Con el propósito de exaltar el valor, la abnegación y la disciplina que caracteriza al Cuerpo Oficial de Bomberos de Barranquilla, este jueves 12 de enero, en cabeza del alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, se llevará a cabo un homenaje a este grupo de hombres y mujeres que trabajan para hacer frente a cada una de las emergencias que se reportan diariamente en la ciudad.
El acto protocolario se realizará transcurridos 22 días de la emergencia reportada sobre la vía en la zona industrial, en la cual, durante 60 horas continuas, el Cuerpo de Bomberos efectuó maniobras para controlar la conflagración de mayores dimensiones que ha afrontado Barranquilla, y en la que perdió la vida el sargento Javier Enrique Solano, bombero con 26 años de servicio en la institución.
La intención del primer mandatario del Distrito es, mediante un acto simbólico, imponer el distintivo que los destaca como héroes, esto como una muestra de reconocimiento por los servicios que de manera eficiente prestan en las cinco localidades, atendiendo los llamados de la comunidad frente a todo tipo de emergencias que se reportan en Barranquilla.
Durante el evento también se hará la develación oficial de la valla y placa que renombra la estación de bomberos, anteriormente conocida como Las Flores, la cual, a partir del 23 de diciembre bajo el decreto nº. 0470 de 2022, fue designada con el nombre de Estación sargento Javier Solano Ruiz, en honor al bombero que ofrendó su vida durante el incendio en la empresa Bravo Petroleum.
A la jornada, que se llevará a cabo este 12 de enero a las 10:00 de la mañana, asistirán los familiares del sargento Solano, así como los comandantes de las diferentes estaciones y empresas que permitieron atender de manera exitosa la conflagración.
Entre lágrimas y con voz entrecortada, Shirley Paola Solano Mercado, la hija mayor del sargento Javier Henríquez Solano Ruiz, contó a SEMANA cómo fue su padre, dentro y fuera de la institución.
Shirley Paola tiene 25 años y dijo haber crecido entre bomberos, pues aseguró que su padre tenía más de 27 años al servicio dentro de la institución y solo le hacía falta cumplir con la jornada de un día para tomarse unas vacaciones, ya que estaba cubriendo el turno de un compañero de la estación de Las Flores.
“Toda mi vida vi a mi padre ser bombero, yo tengo 25 años y desde antes de yo nacer ya él era bombero”, dijo la joven.
Según Shirley, su progenitor fue hombre responsable, dedicado y entregado siempre a su trabajo “se quejaba de los esfuerzos, pero siempre iba, aunque estuviera enfermo, siempre primero fue su trabajo”. Javier tuvo dos matrimonios, y producto de ellos tuvo cuatro hijos, de los cuales una joven siguió sus pasos y se convirtió también en bombera al servicio del departamento del Atlántico.
“Yo no pude ser bombera porque tengo problemas respiratorios, pero mi hermana que es mella con mi otro hermano Leonardo, ella sí es bombera, se llama Carolay Solano, y tenemos una hermana menor que se llama Daniela Solano, que es hija de mi papá con su actual pareja”, reveló Shirley a SEMANA.
Javier es y será recordado cómo un héroe entre su familia, un gran ser humano y, según su hija, un gran padre que, a pesar de que no vivió estos últimos años con sus tres primeros hijos, siempre mantuvo su relación con ellos.
“Ya él vivía con la niña pequeña y su actual pareja, pero siempre manteníamos en contacto, hablábamos mucho, pero nunca hablamos de esos temas de fallecimiento porque no nos esperábamos esta noticia y menos así tan de repente”, añadió Shirley tras respirar de manera profunda y recuperar un poco la voz que se le iba con el aliento.
Para Shirley Paola solo hay palabras de agradecimiento para su padre como hija y como ciudadana. Dijo que la labor de los bomberos es un trabajo de admirar y “de valientes” que debería valorarse más.
Javier, de 53 años, era el segundo de tres hermanos, dos hijos de padre y madre y una hija más por parte de mamá.
La emergencia
El pasado miércoles 21 de diciembre se generó el incendio en dos tanques de almacenamiento de combustible de la empresa Bravo Petroleum en un muelle a la altura de la Vía 40 con calle 85, el cual fue controlado tres días después gracias a la labor de la administración distrital, en cabeza del alcalde Jaime Pumarejo, y del Cuerpo de Bomberos y demás organismos que realizaron maniobras importantes para garantizar la seguridad y tranquilidad de los barranquilleros.
En la emergencia participaron un total de 40 hombres del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, bomberos voluntarios de los municipios del área metropolitana y del departamento, la Armada Nacional, Policía Metropolitana, personal experto de Ecopetrol, ingenieros especialistas en manejo de hidrocarburos y APELL Barranquilla, la red de Concientización y Preparación para Emergencias a Nivel Local, traducido al español.
Además, se sumó el apoyo técnico de la Fuerza Aérea, máquinas del aeropuerto Ernesto Cortissoz, máquina de bomberos del aeropuerto de Santa Marta y personal de la Aeronáutica Civil. Así como también se instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU), que estuvo conformado por representantes y miembros de la Cruz Roja, la Unidad de Gestión del Riesgo, Armada Nacional, Secretaría Distrital de Salud, Secretaría Distrital de Gobierno, Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial, Cuerpo de Bomberos, Policía Metropolitana de Barranquilla, Dimar, Ejército Nacional, Defensa Civil, CRA, Asoportuaria y representantes de la empresa Air-e, Triple A, entre otras.