Un fuerte choque en la vía que de Barranquilla comunica con Santa Marta, a la altura de Ciénega, se registró en la noche del miércoles -12 de julio- y se convirtió nuevamente es espacio para la delincuencia en la vía conocida como la Troncal del Caribe.
El accidente se presentó cerca del peaje de Palermo entre una camioneta, una motocicleta y un vehículo de carga, lo más lamentable es que tras el hecho el motociclista falleció y un grupo de personas de la zona aprovecharon la situación para robar la carga del camión.
El camión iba cargado de maíz y los delincuentes saquearon la carga. Esto mientras las autoridades llegaban al sitio y trataban de establecer las causas reales del siniestro, pese a que la primera hipótesis es que la camioneta realizó una maniobra peligrosa.
En la vía los delincuentes aprovechan para infiltrar trancones, protestas y accidentes, en algunos casos la comunidad cierra la vía para manifestar y los encapuchados hacen de las suyas.
La vía ahora es conocida como la “vía del terror” y es la única carretera nacional que conecta los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, en el Caribe, e incluso para llegar al interior del país. El paso de los vehículos es abrumador, solo de pensar en el miedo de perder sus artículos de valor, su dinero en efectivo y hasta su vida en enfrentamientos, como ocurrió a finales del pasado mes junio.
Esto se debe, según lo que algunos habitantes le contaron a SEMANA, a que delincuentes aprovechan para robar mientras parte de los 25 mil habitantes de la zona protestan al no tener sus necesidades básicas satisfechas, como los servicios de agua potable y energía, los cuales son tercerizados y con horarios restrictivos.
Hasta el sitio llegó un equipo de SEMANA, al que le aseguraron que los municipios y corregimientos de la zona son más que una comunidad con necesidades primarias, sumergida en el abandono desde hace 30 años.
Hay quienes piensan que, pese a lo poco o muy poco que ha podido crecer la zona en las laderas de la vía, el terror que han infundido los delincuentes que aprovechan las protestas para robar no tiene justificación ni argumentos.
“Son unos jóvenes dedicados a la delincuencia, aprovechan para protestar por cualquier cosa y la plata es para drogas, todos son unos carajitos del mismo pueblo, ya cogieron a dos, pero son cinco”, dijo Bartolomé Orozco Meléndez, un hombre que habita la zona donde se cerró el paso de vehículos por última vez y con cara de miedo se refería a las capturas de dos de los responsables de los hurtos en los bloqueos.
Pero hay otros que aseguran que tomarse las vías de hecho es la única manera de poder llamar la atención del Gobierno, y esperan que de esos hechos que aún se recuerdan por los delincuentes, ojalá también puedan ser visibilizados quienes protestan pidiendo mejoras para esos pueblos.
“Nosotros queremos levantar la voz, para que este paro en el que hubo unos infiltrados lo escuchen por todas partes, pero no para que vean la cara maluca, nosotros somos personas de bien, pero la falta de oportunidades nos está matando”, dijo con voz entre cortada y ojos llorosos, Carmen Granados, habitante del barrio Panamá, una de las zonas afectadas por inseguridad e inundaciones.
Ven el progreso del país pasar por la vía, la conocida troncal del Caribe, y aseguran estar congelados en el tiempo y avanzando más bien hacia un liberalismo desenfrenado pues, en esa zona la droga y el consumo de licor son de los planes más recurrentes y los que se llevan a esos jóvenes.