Una noche en Barranquilla, el pasado 19 de marzo, fue la última vez que los familiares de un joven, a quien identificaron como Keiner Ramos Pardo, con 17 años recién cumplidos, lo vieron por última vez, con vida, sano y salvo.
Salió, según el relato de su madre Lisbeth Pardo, de su residencia en el suroccidente de la ciudad y el joven le pidió dinero a su madre para comprar comida y regresar a acostarse en casa, pero esa salida fue la que hoy lo tiene sin regreso.
La mujer asegura que su hijo no tenía motivos para escapar de casa, pues justo está por convertirse en papá de una niña junto con su novia y ya ha recibido el apoyo de su familia pese a su corta edad.
Lisbeth Pardo manifestó que, pese a que ya fue puesta la denuncia ante las autoridades, y ha recorrido distintos sectores de la capital del Atlántico para encontrar a su hijo, hasta el momento no tiene ninguna noticia sobre su paradero, y pide a las autoridades se apersonen del caso, asegurando que alguien se llevó al joven.
Para el momento de la desaparición, Keiner llevaba puesta una sudadera de color azul oscuro, una camiseta color blanco, chancletas y una gorra roja; su madre espera su regreso a casa y también su hija y su novia.
El caso de Keiner no es el único registrado este año de jóvenes desaparecidos en Barranquilla. El pasado 5 de abril, una familia también perdió el rastro de Keren Julieth Yepes Joleanes, una joven que salió desde su vivienda ubicada en el barrio villas de San Pablo de Barranquilla con destino a la universidad, pero no volvió a casa.
Pasaron al menos 15 días y Keren seguía desaparecida, y la preocupación de sus familiares y conocidos iba en aumento. De acuerdo con las declaraciones dadas por el padre de la joven al portal Noticias y Reportajes, Arnulfo Yepes, su hija “se despidió de manera normal y nos dijo que iba para clases y después donde la abuela Lola, que vive en el barrio Sourdís, para compartir en Semana Santa. La alarma surgió cuando en la noche, al preguntar por ella, nos dijeron que no había llegado”.
Tras su desaparición, la familia interpuso una denuncia ante la Fiscalía, por la cual autorizaron la difusión de las imágenes de la joven de 18 años, con la esperanza de dar con el paradero. A manera de protesta, familiares, amigos y compañeros de clases incluso realizaron dos plantones para pedir por su regreso.
Días después su padre informó a medios de comunicación que su hija había aparecido sana y salva, pero en Perú, había salido de Barranquilla por el aeropuerto, y del país por el aeropuerto de Medellín.
La joven, según dijo su propio padre, había huido con su novio virtual con el que había sostenido una relación a distancia por varios años; el sorprendido y angustiado padre lo supo cuando logró entrar a la cuenta de la red social Facebook de su hija.
“Me puse a manipular sus redes sociales. Logré penetrar el Facebook de ella, pude darme cuenta que a ella le habían comprado tiquetes de Barranquilla-Medellín y después Medellín-Lima, Perú”, dijo Arnulfo, el padre de la joven.
Por el chat pudo obtener los datos de aquel hombre que había comprado tiquetes a su hija y se contactó vía telefónica. El sujeto aceptó ser la pareja sentimental de la joven y le contó que desde 2017 sostenía conversaciones con la joven y de su relación.
El mismo hombre accedió a poner en comunicación a la joven con su padre, tal como lo solicitó Arnulfo, y la joven le dijo a su padre que se encontraba bien, por lo que él manifestó que respetará su decisión de hacer su vida con un hombre en otro país.