Varios docentes en la capital del Atlántico denunciaron que fueron víctimas de la inseguridad que por estos días azota a la ciudad, tras la jornada de votaciones de para escoger a los denominados jueces de paz y reconsideración, donde fungieron como jurados.
Se trata de los profesores que fueron ubicados en las Instituciones Educativas Pablo Neruda, La Luz y el colegio Metropolitano, allí aseguraron que los ladrones hicieron de las suyas y llegaron aprovechando la poca afluencia de votantes para arrebatarles sus pertenencias.
Pese a que la Policía Metropolitana de Barranquilla aseguró que hubo presencia de los uniformados en todos los puntos durante la jornada de elecciones, los docentes dijeron que precisamente por falta de seguridad se presentaron esos hechos.
“La policía Metropolitana de Barranquilla se permite informar que hubo servicio en 62 puntos que estaban estos puestos de votación, incluso desde las 3:00 de la mañana el acompañamiento del material electoral para que llegara sin contratiempos”, dijo el coronel Óscar Daza, comandante operativo policía Metropolitana de Barranquilla (MEBAR).
Desde la institución aseguraron que fue un balance positivo de la jornada y contrario a las versiones de los docentes, no hubo novedades.
“La jornada transcurrió sin ningún contratiempo y sin ninguna novedad que lamentar”, aseveró el comandante operativo de la MEBAR.
Las elecciones
Desde las 8:00 de la mañana de este domingo, 18 de diciembre, se habilitaron las urnas en Barranquilla para escoger a los denominados jueces de paz y reconsideración, y el proceso se prolongó hasta las 4:00 de la tarde.
En total, son 1′132.182 barranquilleros estaban censados para participar del ejercicio democrático, donde fueron elegidos 30 jueces de paz y 30 jueces de reconsideración distribuidos en las cinco localidades que conforman la ciudad: Suroccidente, Suroriente, Metropolitana, Norte-Centro histórico y Riomar.
Las votaciones se realizaron en 488 mesas, dispuestas en 62 puestos de votación y distribuidas en los 15 sectores establecidos por la administración distrital.
¿Qué son los jueces de paz y reconsideración?
Son personas particulares (no son funcionarios ni servidores públicos) elegidas por voto popular y que tienen la autoridad para resolver conflictos cuando las partes involucradas se lo solicitan de común acuerdo.
Los jueces de paz son autoridades que administran justicia comunitaria, basados en las creencias, identidades y normas culturales de sus comunidades. De manera similar a los Conciliadores en Equidad, los conflictos que conocen los jueces de paz pueden ser tramitados mediante el diálogo que conduzca a la construcción de acuerdos. Sin embargo, si las partes no logran llegar a un acuerdo conciliatorio, los jueces de paz pueden plantear una decisión a través de un fallo en equidad.
Esta figura debe intentar un arreglo pacífico y consensual entre las partes, en un primer acercamiento, en forma de una Conciliación. De no lograrlo, debe emitir una Sentencia en Equidad, resolviendo de manera definitiva la controversia.
En Equidad significa que el fallo será conforme al sentido común de justicia que tenemos los ciudadanos en nuestra calidad de miembros de una sociedad o comunidad.
En esta jurisdicción especial se pueden atender conflictos relacionados con:
- Situaciones que se pueden resolver a través del diálogo
- Conflictos domésticos y de convivencia familiar
- Conflictos intrafamiliares y reconocimiento voluntario de hijos extramatrimoniales.
- Conflictos de convivencia comunitaria.
- Diferencias sobre arrendamiento de inmuebles
- Desacuerdos sobre deudas e intereses y demás conflictos propios de los particulares y la comunidad.
- Todos aquellos susceptibles de transacción y conciliación en materia civil, comercial, agraria y de familia, siempre y cuando su monto sea inferior a 100 salarios mínimos mensuales vigentes (90´852.600 pesos en 2021).
De acuerdo con Jorge Hernández, coordinador Regional de la Misión de Observación Electoral (MOE) en el departamento de Atlántico, “este proceso electoral busca que la ciudadanía pueda elegir, de forma democrática y autónoma, a aquellas personas particulares -los jueces y juezas de paz- que están llamadas a administrar justicia en equidad, y de forma pacífica, respecto a todas aquellas controversias o conflictos que las comunidades pongan a su consideración”.