Ocho meses después, las autoridades colombianas lograron, aparentemente, esclarecer una devastadora masacre perpetrada en el departamento de La Guajira. La Policía dio a conocer que fueron capturadas tres personas, señaladas de participar en el triple homicidio que se registró el pasado mes de enero en el kilómetro 6 de la vereda Puerto Caracol, municipio de Riohacha, sobre la vía que conduce a Santa Marta.
Los detenidos, entre ellos dos hermanos, fueron identificados como Jarleyn Benjamín Castañeda, Laura Rodríguez Contreras y Breyder Rodríguez Contreras, cuya captura se ejecutó en los municipios de Sonsón (Antioquia) y Coveñas (Sucre).
“Una vez se obtuvo suficiente material probatorio se desplegaron dos equipos: el primero hasta el municipio de Coveñas, en Sucre, donde mediante orden judicial fue capturado Jarleyn Benjamín Castañeda y su compañera sentimental Laura Rodríguez Contreras; el segundo equipo que se desplazó hasta el municipio de Sonsón en el departamento de Antioquia, donde durante una diligencia de allanamiento y registro fue capturado por orden judicial Breyder Rodríguez Contreras, hermano de la capturada Laura Rodríguez Contreras”, detalló la institución armada.
La masacre se reportó exactamente el 13 de enero. Los cuerpos incinerados sobre llantas de vehículo aparecieron en la vía de la entrada a Puerto Caracol, una comunidad ubicada en el tramo que comunica de Riohacha a Camarones, en la troncal del Caribe.
Según los dictámenes forenses, los cadáveres correspondían a una mujer embarazada de nacionalidad colombo venezolana, un menor de edad familiar de la mujer y un hombre de aproximadamente 35 años, que al parecer provenían del departamento de Norte de Santander.
“Los funcionarios del Grupo Investigativo de Delitos Contra la Vida de la DIJIN, lograron en menos de seis meses mediante controles técnicos, identificar varias líneas telefónicas que comprometían a sus propietarios con los escabrosos hechos llevados a cabo la noche del homicidio múltiple, recopilando información contundente sobre el punto donde los indiciados compraron las llantas, elementos sobre las cuales fueron incinerados los cuerpos, la ruta donde fueron abandonados y dos vehículos en los que se habrían desplazado”, explicó la Policía.
Los tres capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías quien dio legalidad su captura y todos fueron imputados por el delito de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo.
Conmemoran a policías víctimas de masacre en Huila
Un año ha transcurrido desde el atentado terrorista, perpetrado por las disidencias de las Farc, que dejó a siete policías sin vida en Neiva (Huila). Aunque las autoridades han capturado a siete personas señaladas de presuntamente ser los responsables de este atroz hecho, las familias de las víctimas continúan clamando justicia.
En horas de la mañana del pasado sábado, 2 de septiembre, en la parroquia de la Policía Metropolitana de Neiva, se llevó a cabo una solemne eucaristía, que contó con la participación de los familiares, amigos y compañeros de trabajo de los siete uniformados asesinados.
Las familias, hoy, continúan con las heridas abiertas, esperando justicia y con la esperanza que el Gobierno Nacional cumpla la promesa que les hizo en aquel entonces. “Hoy más que nunca, como todos los días, lo recuerdo, no me hago a la idea que mi hijo esté muerto, hago de cuenta que está de viaje. Ese día viernes, como hoy, para mí ha sido un día muy duro”, dijo al diario La Nación, Luis Octavio Sabí Escarpeta, padre del fallecido Sargento Luis Alberto Sabí, comandante del puesto de policía en San Luis.
En la acción terrorista fueron asesinados: Wilson Jair Cuellar, intendente; Luis Alberto Sabí, intendente; Duverney Carreño, patrullero; John Fredy Bautista Vargas, patrullero; Santiago Gómez Endes, auxiliar de policía; Cristian Ricardo Cubillos, auxiliar de policía, y Arles Mauricio Pascuas, auxiliar de policía.
La masacre se registró hacia las 10:30 a. m. el viernes, 2 de septiembre de 2022, cuando dos patrullas de la Policía, con ocho uniformados, se dirigían hacia el corregimiento de San Luis. Al paso de los vehículos, las disidencias de las Farc activaron dos artefactos explosivos, y remataron con ráfagas de fusil.
Un poblador del corregimiento de San Luis, del municipio de Palermo, Huila, captó los momentos en que se escuchan las detonaciones y disparos en la emboscada a un grupo de policías. En este atentado murieron siete uniformados y uno más resultó herido. Revelaron las investigaciones que los atacantes se escondieron en los árboles y dispararon sin compasión contra los uniformados, luego de activar los explosivos. Prácticamente los remataron.