadamente, los jueces, los fiscales y los policías investigativos no dan abastos”, señaló el alcalde.