La directora de Tránsito del departamento del Atlántico, Susana Cadavid, detalló que en total ocho tramos de vías que hacen parte de la red secundaria han sido los más afectados por las lluvias y deslizamientos, en el departamento, obligando a establecer controles y a medir el paso por los mismos.

La funcionaria indicó que las zonas rurales de Piojó, Tubará, Usiacurí, Repelón y Santa Lucía han sido las más afectadas por los cierres viales, pues se ha interrumpido la conexión terrestre con las cabeceras municipales debido a destrucción de las calzadas y el desbordamiento de arroyos.

“Enviamos a los agentes a controlar el tráfico para impedir que los vehículos hagan uso de vías que están afectadas o en riesgo de deslizamiento. Al mismo tiempo que canalizamos sus peticiones de ayuda con nuestra Gobernación para que nadie se quede sin ser atendido”, afirmó la funcionaria.

Así mismo, la directora indicó que en el municipio de Polonuevo, donde le fue asignado a Tránsito del Atlántico canalizar las ayudas a los damnificados, se han adelantado reuniones con la comunidad, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y el Alcalde, para establecer el panorama de las afectaciones y priorizar los puntos críticos para brindar las soluciones idóneas.

“Hemos estado colocando barricadas con sacos de arenas, entregando ayudas y planeando intervenciones futuras, para lograr atender la emergencia con miras a que no se vuelvan a presentar daños de la misma magnitud. Nos hemos enfrentado a desbordamiento de arroyos y deslizamientos que han afectando a varias familias con el colapso de sus viviendas, pero estos ya han sido reubicados y están recibiendo toda la atención necesaria”, detalló Cadavid.

La funcionaria concluyó asegurando que la atención de parte de las autoridades gubernamentales se mantendrá durante todo el tiempo que sea necesario y reiteró que sus agentes de Tránsito están prestos a brindar cualquier tipo de ayuda que los ciudadanos requieran para seguir movilizándose seguros en medio de las emergencias.

Los estragos que sigue causando la ola invernal son incalculables en el departamento del Atlántico, solo en Barranquilla las autoridades hablan de alrededor de 2.000 damnificados censados, de los cuales 500 familias ya están recibiendo subsidio de subsistencia para su reubicación temporal.

“Estamos ya recogiendo los censos y terminando de enviarlos al Gobierno nacional para que esas reubicaciones, que sean necesarias de manera definitiva, sean planificadas con el Gobierno y nos ayuden a concertar esas decisiones a largo plazo, dependiendo de cada caso. Estamos depurando las bases de datos para asegurarnos que los beneficios lleguen a quienes tengan que llegar, pero al mismo tiempo entendiendo que esta es una emergencia humanitaria”, dijo el alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo.

El mandatario dijo que la idea es que, con el apoyo del Gobierno nacional, las familias afectadas sean involucradas en los programas de vivienda y que, de esa manera, se puedan ejecutar proyectos de reubicación que permitan que las personas que no son sujetos de crédito, lo sean con cuotas de bajo costo.

Reiteró que el panorama actual requiere de “un esfuerzo compartido, donde la ayuda llega a quien más lo necesite y, en este momento, lo que les estamos pidiendo a los barranquilleros es que nos acompañen. Hoy hemos querido cambiar el sentido de la entrega del parque Cristo Rey y, por eso, estamos liderando una feria de donaciones, que la gente se acerque y nos entregue alimentos no perecederos, colchonetas, frazadas y ropa en buen estado para llevar a esas comunidades. También se abrió una cuenta bancaria para recibir transferencias; lo que queremos es que la solidaridad se muestre en este momento donde tantas familias del Atlántico y Barranquilla lo necesitan”.