Al menos nueve eventos sísmicos se registraron en Colombia durante la noche del miércoles 24 de mayo y la mañana de este jueves 25, según los reportes del Servicio Geológico Colombiano.
A las 9:22 p. m. del miércoles se reportó un movimiento telúrico a 5 kilómetros del municipio Los Santos, en Santander. El temblor tuvo una magnitud de 3,3 y una profundidad de 146 kilómetros.
Hacia las 10:05 p. m. se presentó un fuerte temblor de magnitud 6,6 en el mar Caribe. El sismo, según trascendió en las redes sociales, logró sentirse en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Santander. De hecho, la ciudad de Montería fue la más cerca al epicentro.
Después de registrarse ese fenómeno, se reportaron al menos ocho réplicas. Nueve minutos después, el Servicio Geológico Colombiano dio a conocer un segundo movimiento telúrico que tuvo lugar en el mar Caribe, en inmediaciones de la frontera con Panamá. El temblor tuvo una magnitud de 4,6 y una profundidad menor a 30 kilómetros. La intensidad del mismo logró sentirse en algunos sectores del Chocó.
Luego, sobre las 10:23 p. m., otro evento sísmico volvió a sacudir el norte de Colombia. El Servicio Geológico Colombiano reportó que en el mar Caribe se presentó un temblor cuya magnitud fue de 3,6 y tuvo una profundidad menos a 30 kilómetros.
Posteriormente, a las 10:56 p. m. se registró un cuarto temblor en esa misma zona, cuya magnitud fue de 3,1.
Y por si fuera poco, la madrugada de este jueves 25 de mayo también estuvo marcada por varios temblores que se presentaron nuevamente en el mar Caribe.
A la 1:48 a. m. hubo un temblor de magnitud 3,6. De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, el evento se registró a unos 20 kilómetros de Acandí, Chocó.
A las 2:35 a. m. se presentó otro de magnitud 3,5 a 33 kilómetros de Acandí, Chocó.
Luego, sobre las 3:47 a. m., ocurrieron dos temblores más en el mar Caribe. Uno de magnitud 4,6 y otro de 4.3. Ambos con una profundidad menor a los 30 kilómetros.
El Servicio Geológico Colombiano informó que a las 4:02 de la madrugada se presentó otro temblor de magnitud 4.2.
Luego de los movimientos, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres señaló que, de acuerdo con la Dimar, no existe amenaza de tsunami para la Costa Caribe colombiana tras el fuerte sismo que se produjo a 10 km de la frontera con Panamá.
¿Por qué tiembla tanto en Colombia?
Desde el Ministerio de Minas y Energía se explicó que esta región es sísmicamente muy activa, pues hay diferentes placas tectónicas que están en contacto y esto hace que se generen las sacudidas de la tierra en la mayor parte del territorio. En promedio, cada mes se pueden contabilizar hasta 2.500 temblores.
Los lugares de Colombia donde se presenta este fenómeno con mayor frecuencia están ubicados en las costas y alrededor de las cordilleras. Hay un sector donde ocurren sismos casi todos los días y representa el 60 % de los movimientos ocurridos en el país: el municipio de Los Santos, en Santander.
En su mayoría, no son de magnitud ni de intensidad relevante, por lo que muchos de ellos ni siquiera se sienten. Así lo ha probado la Red Sismológica Nacional, que lleva 30 años monitoreando esta actividad natural en el país. Durante ese largo período, la entidad ha registrado casi 300.000 eventos de este tipo.
Ahora bien, donde ya ha ocurrido un temblor de gran magnitud, es probable que en el futuro vuelva a presentarse, tal como se ha reportado en el departamento de Santander, “por eso es tan clave que tengamos presente la historia sísmica de nuestro país y de nuestras regiones”, manifestó el Servicio Geológico Colombiano.
Otro de los puntos importantes en este fenómeno son las réplicas, definidas por los científicos como los movimientos que se dan luego de un temblor, cuya magnitud es menor a este y ocurren en la misma región. Por lo general, se dan sismos superficiales, los cuales tienen lugar a menos de 30 kilómetros del suelo.
El efecto de una sacudida telúrica en la infraestructura de un lugar está relacionada con su magnitud y profundidad. A mayor magnitud y menor profundidad, mayor impacto habrá. Otro de los escenarios es que, “entre más profundo sea un sismo, más puede expandirse su energía en el territorio”.
Es importante recordar que no existe un método comprobado técnica y científicamente que facilite predecir un temblor. Frente a esta situación, el SGC dijo que lo mejor que se puede hacer es “prepararnos para minimizar sus impactos y contar con construcciones sismorresistentes es la mejor forma de hacerlo”.