Aunque serían 20 las personas que participaron en el asalto más grande reportado hasta ahora en Colombia, las autoridades dieron con el paradero de ocho personas que tendrían relación directa con el robo a la empresa de valores Transbank de Barranquilla.
Al parecer, algunos implicados empezaron a diseñar el plan a principios de 2024 y lo ejecutaron al pie de la letra el 1 de julio. Sin disparar una sola arma de fuego, ellos tomaron más de 85.000 millones de pesos y se dieron a la fuga.
De acuerdo con las primeras averiguaciones de la Fiscalía, uno de los cerebros sería Roiman Alvarado Pérez, quien habría contactado a varios ciudadanos para participar en este hecho delincuencial que tiene en conmoción al Caribe.
Un testigo les afirmó a los investigadores que este hombre “estaría trabajando con unas personas del interior del país, de Bucaramanga y Bogotá, y también habían contactado con unos policías corruptos y varios ex empleados de la empresa”.
Isaac Elías Olivella Peñate se habría encargado de cambiar las matrículas de los carros que participaron en el asalto y los habría acondicionado con logos de la empresa de comunicaciones Claro, para “despistar” a las autoridades.
José Ángel Rosillo Ibarra, un abogado de la región, habría prestado su casa para que se reunieran todos los sujetos que iban a cometer el hecho. La Fiscalía le recriminó que “sabía que allí se estaba planificando un hurto de grandes valores”.
Virginia del Carmen Hernández Ramos sería la campanera, pues se le acusa de haber recorrido el norte de la ciudad de Barranquilla para, presuntamente, alertar a los ladrones sobre la presencia de la fuerza pública y abrirles paso.
Karelis del Carmen López Vergara, quien trabajaba en Transbank como guardia de seguridad, habría aceptado abrirles las puertas a los delincuentes para que desocuparan las tulas que estaban repletas de billetes, pero ella lo negó.
En el testimonio que esta mujer entregó a los investigadores indicó que fue intimidada por los ladrones, pero las cámaras de vigilancia pusieron en evidencia que no hubo presiones y ella habría tenido comunicación constante con ellos.
Giovanni Molina Aldana, aparentemente, habría conducido uno de los seis vehículos que tuvieron protagonismo durante el asalto. En escena se vieron tres microbuses y seis carros particulares, cuyas placas fueron alteradas para no ser descubiertos.
A Juan Antonio Pugliese Guevara se le está procesado por, posiblemente, prestar su casa en el corregimiento Salgar de Puerto Colombia para que los criminales se repartieran las ganancias. Allí encontraron tirillas quemadas con las que Transbank amarra los fajos.
Finalmente, a Alexandra García Herrera se le vinculó por millonarios gastos que habría hecho junto a su pareja, Roiman Alvarado Pérez, uno de los presuntos cerebros. Al parecer, ellos invirtieron en procedimientos estéticos, un carro y celulares.
Todos suman 31 anotaciones judiciales por los delitos de concierto para delinquir, receptación, hurto calificado agravado, porte ilegal de armas de fuego, violencia intrafamiliar, lesiones personales, amenazas y receptación.