El hijo de la fallecida chancera alias La Gata, Jorge Alfonso López, sobrevivió este jueves a un cinematográfico intento de homicidio en Barranquilla: sicarios disfrazados de policías se infiltraron en la clínica donde estaba hospitalizado y, con armas de largo alcance, se aproximaron a su habitación para matarlo.
Él esquivó las balas y las recibieron tres personas: Edelmiro Anaya González, uno de sus presuntos visitantes; Eduar Yesid Villa, un escolta privado que lo protegía, y un civil que no tenía relación con la escena. Los dos primeros perdieron la vida al instante y el último fue herido sin mayores complicaciones.
Entre tantas cosas, ha llamado la atención el nombre de Edelmiro Anaya González, conocido con el alias de Chino Anaya. Tenía 57 años y seis hijos, había estudiado cuatro años de comercio en el Colegio de Bienestar de la Policía Nacional. Su vida estuvo marcada por el crimen y temidos pactos con la delincuencia.
Este hombre fue integrante del extinto Bloque Héroes de los Montes de María de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Solo en la justicia ordinaria, acumuló once sentencias condenatorias por hechos ocurridos entre 2003 y 2004 en la ciudad de Sincelejo y el resto de los municipios del departamento de Sucre.
González sumó en vida antecedentes por los delitos de concierto para delinquir (10), homicidio (5), falso testimonio (1), extorsión (1), amenazas (1), lesiones personales (1), injuria (1) e inasistencia alimentaria (1). La mayoría, vinculados con las actividades ilegales que desempeñó cuando fue paramilitar.
Él ya había sido víctima de un atentado el pasado sábado, 4 de mayo. Según el reporte de la Policía Metropolitana de Barranquilla, ese día, en el sector de Las Gardenias, un sicario le apuntó con una pistola para matarlo; sin embargo, el arma de fuego se le encasquilló y no se ejecutó el macabro plan.
Por este episodio, fueron capturadas dos personas: Eber Manuel Pulgar y Leiber Enrique Acuña. Por el asesinato, todavía no hay detenidos y un equipo judicial está tras la pista de los responsables, quienes fingieron ser policías y cubrieron sus rostros con tapabocas para no quedar en evidencia ante las cámaras de seguridad.
Las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta quince millones de pesos a cambio de información certera que facilite la ubicación de los posibles protagonistas del crimen. Son siete personas las que hoy llaman la atención de los detectives, entre ellos una mujer que habría servido como apoyo logístico de la banda de sicarios.
Todas las pruebas apuntan a que el objetivo de los criminales era asesinar a Jorge Alfonso López, hoy condenado por el homicidio de un periodista ocurrido en 2005. Él está pidiendo pista en la JEP para contar su verdad y el presidente Gustavo Petro aseguró que el intento de homicidio buscaría censurar su testimonio.
“Quienes atentan contra Jorge Luis López, candidato a confesar ante la JEP esta realidad oculta, quieren silenciar la verdad”, escribió el mandatario en sus redes sociales este 23 de mayo, minutos después de que se conociera el impactante suceso que estremeció a la ciudad de Barranquilla.