En el departamento del Atlántico varias son las actividades que se adelantan por parte de las autoridades para disminuir la cifra de casos de abigeato. Sin embargo, lo ocurrido en zona rural del municipio de Campo de la Cruz, donde hallaron bultos de reses descuartizadas que no tiene precedentes.
Inicialmente, el llamado de alerta a las autoridades fue por un extraño bulto en una zona enmontada de una finca en el sector de Sabanilla, pero al llegar los uniformados de policía al sitio descubrieron de qué se trataba.
La zona es conocida como El peligro y, según el relato de habitantes cercanos, los responsables de estos hechos serían al menos cuatro hombres, pues se escucharon horas antes del hallazgo el sonido de dos motocicletas merodeando la zona.
“Estamos adelantando las investigaciones del caso bajo dos puntos: el primero, tiene que ver con pasar revista a las fincas con el aumento de patrullajes, tanto diurnos como nocturnos, y la otra variante de trabajo está relacionada con recompensas y capturas, en aras de darle una afectación importante a estos delincuentes”, señaló el coronel Edwin Álvarez, comandante operativo de la Policía de Atlántico.
Las autoridades indicaron que realizarán más controles o patrullajes en la zona. De acuerdo con un informe entregado por la misma Policía, los casos referentes a este delito han aumentado su cifra este 2023.
“La Policía del Atlántico, a través del Grupo de Carabineros y guías caninos, vienen desarrollando constantes patrullajes a las veredas del departamento con el fin de generar tranquilidad y confianza a los habitantes de las zonas rurales”, indicaron las autoridades.
Los patrullajes también los realizan los Carabineros, recorren las trochas y caminos de los municipios con el fin de realizar actividades preventivas para reducir la afectación del flagelo del abigeato.
“Esta actividad se está desarrollando en 24 corregimientos del departamento que fueron priorizados por el Sistema Integrado de Seguridad Rural, Siser, estrategia para fortalecer la seguridad en el campo”, manifestó el comandante de departamento del Atlántico de la institución armada, John Jairo Urrea.
Masacre de las vacas
Un terrible caso de abigeato se registró a finales del 2022 y quedó en la memoria de los atlanticenses, las imágenes de lo ocurrido eran devastadoras, teniendo en cuenta que se trataba de reses.
El hecho ocurrió en jurisdicción del municipio de Galapa, en el área metropolitana de Barranquilla. De acuerdo con la denuncia interpuesta por el mismo propietario de la finca, el hecho se presentó exactamente en el kilómetro 5 de la vía la Cordialidad, en donde se encuentra ubicado un predio conocido bajo la razón social de El Socorro.
Hasta ese punto habrían llegado varios delincuentes, quienes, al parecer, fingieron tener problemas de transporte y entraron al inmueble para pedir ayuda. Una vez dentro, efectuaron la acometida.
“Inicialmente, me llaman a las 4:00 de la mañana diciendo que habían descuartizado a ocho animales. Que se metieron a robar en las instalaciones. Según la teoría de mis trabajadores, eran como 19 personas implicadas, pero a ellos los abordaron tres personas”, explicó el dueño de la finca, Isaac Ariza, en conversación con SEMANA.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, en el predio se encontraban tres empleados, quienes fueron intimidados con armas de fuego y los encerraron en una bodega. Isaac Ariza relató que, posteriormente, los amordazaron y mientras estaban retenidos, otros sujetos organizaban el ganado para desmembrarlo y robarse la carne.
“Los delincuentes les dijeron a mis trabajadores que se calmaran, que la situación no era con ellos, sino con los propietarios”, contó Ariza.
El hecho ocurrió a las 6:00 p. m. del sábado 12 de noviembre y se extendió por aproximadamente siete horas. En la madrugada del domingo, las víctimas lograron desamarrarse de las ataduras y, al salir, encontraron las ocho vacas sacrificadas. Lo más triste del suceso es que los semovientes se encontraban en estado de gestación: “Estaban a punto de parir”, precisó un trabajador.
“Me dejaron los fetos tirados en el suelo, la cabeza y sus vísceras”, manifestó Ariza. El dueño de la propiedad indicó que el monto de las reses asesinadas sobrepasa los 40 millones de pesos.