El fenómeno de El Niño tiene en alerta a la región Caribe. En el departamento del Atlántico, por ejemplo, el río Magdalena reporta niveles sumamente bajos que no se registraban desde el 2016.
Campo de la Cruz es quizás el municipio más afectado. El afluente amaneció seco de tal manera que el sedimento sale a flote. Este escenario prendió las alarmas porque, de inmediato, el servicio de acueducto se afectó completamente.
Aqualia el operador que suministra el servicio de agua, explicó que la barcaza, ubicada en el río Magdalena, no pudo seguir captando el preciado líquido por cuenta de los bajos niveles. Para contrarrestar la situación, los trabajadores realizaron excavaciones en el lecho que permitieron restaurar la corriente de agua hasta las bombas de succión.
“Logramos con personal propio y de la zona habilitar un punto de ingreso de agua que nos permitió reanudar operaciones y volver a abastecer a la comunidad de Campo de la Cruz”, indicó el gerente de Aqualia en Atlántico, Edwin Ortiz.
Sin embargo, la población continúa sin agua. Mientras tanto, con el apoyo de carrotanques se intentan sortear los estragos.
La empresa hizo un llamado al gobierno departamental, alcaldías municipales y Unidad de Gestión de Desastres, para articular las acciones de mitigación ante esta emergencia climática de inusual intensidad, y recuerda a los ciudadanos que parte del compromiso para lograr superar estos meses de sequía está en ellos, con el uso adecuado del recurso hídrico.
Hace varios días, el gobernador Eduardo Verano estableció un plan de acción integral para revisar las infraestructuras, bombas, canales aductores y compuertas, así como la creación de estrategias que permitan fortalecer los proyectos productivos, de cara a la situación que se avecina con la sequía.
Sobre el presupuesto, indicó que con una visión integral se podrá saber exactamente cuánta plata se necesita. “Habíamos pensado en un presupuesto de $ 4.000 millones para poner en orden alguna de las bombas, pero vemos con mucha preocupación que casi todas las bombas hay que revisarlas y adecuarlas. Lo más importante es que estamos en el momento justo con los niveles de agua más bajos y es cuando podemos realizar todas las intervenciones, hacer las limpiezas, dragados y acciones preventivas”, precisó el mandatario.
Estragos en Santa Marta
Los bajos niveles de los afluentes están ocasionando mortandad de peces en Santa Marta. La situación presentada esta semana en el caño Zapayán, cercano a los corregimientos de Piedras Pintadas y Piedras de Moler, registra la muerte de ciento de peces de la especie Arenca Sardinata (Triportheus Magdalenae), en una cantidad sin estimar, ocasionando una emergencia ambiental y sanitaria en el sector.
Frente a esta problemática, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena realizó un recorrido en el sector donde tomó muestra de los peces muertos, los cuales fueron entregados al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para su análisis en el laboratorio. Así mismo, se evidenció que la lámina de agua, que está por encima del lodo, oscila entre 40 y 30 centímetros. No hay conexión de ningún tipo de afluente que alimente la ciénaga de Zapayán y la actividad económica en el cuerpo de agua la siguen realizando en los pocos sitios donde se han concentrado los peces que quedan, sin ningún tipo de control.