Jairo Medina Vega fue condenado a 223 meses, lo que equivale a 18,5 años de prisión, por el crimen de Liliana Segovia Navarro, una mujer de 36 años, en el barrio Betania de Barranquilla. El fiscal seccional del Atlántico presentó elementos de prueba suficientes para lograr la condena del acusado, quien admitió su culpabilidad en el hecho.
Los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2022, cuando la víctima fue vista por última vez en un colegio donde había dejado a su sobrino. Medina Vega, al conocer que la mujer tenía una camioneta y más de 10.000 dólares en criptomonedas, la contactó a través de las redes sociales con el pretexto de ofrecerle un negocio. La mujer acudió al encuentro y fue allí donde el hombre la golpeó y asfixió dentro del vehículo.
Posteriormente, el sujeto llevó el cuerpo de la víctima hasta su apartamento, donde lo guardó en un tanque de plástico durante un día y después lo abandonó en un lugar despoblado en inmediaciones del municipio de Tubará, en Atlántico, tras robarle las criptomonedas por medio de una transferencia virtual.
En la audiencia, el juez ordenó que Medina Vega cumpla la pena de 223 meses de prisión y pague una indemnización de 105 salarios mínimos legales mensuales como reparación a las víctimas.
En marzo del año pasado, el hombre había aceptado los cargos de homicidio agravado, hurto calificado y transferencia no consentida de activos en versión libre ante la Fiscalía General.
Engañó a su exempleada para robarla
Por otra parte, la mentira que montó un extrabajador de una finca para sonsacarle dinero a la dueña se le cayó. El hombre se hizo pasar por miembro de una peligrosa estructura criminal del Meta para amedrentar a la mujer, quien no dudó en denunciar el hecho. Gracias a esto, las autoridades armaron un operativo para pillarlo en flagrancia.
En el operativo coordinado y efectivo llevado a cabo en Granada, Meta, la Fiscalía y el CTI lograron capturar al hombre acusado de extorsión. La captura se produjo en el momento en que el presunto delincuente, identificado como Reinaldo Ortiz Ospina, recibía una importante suma de dinero.
De acuerdo con las denuncias recibidas, Ortiz Ospina se había estado haciendo pasar por un miembro de un grupo al margen de la ley en el bloque Meta, y había estado enviando mensajes intimidatorios por WhatsApp a la propietaria de la finca donde había trabajado anteriormente. En estos mensajes, le exigía a la víctima una suma de 20 millones de pesos a cambio de no atentar contra su integridad física, la de su familia y sus bienes.
La víctima, tras recibir estas amenazas, decidió denunciar la situación a las autoridades, lo que permitió que se iniciara la investigación correspondiente y se programara la “entrega controlada” de la suma de dinero exigida. En el momento en que Ortiz Ospina recibió el dinero, fue capturado por los uniformados.
Cabe recodar que la “entrega controlada” es un mecanismo que usan las autoridades para atrapar a delincuentes, permiten un contacto entre las partes, sin intervenir al principio, pero vigilado todo el tiempo.
El éxito de este operativo se debió en gran parte a la coordinación entre la Fiscalía, el CTI y el Gaula ejército, que permitió la rápida identificación y detención del presunto miembro de la estructura delincuencia. Posteriormente, un Fiscal de la seccional Meta imputó a Ortiz Ospina el delito de extorsión ante un juez con funciones de control de garantías.
El juez acogió todas las pretensiones del ente acusador y dictó medida de aseguramiento en contra de Ortiz Ospina. Por su parte, el capturado no aceptó los cargos que se le imputaron. Asimismo, se conoció que Ortiz Ospina presenta antecedentes judiciales por los delitos de extorsión y rebelión.
Las autoridades recuerdan la importancia de denunciar a tiempo para prevenir y combatir la delincuencia, ya que así se pueden llevar a cabo las investigaciones y capturar a los responsables de estos delitos.