La Policía Nacional capturó en la capital de La Guajira a Rubiel Díaz Londoño, un hombre de 63 años señalado de asesinar a su compañera sentimental y a su hijastra cuando se movilizaban en la vía al mar, que conecta a Barranquilla con Cartagena.
El crimen se registró el 9 de diciembre de 1997. Por ese hecho, Díaz Londoño se encontraba prófugo de la justicia. Incluso, sobre él reposaba una circular roja expedida por la Interpol.
Las tres personas transitaban en una camioneta por la vía al mar cuando Rubiel Díaz, quien conducía el vehículo, desenfundó un arma de fuego y disparó a quemarropa contra las dos mujeres. Así quedó registrado en las investigaciones adelantadas por las autoridades competentes.
Las víctimas fueron identificadas como Stella Toro Arias y su hija Leonela Torres Arias, quienes en ese momento tenían 46 y 20 años, respectivamente. Al parecer, ambas habrían recibido impactos de bala en la cabeza.
En aquel entonces, Díaz Londoño le explicó a la Policía que fueron víctimas de un atraco y, para justificar lo dicho, él mismo se habría disparado en el abdomen.
Sin embargo, tras una serie de investigaciones, Díaz figuró como el principal sospechoso y en marzo de 1998 las autoridades lograron su captura. El juzgado Sexto Penal del Circuito de Barranquilla lo condenó a 28 años de cárcel por el crimen, pero escapó.
Desde ese momento se encontraba prófugo de la justicia hasta el pasado lunes, 22 de mayo, cuando la fuerza pública informó sobre su recaptura en plena vía pública del barrio centro de Riohacha.
“Al momento de la captura, esta persona pretendía engañar a los funcionarios de policía que realizaban el procedimiento, presentando una cédula con nombres diferentes, pero con la misma impresión dactilar, por lo que fue necesario ingresarlo a la web service, donde se determina que estaba cedulado dos veces, y con anulación de la cédula que presentaba como su identificación”, informó la institución armada.
El capturado quedó a disposición de la autoridad competente por el delito de homicidio agravado, con el fin de cumplir la condena impuesta.
“El hijo de la señora (la víctima de 46 años) nos dio una información que fue crucial para ubicarlo y lógicamente el trabajo que realizó la Policía que infiltró a un agente encubierto con el fin de establecer la ubicación real de esta persona”, explicó el teniente coronel Jhon Jairo Urrea Rozo, comandante del departamento de Policía Atlántico.
Otra captura por abuso sexual
En el departamento del Atlántico se registró un terrible caso de abuso sexual a una menor de edad en el que, al parecer, estuvo involucrada su abuela por parte de mamá.
Según la Policía, la mujer sostenía una relación con un hombre al menos 20 años menor que ella que habría abusado de su nieta, pero la mujer habría concebido el hecho y el sujeto lo habría hecho por varios años.
“En desarrollo del plan preventivo denominado Protección a la Niñez, estrategia de Protección a la Infancia y Adolescencia (Einfa), personal adscrito a la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Seccional de Protección del Departamento de Policía Atlántico lograron la captura por orden judicial de dos personas por los presuntos delitos de acceso carnal violento en circunstancias de agravación punitiva y acto sexual con menor de 14 años, con circunstancias de agravación”, dijeron las autoridades para reportar las capturas.
El procedimiento se llevó a cabo en los barrios Alfonso López y La Aurora del municipio de Palmar de Varela, en la zona oriental del departamento, a tan solo unos minutos de la ciudad de Barranquilla. Allí se logró ubicar al hombre y acto seguido a la mujer, abuela de la menor.
Para la época, el sujeto tenía 31 años y la abuela de la menor 55 años de edad. Sus órdenes de capturas fueron emitidas por el Juzgado segundo promiscuo de Palmar de Varela Atlántico, y los hechos habrían ocurrido en el año 2020-2022.
“El hoy capturado presuntamente accedió carnalmente a una niña que para ese año tenía 11 años de edad, con la complicidad de su actual pareja sentimental y abuela materna de la niña”, revelaron las autoridades.
Durante la investigación se pudo establecer que el agresor venía cometiendo estos actos con la víctima desde el año 2020, pero fue en el mes de octubre del año 2022 cuando fue denunciado por estos hechos; además, se logra evidenciar que mantenía coaccionada, intimidada y amenazada a la niña, manifestando que atentaría contra su vida e integridad si llegaba a contarle a alguien los vejámenes a los que era sometida.