SEMANA tuvo acceso al acta del comité organizador de los Juegos Panamericanos que firmó el 7 de noviembre de 2023 la ministra del Deporte, Astrid Bibiana Rodríguez. En esta, ella reconoció que su cartera tenía los ocho millones de dólares que debía consignar antes de culminar el año para asegurar el desarrollo del evento en 2027, pero no se giró la plata y le costó a la capital del Atlántico ser la sede del encuentro.
La reunión se llevó a cabo en la sala de juntas del Comité Olímpico Colombiano donde, entre tantas cosas, los asistentes discutieron la manera en que se iba a financiar la cita deportiva. Los participantes acordaron que el 60 % del dinero saldría del bolsillo de la nación y el 40 % restante de los gobiernos locales, dependiendo del número de ciudades del Caribe que quisieran recibir a los atletas.
La ministra informó que el Gobierno nacional deseaba que los Juegos se realizaran en toda la región y, en el siguiente encuentro, discutirían loas asuntos técnicos y ratificarían los porcentajes que debían asumir las administraciones municipales y distritales. Ante este panorama, la funcionaria anticipó la estrategia que emprendería para gestionar la financiación de los Panamericanos. Así quedó reseñado:
“Se debe realizar un Confis y un Conpes para dejar lo recursos proyectados para los próximos años y mirar con mucha calma para no estar apretados en el momento de los Juegos. Cree que se debe hablar de un presupuesto de 500 millones de dólares porque se deben tener en cuenta los incrementos anuales desde ahora y hasta el año de su celebración, el 2027″, se lee en el acta.
Incluso, Rodríguez manifestó en la reunión de noviembre que los Juegos Nacionales también tendrían lugar en 2027, por lo que se estaba estudiando la posibilidad de que se desarrollaran en el Caribe. Ella planteó que se debían analizar técnicamente los escenarios que reunirían las condiciones y, más tarde, gestionar un encuentro con los nuevos gobernantes para presentar el proyecto y tomar decisiones.
Lo llamativo es que, con base en el documento, Astrid Bibiana Rodríguez afirmó en la reunión que “el Ministerio tiene los ocho millones de dólares, los cuales deben ser girados en diciembre y propone al Comité Olímpico Colombiano como operador transitorio para poder girar los recursos”. Tras su iniciativa, las partes consideraron que el Comité debía manejar permanentemente los recursos.
La plata no se consignó a tiempo y Barranquilla, que gestionó los Juegos, perdió la sede. En la palestra pública está la ministra Rodríguez, quien ha tratado de explicar lo ocurrido y a la que apuntan de manera directa por ser uno de los responsables de la pérdida de la sede.
Varias figuras y sectores han pedido la renuncia de la ministra y la senadora Cabal también lo expresó en su cuenta de X: “La @MinDeporteCol debe renunciar. Ella y Petro despreciaron que los Panamericanos generarían unos 20.000 empleos y la llegada de 70.000 turistas”.
Hasta una de las principales voces del mundo deportivo y periodístico, Carlos Antonio Vélez, explotó contra el Gobierno Petro por la pérdida de la sede.
“¡Me imagino el susto! Todos los días, en todos los escenarios y en todas las competencias de Panamericanos el grito del pueblo, después de los himnos, pidiendo la salida inmediata del verdugo”, dijo en su cuenta de X, citando un artículo de SEMANA referente a las reacciones políticas que generó la noticia.
Una petición que también se ha reflejado en la opinión pública, en los usuarios de redes sociales y de los mismos colombianos de a pie, quienes además de calificar de “vergüenza” lo ocurrido, ven cómo esto afecta económicamente al país con pérdidas monumentales.