La Fundación para la Libertad de Prensa denunció que seis hombres armados llegaron este 27 de marzo a las instalaciones del periódico El Heraldo de la ciudad de Barranquilla en busca de la directora, Érika Fontalvo.

Dos de ellos alcanzaron a entrar y pidieron localizar a la periodista porque tenían la obligación de transmitirle un mensaje que le envió el cabecilla de la organización delincuencial de Los Costeños, Digno Palomino.

Frente a esta escena, tres reporteros tuvieron que salir a dialogar con los supuestos miembros del grupo armado para atender el violento reclamo.

En resumidas cuentas, les plantearon que la estructura ilegal quería sumarse al proyecto de la ‘paz total’ y requería que el medio de comunicación divulgara el contenido de una entrevista que ellos mismos registraron.

Pero no fue la única intimidación. La semana pasada otro presunto integrante de la organización llamó a la redacción y exigió una conversación directa de un comunicador con alias El Castor, también con el objetivo de que saliera en El Heraldo.

Dingo Palomino. | Foto: Migración Colombia

Además de este medio, los periodistas de Zona Cero fueron víctimas de otras intimidaciones por medio de un mensaje anónimo en sus redes sociales. A ellos les dijeron que “se van a pudrir de bombas en sus instalaciones”.

Sobre la mesa hay un antecedente que cobra relevancia: “El sábado 25 de marzo, Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias Negro Ober, líder de Los Rastrojos Costeños, difundió un video en el que le exigía a El Heraldo, Zona Cero e Impacto News tener una entrevista con él, como respuesta a la captura de su esposa”, agregó la Flip.

Para los defensores de la prensa, estas amenazas ponen en peligro la vida de los periodistas y deja en evidencia la vulnerabilidad a la que están expuestos. En efecto, se le pidió a la Unidad Nacional de Protección y a la Policía activar los protocolos para blindar a los comunicadores de los riesgos.

De igual manera, celeridad a la Fiscalía General de la Nación para que pueda sancionar a los protagonistas de estas emergencias que tiene en terror al gremio de comunicadores del departamento del Atlántico.

Panorámica de Barranquilla.

Lo cierto es que alias Castor y Digno Palomino, los cabecillas de dos bandas que por muchos años han tomado el control delincuencial en la capital del Atlántico, serían los responsables de sembrar terror.

Hace varios días, en la terraza de uno de esos locales fue hallada una granada de aturdimiento, lo que para los dueños y los trabajadores significó una amenaza directa en contra del funcionamiento de los establecimientos nocturnos, por lo que incluso muchos cerraron sus puertas.

Según el alcalde Jaime Pumarejo, la situación ya está en manos de la Policía Metropolitana de Barranquilla y obedecería a una pugna entre los dos hombres cabecillas de Los Costeños, quienes ahora se disputarían la zona para la comercialización de droga.

El mandatario local afirmó que ya trabajan incluso en estrategias para darle un revolcón a la seguridad en la ciudad, “una mesa de trabajo y vamos a proponer unos cambios drásticos que puedan darle las herramientas a la Fiscalía y la Policía”.

Digno José Palomino. | Foto: A.P.I

Digno Palomino se encuentra en un proceso judicial en el que mantiene casa por cárcel en la ciudad de Barranquilla, luego de ser deportado desde Venezuela, tras la reanudación de las relaciones diplomáticas, la Fiscalía le abrió un proceso por su presunta implicación en homicidios. Por ejemplo, Palomino es indiciado de participar en el asesinato de un hombre, cuyo cuerpo apareció desmembrado en dos barrios de la ciudad.

Mientras que alias Castor continúa prófugo de la justicia y es señalado de ser el máximo cabecilla del grupo delincuencial dedicado a la venta de drogas, pero especialmente a la extorsión en Barranquilla, su Área Metropolitana y municipios aledaños como Soledad y Malambo.