En la mañana de este miércoles 5 de julio, las autoridades capturaron a los presuntos protagonistas de un video, en el que reconocen su supuesta responsabilidad en la masacre perpetrada el pasado jueves 29 de junio, en el municipio de Puerto Colombia, Atlántico.
Aunque los detenidos aún se encuentran en proceso de judicialización, la Policía confirmó que se trata de presuntos integrantes del grupo delincuencial Los Costeños, al mando de Jorge Eliécer Díaz Collazos, más conocido bajo el alias de Castor, quien se encuentra privado de la libertad por los delitos de homicidio, sicariato, extorsión y hurto en la región Caribe.
Los indiciados fueron capturados junto con otras dos personas. Semana conoció que en total son cuatro colombianos y un venezolano, cuyo arresto se llevó a cabo en medio de diligencias de allanamiento que se adelantaron en los barrios Las Malvinas y El Bosque, de Barranquilla; y La Central, de Soledad.
Para la Policía, los capturados son los autores de dicho vídeo que circuló en redes sociales y fue replicado en medios de comunicación. Incluso, las autoridades revelaron que en una de las casas intervenidas, en el barrio La Central de Soledad, fue el escenario donde se filmó la aterradora grabación.
Además, los investigadores hallaron un fusil Ak-47, un fusil traumático, una pistola traumática, una pistola original, un revólver calibre 38 y tres uniformes negros y pixelados que habría sido utilizados para la filmación del material audiovisual.
En el metraje, los antisociales se identifican como miembros del grupo delincuencial Los Costeños, reconociendo su autoría en la masacre que cobró la vida de tres integrantes de una misma familia y lanzando amenazas hacia otras personas mientras leen un panfleto.
Entre los capturados se encuentra alias El Ray, quien aparentemente obedece a órdenes de Castor y habría sido el encargado de leer el pasquín que fue reproducido en la filmación.
“Esta acción es como consecuencia de una sociedad cansada de los atropellos causados por el Clan Vega, los cuales se dedicaron a robarse propiedades, dinero, droga y extorsionaban a la gente, la cual se cansó y se unió para acabar con esa gente, ya que la Policía y la Fiscalía no hacía nada para pararlos. Esto porque tenían gente activa entre la Policía y Fiscalía Gaula trabajando con ellos. Que tengan claro que todos sus colaboradores van para el mismo camino”, dice uno de los hombres en el video, al parecer, alias El Ray.
Entre la lista de personas amenazadas que mencionaron los sujetos mientras leían el panfleto figura: Ismael Caballero, un supuesto abogado; Juan Carlos Rosado, alias El Gordo Rosado; una mujer de nombre Karith Salazar, supuesta encargada de recoger dinero de extorsiones y pago de sicarios del Clan Vega; Nicolás Acosta, Ángel Carrillo y hasta Digno Palomino, este último capturado y señalado de ser jefe de la banda en un tiempo.
El crimen de los Vega
El crimen de los tres miembros de la familia Vega (padre y dos hijos) ocurrió el pasado jueves 29 de junio, en un sector exclusivo de Puerto Colombia.
Información entregada por la Policía Metropolitana da cuenta de que sicarios ingresaron hasta las instalaciones del conjunto residencial North Frontier, ubicado en Villa Campestre, y dispararon contra cuatro personas que departían dentro de una vivienda; el cuarto es un sobrino de la víctima que también estaba en el sitio.
Un crimen que se da en medio de una aparente guerra que inició en una fiesta en octubre de 2022 que se celebraba en un club campestre, y donde las autoridades registraron una balacera que dejó víctimas mortales.
La información de las autoridades reveló que los homicidas habrían llegado por encima del techo de la vivienda para, posteriormente, perpetrar la masacre. Esto después de una inteligencia de al menos un mes.
Las autoridades revelaron que los homicidas realizaron una transacción bancaria importante para la investigación, aparte de tener a disposición las cámaras de seguridad de los alrededores para trazar todo el recorrido hecho por los delincuentes para el asesinato colectivo.
De forma preliminar, la policía indicó que se rastreó un giro bancario que permitió dar con las identidades de los autores intelectuales. Días antes de perpetrar la masacre, se efectuó un pago de un dinero por el alquiler de un local que queda cerca del domicilio de los Vega.
La hipótesis manejada es que el asesinato se orquestó desde el local. Estando allí, los responsables se habrían hecho pasar como obreros de construcción y así esconder las armas en una bodega. Del mismo modo, habrían encontrado la manera de acceder desde ahí al tejado y llegar al lugar del crimen.